Presentación

"Un libro abierto es un cerebro que habla; cerrado un amigo que espera; olvidado, un alma que perdona; destruido, un corazón que llora." Proverbio hindú

"Siempre imaginé que el Paraíso sería algún tipo de biblioteca." Jorge Luis Borges (1899-1986) Escritor argentino.

"Los libros son, entre mis consejeros, los que más me agradan, porque ni el temor ni la esperanza les impiden decirme lo que debo hacer." Alfonso V el Magnánimo (1394-1458) Rey de Aragón.

En este blog encontraréis reseñas, relatos, además de otras secciones de opinión, crítica, entrevistas, cine, artículos... Espero que os guste al igual de todo lo que vaya subiendo.

viernes, 27 de enero de 2017

RESEÑA: Departamento de especulaciones.

DEPARTAMENTO DE ESPECULACIONES

Título: Departamento de especulaciones.

Autor: Jenny Offill (1968) es autora de dos novelas, Last Things (1999) y Departamento de especulaciones (2014), finalista del premio Pen Faulkner y del premio Folio y que fue aplaudida como uno de los libros del año por publicaciones como The New Yorker, The New York Times o The Boston Globe. Es profesora de escritura en el Brooklyn College, la universidad de Queens y la universidad de Columbia.


Editorial: Libros del Asteroide.

Idioma: inglés.

Traductor: Eduardo Jordá.

Sinopsis: cuando se conocieron eran jóvenes y estaban llenos de esperanza. Aunque ambos vivían en Nueva York, solían enviarse cartas en las que imaginaban como sería su futuro. El remitente era siempre el mismo: "Departamento de especulaciones". Se casaron, tuvieron un hijo y sortearon como pudieron los obstáculos de la vida familiar. Pero imperceptiblemente algo ha ido cambiando. Han aparecido miedos y dudas que ponen en cuestión todo cuando tienen. En un intento de encontrar el punto en el que se equivocaron de rumbo, la esposa echa la vista atrás para tratar de adivinar qué se ha perdido y qué puede salvarse todavía.

Su lectura me ha parecido: breve, concisa, puntualmente original, nada novedosa, introspectiva, crítica, sobrevalorada y a la vez recomendable...Queridos lectores y lectoras, desde que el mundo de los libros, pero sobretodo, el de las editoriales, comenzó a ganar peso dentro del panorama social y cultural de cada país, siempre se ha tratado de promocionar las lecturas que año tras año se van publicando. La mayoría mueren a las dos semanas, otras resisten unos meses más y sólo muy pocas alcanzan la categoría de imperecederos, ya sea por su originalidad en cuanto a la historia que se narra o por la forma en la que está ese libro escrito. Luego, en los últimos años ha proliferado una cuarta categoría, los rescatados a través del cine, que en la mayoría de casos logran equipararse, aunque su interior no merezca la pena, a los que se calificaron como verdaderas obras de arte. Además de todo esto, también, y os lo digo por experiencia, encontramos lecturas que nos llaman la atención, no por su historia o por su supuesta calidad literaria, sino por todo el armatoste publicitario que las envuelve o por las críticas de grandes expertos que dan a ese libro una puntuación de 10. ¿No os ha pasado que cuando ojeáis en una librería veis que la mayoría de las novedades editoriales son calificadas como "la mejor novela del año", "el mayor descubrimiento de los últimos tiempos" o "la revelación del momento"? A mi, infinidad de ocasiones, y lo cierto es que la mayoría no alcanzan para nada ese estatus. La novela que hoy tengo el placer de reseñar pertenece a este último grupo, alabada por la crítica internacional, siendo incluso incluida en importantes listas de méritos literarios, pero que en mi más humilde opinión, no es para tanto. Aunque eso si, por otros aspectos que aquí comentaremos merece ser considerada. Departamento de especulaciones: las citas de grandes autores y el uso de la primera persona como pretexto para narrar una historia doméstica de encuentros y desencuentros.


La historia de como Departamento de especulaciones llegó a mis manos, y de paso, a mi adorada estantería tiene su aquel. Sin embargo, es conveniente, como en la mayoría de los casos, remontarse al verdadero principio. Desde hace unos meses, dentro del panorama editorial de este país, algunos lectores hemos ido apreciando como los libros que hoy en día se publican por parte de los grandes grupos, en su mayoría, no resultan tan satisfactorios. Reduciéndose a meros best sellers muy exitosos, de poco recorrido temporal y que dejan mucho que desear en cuanto a calidad literaria. Por ello, muchos, entre los que se encuentra una servidora, han agradecido infinitamente la aparición de las llamadas "editoriales independientes", las cuales, dan cuenta de auténticos y muy personales catálogos en los que sin duda, merece la pena adentrarse. Este es el caso de Libros del Asteroide, una editorial que además de publicar clásicos que nadie sabía de su existencia, decide lanzar y traducir al español algunos textos que están "pegando fuerte", por decirlo de alguna manera, en el panorama internacional, y que por supuesto, no se reducen a una literatura que no dice nada, sino que hace ganar más dinero a la editorial en concreto. De esta editorial, Libros del Asteroide, salió Departamento de especulaciones camino de las librerías de todo el país, y de aquellos abarrotados estantes, a mis inquietos ojos de lectora voraz e insatisfecha. El libro me atrajo desde el primer momento que lo vi, además, había leído alguna que otra crítica favorable al respecto, por lo que ya tenía unas expectativas lo suficientemente altas como para animarme algún día con su lectura. Meses más tarde, comencé a colaborar con Contexto Editores, el grupo que engloba a editoriales como Impedimenta, Nórdica, Sexto Piso, Periférica y por supuesto, Libros del Asteroide. A raíz de esto, y obviamente, Departamento de especulaciones se encontraba entre mis preferencias lectoras, así que no dudé en solicitarlo. No pasó mucho tiempo desde la entrega y el inicio de su correspondiente lectura, sin embargo, el resultado no fue el que me esperaba.


En lo que respecta a la crítica puramente personal, comenzaremos diciendo, para dejarlo claro desde el principio,  que Departamento de especulaciones no cuenta ni dice nada nuevo. En esta novela nos adentramos en la vida, narrada en primera persona, de una pareja del siglo XXI, con sus problemas, dificultades, desencuentros, reencuentros, momentos de pasión, de discusión, de entendimiento, de incomprensión...Y en ella, Offill no introduce nada novedoso ni de lo que no se haya hablado hasta ahora en lo que respecta a la temática. Incluso, esa forma de narrar, desde la perspectiva de "la esposa", como si de un personaje moderno de García Lorca se tratase, cuyos deseos de convertirse en una "gigante del arte" y sus decepciones con la vida marital ya la hemos visto en infinidad de novelas publicadas con anterioridad. Todos esos conflictos me hacen pensar en Departamento de especulaciones como una novela que ahonda en los problemas de una pareja con la que el lector se puede identificar fácilmente, pues, no deja de ser una especie de descripción literaria de lo que sucede actualmente, en un mundo en el que es difícil pensar a largo plazo y en el que más que vivir, se sobrevive. Por esto que acabo de comentar, encuentro a la novela un tanto sobrevalorada, no obstante, existe un pequeño margen en el que podemos vislumbrar auténtica genialidad literaria, y que no es otro que la forma. Si Departamento de especulaciones no destaca especialmente por su historia, si que resulta interesante la forma en la que ésta está plasmada sobre el papel. Nada más abrir el libro, el lector se topa con capítulos cortos, espacios, párrafos escuetos que se asemejan a los pensamientos que a uno se le pueden pasar por la cabeza y que los suelta sin más, citas de grandes personajes de la historia que sirven como recurso literario, frases que se juntan sin espacios para crear sensación de agobio (el "muyasustada" de la página 22 no tiene desperdicio), preguntas retóricas, preguntas sin respuesta, el uso de la cursiva para expresar lo correcto...Ya lo han comentado otros antes que yo, pero me uno a la misma idea. Departamento de especulaciones se asemejaría más que a una novela "Pachwork" a un libro que trata de experimentar con el lenguaje, la forma y los dobles sentidos de las palabras. ¿Estamos ante un nuevo estilo comparable a otros como el expresionismo, el futurismo o el dadaísmo? ¿O tal vez ante una escritora con potencial y que puede sorprendernos aún más en un futuro esperemos no muy lejano? Historia ultra explotada y narración interesante, juntas pueden funcionar o quedarse en una mera descripción de "la nada". Cada lector es un mundo y Departamento de especulaciones se presta a ese peligro o arrojo, según con que ojos se mire.


Centrándonos en la reflexión y en el debate, siempre necesarios cuando se habla de lecturas, me gustaría ir en esta ocasión ir al grano, más que nada porque es un tema que urge y del que somos testigos sin darnos cuenta. Cuando terminé de leer Departamento de especulaciones, una pregunta, sólo una, asaltó mi mente: ¿El modelo tradicional de pareja está cambiando? Es obvio que si, desde tiempos inmemoriales el matrimonio ha significado la unión de dos personas. Estos se producían por muchos motivos: por equilibrio de poder, por derecho dinástico, por legitimidad, por reforzar la amistad entre dos familias, por salir de un atolladero económico, por tradición, por intereses políticos...Y ya en los últimos tiempos, como es lógico, por amor. Hace unos instantes, contemplaba con cierto interés una imagen del famoso cuadro de El matrimonio Arnolfini, del pintor Jan Van Eyk, cuyos protagonistas representan el ideal de pareja de por aquel entonces. Él altivo y con trabajo, ella apocada y cubierta de un revestimiento muy incómodo, dentro de lo que seguramente será la habitación de matrimonio, donde no pueden faltar el lujo, los muebles de primera calidad y hasta una mascota. Sin embargo, lo que llama la atención de todo esto es su actitud, cogiéndose de la mano, pero sobretodo, el estar ambos, juntos, bajo un mismo techo. Hasta hace unos años, la cosa era así. Obviamente la religión ya no está tan presente en el día a día y la gente ya no se casa tanto como antes, pero actualmente, la opción de la estabilidad en la pareja parece un sueño casi imposible. Con estabilidad no me estoy refiriendo a las relaciones de pareja, sino al poder vivir bajo un mismo techo, con un trabajo estable y con una economía que les permita subsistir adecuadamente. La crisis ha hecho y sigue haciendo mucho daño a todos esos jóvenes que ven su futuro hipotecado, obligados a no pensar a largo plazo, a vivir el día a día como si fuera una carrera de obstáculos. Con esto no estoy diciendo que la vida en pareja y el matrimonio sean el único futuro, ni mucho menos, sólo es un ejemplo más de lo que uno ya no se puede ni plantear si quiera. En Departamento de especulaciones no existe esa situación, pues, los protagonistas consiguen vivir juntos y hasta formar una familia. No obstante, los problemas a los que tienen que hacer frente han variado y se diferencian sustancialmente de los que había en otras épocas del pasado. Esta es la reflexión que me ha suscitado la lectura de este libro, una reflexión que veo reflejada en el mundo y en el momento que me ha tocado vivir, donde unas cosas han cambiado para bien y donde otras afectan de lleno a nuestro futuro y ambiciones particulares. En tiempos como los de hoy no se permite soñar, no sólo con lograr la estabilidad con o sin pareja, ese es sólo un ejemplo, también con alcanzar, con las alas cortadas, otras metas. Departamento de especulaciones: una historia de amor, desencuentros, maternidad, hastío, ambición, frustración, experimentación...Una historia que si hoy la difunta Betty Friedan leyese, la calificaría como la mística de la feminidad del siglo XXI.

Frases o párrafos favoritos:

"Pero ahora parece posible que la verdad acerca de envejecer sea que cada vez haya menos cosas de las que una pueda reírse, hasta que al final no quede nada en lo que estuviera convencida de que nunca iba a convertirse."

Película/Canción: como no hay adaptación a la vista prevista, he decidido adjuntaros un video donde la autora, Jenny Offill habla ante los lectores de Departamento de especulaciones. Incluso lee un fragmento del mismo.


¡Un saludo y a seguir leyendo!

Cortesía de Libros del Asteroide

lunes, 23 de enero de 2017

RESEÑA: Carol.

CAROL
Título: Carol.

Autor: Patricia Highsmith (1921-1995), una de las escritoras más originales y perturbadoras de la narrativa contemporánea. Son suyas novelas tan importantes y famosas como El talento de Mr. Ripley, La máscara de Ripley, El amigo americano, Crímenes imaginarios, El juego del escondite, Extraños en un tren, Tras los pasos de Ripley, Un juego para los vivos, Carol, El grito de la lechuza, Gente que llama a la puerta o Las dos caras de enero entre otros muchos. También es autora de libros de relatos como Sirenas en el campo de golf, Los cadáveres exquisitos o Crímenes bestiales; así como el ensayo Suspense.

Editorial: Anagrama.

Idioma: inglés.

Traductor: Isabel Nuñez y José Aguirre.

Sinopsis: Carol es una novela de amor entre dos mujeres. Comenzando con el encuentro entre Therese, una joven escenógrafa que trabaja accidentalmente como dependienta en una tienda de juguetes, y Carol, la elegante y sofisticada mujer, recientemente divorciada, que entra a comprar una muñeca para su hija y cambia para siempre el curso de la vida de la joven vendedora.

Su lectura me ha parecido: sutil, bella, intensa, reflexiva, ilustradora, fuerte, completa, introspectiva, necesaria...El año pasado, como ya he comentado en alguna que otra reseña anterior, vivimos en el panorama cinematográfico un acercamiento muy interesante a terrenos tan importantes como la búsqueda de la autenticidad, el ser tu mismo, la valentía de tomar decisiones o de simplemente amar, en unos contextos que todavía no estaban preparados para por ejemplo, ver a dos mujeres besarse o cantar a los cuatro vientos que te sientes mujer siendo un hombre. Y en lo que respecta al panorama literario, la cosa está incluso más viva que nunca. En los últimos años hemos sido testigos como las editoriales han ido poco a poco recuperando textos fundamentales en lo que hoy se llama "Literatura LGTB" y de como nuevas caras del panorama literario se han abierto paso a través de historias en las que se aborda la transexualidad, la homosexualidad, el pensamiento Queer y demás temas. Como ya dije en su momento, éste tipo de literatura ya existía, mucho antes de que a la gente le diera por interesarse por estas historias. Sin embargo, y a pesar de que desgraciadamente ha pasado por el filtro de la moda, lo cierto es que ha ayudado a acercar al gran público historias, reales o ficticias, que han pasado desapercibidas hasta ahora y que sin duda, todos debemos conocer. Si antes del verano hablábamos de la falta de visibilidad y de reconocimiento de los pioneros y pioneras en la lucha por los derechos de la comunidad LGTB con el ejemplo de Lili Elbe, tan bien descrito en La chica Danesa, en la reseña de hoy, nos adentramos en un terreno puramente novelístico. El libro del que os voy a hablar perteneció a esa serie de textos recuperados gracias a una adaptación cinematográfica que sin duda merece un lugar de honor en el panorama literario del siglo XX. Carol: cuando la delicadeza se funde con la realidad y las injusticias de una sociedad tradicional.


La historia de como Carol llegó a mis manos tiene dos partes. La primera surge a raíz de la apasionante carrera hacia los Oscars de la Académia que tuvo lugar el pasado 2016. Aquel fue el año en el que por primera vez en muchos años veíamos a dos películas, que abordaban temas tan importantes como actuales, tales como la transexualidad en tiempos de gran rechazo en Europa y las relaciones amorosas que trasgreden a lo que dicta una sociedad conservadora como la de los Estados Unidos de los años 50. Bajo los nombres de Carol y La chica Danesa nos trajeron historias intensas y necesarias para unos tiempos en los que parece que, en vez de avanzar, parece que retrocedemos. De La chica Danesa hablé largo y tendido en una reseña que podéis encontrar si buceáis un poco por este espacio, y aunque se que ya ha pasado un poco el fenómeno, siempre es necesario reivindicar la lectura de ciertos libros, y este sin duda, es el caso de Carol. Nunca había oído hablar del libro,  ni siquiera me sonaba el nombre Patricia Highsmith, y seguí en la más absoluta ignorancia hasta que tuve noticias de la famosa adaptación cinematográfica. Por aquel entonces ya, obviamente, sabía quien era Patricia Highsmith, una de las grandes damas del suspense con títulos famosísimos en su haber, pero que sin embargo, no había logrado hacerme el animo de leerlos. Y si a eso le sumamos que por aquel entonces, una servidora, se encontraba ahondado en uno de mis temas históricos fetiche, el de la situación de la mujer en los Estados Unidos de la década de los años 50-60. Pues así fue, entre lecturas de Betty Friedan y su Mística de la feminidad, me picó la curiosidad por leer Carol, y de posteriormente, si tenía suerte, ver la película. Es aquí donde tiene lugar la segunda parte, que sucedió un 11 de enero del año pasado, el día de mi cumpleaños, tarde en la que mi pareja, como regalo, me ofreció elegir dos lecturas en una de mis librerías favoritas. Y sinceramente, no lo dudé ni un instante. Ese día, El club de la Lucha de Palahniuk y Carol se incorporaron a los estantes de mi apreciada librería personal. Tardé un tiempo, por motivos académicos, en iniciar su lectura, pero cuando lo hice, supe casi al instante, que acababa de adentrarme en una de esas novelas que dejan una profunda e imborrable huella.


En lo que respecta a la crítica personal, comenzaremos diciendo que Carol presenta una lectura muy sorprendente. De buenas a primeras, personalmente me la esperaba ácida, contundente, muy crítica con el momento en el que fue escrita. No obstante, y para bien, me topé con algo diferente, un estilo embriagador, elegante, armonioso, muy fluido, delicado y hermoso. Algo que unido a la perfección de su calidad literaria hace de Carol una novela tan particular como perfecta. Eso no quita que esté exenta de crítica, la cual está presente de principio a fin, pero ésta se equilibra con la excepcional pluma de Highsmith. Ya lo dicen, compromiso y calidad nunca están reñidos, y Carol es el mejor ejemplo de ello. Seguidamente, es importante resaltar la trabajada construcción de sus personajes, sobretodo de los principales: Carol y Therese. Dos entornos, dos historias, dos pasados, dos ámbitos sociales, dos almas que buscan, dos caracteres, dos corazones...En definitiva, dos mujeres auténticas, que aman, como todo el mundo, más allá de los convencionalismos sociales, más allá de el por qué, y que juntas, sortearán lo que haga falta para lograr ser felices. Da igual cuanto de alta o molesta sea esa piedra, ellas son capaces de todo, incluso en los momentos más difíciles. Sobran las palabras, tanto Carol como Therese son lo mejor de la novela. La una por su inseguridad y timidez, la otra por su valentía y decisión. Ambos personajes se acompasan de un modo perfecto en la narración, fundiéndose, distanciándose, volviéndose a encontrar...Muy pocas veces he leído una novela en la que se narrase una historia de amor tan auténtica y exenta de tabúes, como debe ser, sin caer en lo empalagoso o en falsos idealismos. Es cierto que hay secundarios importantes, pero quedan eternamente ensombrecidos ante el poder de atracción que irradian Carol y Therese. En relación con ello, el contexto y el tiempo en el que la autora ha decidido ambientar la historia son absolutamente determinantes y juegan un papel crucial. Estados Unidos, años 50, una ciudad como Nueva York, auge de la clase media, conservadurismo, la edad dorada de la American way of life...Sin duda, el espacio perfecto para que apareciese una novela de este estilo, una época a la que la autora asiste en persona, aportando una mirada interesante y que destaca por su atrevimiento y su, hasta ese momento, valentía al narrar una historia de amor entre dos mujeres. El saber que Patricia Highsmith publicó esta novela bajo un pseudónimo y que en un principio se titulaba "El precio de la sal" ya nos da una idea del panorama social de por aquel entonces, aunque en su momento, afortunadamente, logró de un éxito sin precedentes. El contexto actúa como un personaje más que envuelve a Carol y Therese, asfixiándolas unas veces y lanzándolas a la libertad cuando éste les da un respiro. A modo de recopilación, concluiremos diciendo que Carol es una novela audaz, que aborda las relaciones de pareja tal y como son y que supone un punto de partida para una educación en valores tan necesarios como el respeto y el arrojo.


Finalizando con la tradición reflexión personal, he de confesaros, lectores y lectoras, que por un momento dudé. Debido a los recientes acontecimientos políticos que últimamente están sacudiendo el mundo, he estado a punto de variar en el tema a debatir y a abordar desde la máxima sinceridad y el máximo respeto. Sin embargo, hace tan sólo unas horas, y tras haberme despejado caminando al aire libre, he encontrado un punto de conexión que espero que satisfaga mis ganas de exponer mis opiniones. Etiquetas, el mundo está plagado de etiquetas, y no me refiero a las que podemos encontrar cuando compramos ropa nueva, sino a las que usamos para designar o hablar de comunidades, épocas históricas, formas de ejercer el poder, de controlar la economía, de formas de expresar una idea...En el mundo del arte es muy habitual encontrarnos con términos como impresionismo, cubismo, dadaísmo, romanticismo o realismo. Todos esos ismos engloban diferentes formas, técnicas o temas con los que se elaboró una pieza literaria o artística en un momento concreto del pasado. En lo que respecta a la historia también sucede, términos como Prehistoria o Edad Media abarcan etapas cronológicas, y dentro de ellas podemos incluso encontrar subdivisiones, en su mayoría, condicionadas por los avances políticos, económicos, sociales o culturales. Las etiquetas también se extienden a la política, últimamente se nos vendrá a la cabeza "populismo", pero socialismo, anarquismo, neoconservadurismo o liberalismo también lo son. Reconozco que las etiquetas son útiles a la hora de ampliar conocimientos y son unas excelentes herramientas de búsqueda, no obstante, cuando éstas traspasan y se introducen en el ámbito social, se convierten en envoltorios en los que metemos, a veces sin conocimiento, a muchas personas que forman parte de la sociedad. Si eres mujer y te gustan las mujeres eres lesbiana, si por el contrario te atraen los hombres eres eterosexual. Si un hombre se besa con otro, automáticamente eres gay, y si son mujeres, obviamente eterosexual. Y si te gustan los dos sexos, entonces eres bisexual. Por no hablar de los transexuales, terreno pantanoso para muchos ignorantes que designan con ese término sólo a los hombres que se visten de mujer, cuando es mucho más que eso. Vivimos en una sociedad en la que enseguida etiquetamos todo, y en la que pretendemos crear tendencia mundial con términos que lleven un significado detrás y que amparen con ellos, a muchas personas. Y también, por si ha pasado desapercibido, en la que en lo que respecta a las orientaciones sexuales también se ven sometidas a la dictadura de la etiqueta. Las personas somos eso, personas, con unas ideas, una personalidad y una vida sexual determinada. Y no por ello obligatoriamente nos debamos adscribir a una etiqueta bajo la que significarnos. Como bien refleja Carol, puedes ser una mujer y amar a otra sin considerarte lesbiana, simplemente un ser humano que se ha prendado de otro ser humano. Uno no se enamora de una persona por ser chico o chica, sino por cómo es esa persona y lo que nos aporta. En definitiva, las etiquetas como hemos visto, tienen su utilidad, pero hay que usarlas con conocimiento de causa, sin caer en las generalidades o en los estereotipos que éstas puedan englobar. Además de no ser tan cuadriculados, ser más abiertos, y más en los tiempos que corren, donde en vez de ir hacia adelante, no hacemos que retroceder a pasos agigantados.

Frases o párrafos favoritos:

"¿Era amor lo que sentía por Carol? Y que absurdo era que ni ella misma lo supiese. Había oído hablar de chicas que se enamoraban unas de las otras y sabía qué tipo de gente eran y el aspecto que tenían. Ni Carol ni ella eran así. Pero sus sentimientos hacia Carol coincidían con todas las descripciones."

Película/Canción: el año pasado se estrenó la adaptación cinematográfica de Carol, bajo la dirección de Todd Haynes y con las maravillosas interpretaciones de Cate Blanchet y Rooney Mara dando vida a Carol y Therese respectivamente. La película recibió el alago del público y de la crítica, pasando con éxito por festivales como el de Cannes y siendo nominada a algunos premios Oscar. Sin embargo, muchos, incluida una servidora, todavía no entendemos cómo no fue nominada en la categoría de mejor película y que además se fuese de vacío. Simplemente inexplicable.


¡Un saludo y a seguir leyendo!

martes, 17 de enero de 2017

RESEÑA: Historia de las abejas.

HISTORIA DE LAS ABEJAS

Título: Historia de las abejas.

Autor: Maja Lunde (Oslo, 1975) es escritora y guionista, conocida por su trabajo para algunas de las series más populares de la televisión noruega. Ha publicado tres libros infantiles y una obra juvenil, Battle. En 2015 triunfa con su primera novela para adultos, Historia de las abejas, ganadora del Norwegian Booksellers´Prize 2015, convirtiéndose en la primera escritora noruega debutante en recibir este prestigioso galardón. La novela será publicada en dieciséis países.


Editorial: Siruela.

Idioma: noruego.

Traductor: Kirsti Baggethun y Asunción Lorenzo.

Sinopsis: en la Inglaterra de 1852, William, un naturalista y comerciante de semillas que no pasa por su mejor momento, lucha por desarrollar un tipo de colmena totalmente nuevo que les valdrá a él y a sus hijos fama y respeto. George es un apicultor de los Estados Unidos que en 2007 pone todas sus esperanzas en que su hijo universitario continúe con el sacrificado negocio familiar. En la China del año 2098, donde las abejas han desaparecido y con ellas el mundo tal y como se conocía, Tao se dedica a la polinización manual, con el deseo de dar a su hijo una vida mejor que la suya.

Su lectura me ha parecido: intensa, poderosa, interesante, ágil, original, bien estructurada, crítica, muy reflexiva, que invita a la concienciación...Unos días antes de que me pusiera frente al ordenador para redactar esta reseña, estuve viendo, por vez tercera o cuarta la película Avatar. Era un domingo por la tarde, sin ganas de hacer nada, y puestos a elegir, opté por pasar un rato viendo una de esas películas que hacen historia de alguna forma u otra. En su momento, Avatar supuso un gran acontecimiento cinematográfico y toda una revolución en el cine de por aquel entonces. No sólo por la técnica empleada, por los espectaculares gráficos o por sus históricas nominaciones a los Oscar de aquel año; Avatar logró captar la atención del espectador también con un sub tema que, parece pasar desapercibido, pero que está presente en todo el metraje. Avatar es un canto a la naturaleza, al anti imperialismo, a la preservación del medio ambiente, y por extensión, a las demandas ecológicas. Fue una de las primeras películas mediáticas que introdujo uno de los mayores problemas y debates de por aquel entonces y del que todavía se sigue hablando a día de hoy. Luego, el tema del ecologismo, apareció en algunas novelas, aunque la tradición arrancase de mucho más lejos, pero fue en el siglo XXI cuando este tipo de libros de ficción ecologista empezaron a lograr adeptos y obtener algún que otro reconocimiento. La novela que hoy tengo el placer de reseñaros podría insertarse dentro de este grupo, en el que se usa la ficción para concienciar de la urgencia del problema y en el que unos insectos tan molestos como cruciales toman el protagonismo que se merecen. Historia de las abejas: homenaje y tragedia descritos en una atemporal lectura.


Historia de las abejas llegó a mis manos gracias a la Editorial Siruela, sin embargo, Historia de las abejas logró ocupar un estante privilegiado en mi biblioteca particular debido a una curiosidad, a un interés que a medida que pasaban los años iba en aumento. Una servidora es una apasionada de la naturaleza, soy de las que le encanta pasear por el campo, realizar alguna ruta senderista, comer, merendar o almorzar en la naturaleza y de las que se queda embobada con algún entorno que me parezca sumamente espectacular. Sin embargo, tengo un pequeño problema, y es que tengo miedo a las alturas, por lo que esto me ha limitado un poco a la hora de subir a ciertos lugares. Ese miedo no me viene de lejos, pero sin duda, es realmente perjudicial si lo que pretendes es pasar un buen rato y disfrutar de una actividad. En mi pueblo, el lugar en el que veraneo desde que tengo uso de razón, me inculcó ese amor por el paisaje y por el bosque, sin duda, uno de mis entornos favoritos, un lugar en el que perderse y que resulta inspirador, sobretodo para una escritora en potencia. Desde que era bien pequeña me inventaba historias, y me metía en ellas como uno más, un personaje más de mis aventuras particulares. En esta sociedad en la que no se valoran otras virtudes que se salgan de la norma se vería extraño, pero lo cierto es que fue en ese entorno donde empecé a desarrollar mi imaginación, algo que recordaré con ternura siempre. El caso es que, con el tiempo, me empezó a interesar bastante las novelas en las que el paisaje tuviese muchísima presencia, y de hecho, durante una etapa relativamente corta me dio por leer libros de ese estilo. No obstante, y a medida que crecían mis exigencias como lectora, busqué otro tipo de historias, en las que por supuesto el paisaje actuase como un personaje más. Fueron muchos los intentos y los libros decepcionantes hasta llegar a Historia de las abejas, cuya sinopsis leí con gran interés. Creía estar ante un buen libro, que a lo mejor no llegaba al sobresaliente, pero que de seguro no estaría vacía de contenido. La novela llegó a los pocos días a mi casa, y aunque tardé en adentrarme en sus páginas, el resultado fue bastante sorprendente e inquietante.


En lo que respecta a la crítica propiamente dicha, comenzaremos diciendo que Historia de las abejas presenta una lectura ágil, ligera, pero sosegada al mismo tiempo. Se nota a la legua que la intención de la autora es la de concienciar, por lo que de nada le sirve sucumbir a un estilo demasiado recargado ni demasiado simplón. Pretende, en resumidas cuentas, ir al grano pero con el máximo de información posible. Seguidamente, la estructura de la novela me parece la más idónea para narrar una historia así. Tres historias diferentes, tres tiempos cronológicos distintos (1852, 2007 y el 2098), tres lugares diferentes (Inglaterra, Estados Unidos y China)...Pero todas ellas con el mismo nexo en común: las abejas. Sin duda, el personaje más importante de toda la novela. Pocas veces he leído un libro en el que un animal, en este caso un insecto, cobre el protagonismo y el abrumador simbolismo que en el libro de Maja Lunde. En esta novela, la autora no sólo nos describe la vida y el funcionamiento de estos pequeños seres, también nos describe su importancia en cada una de sus páginas, dejando claro de una vez por todas lo importantes que son para la supervivencia de la raza humana y del ecosistema en general. Por otro lado, en Historia de las abejas se abordan temas tan diversos y tan urgentes como la dedicación, el tesón, el amor por el trabajo, el sacrificio, la familia, la estabilidad económica, la esperanza...Pero si hay uno que destaca especialmente ese es la agricultura, ya no la apicultura en concreto, sino también lo que la envuelve, que no es otra cosa que el duro trabajo en el campo. En el siglo XIX vemos como a pesar de que ésta es necesaria para el sustento de un país como Inglaterra, la industrialización empieza a comer terreno a la actividad agraria. En el 2007 observamos ya ese desequilibrio, pero además, la falta de preocupación por parte de las nuevas generaciones por todo lo que tenga que ver con el trabajo en el campo o con animales, lo que provoca que cada vez menos gente se dedique a ello. Como de alguna forma se rompe la cadena y muchos trabajos, que pasaban de generación en generación, acaban sucumbiendo al poder de otros empleos o de la tecnología. Y por último, en un pasado muy lejano, contemplamos atónitos las consecuencias de haber explotado salvajemente los recursos, de haberlos maltratado, hasta el punto de llegar a extinguirse las propias abejas, mostrándonos una forma de vida que nadie querría experimentar. Eso queda claro nada más te adentras en el primer capítulo del libro. Finalmente, y por recapitular, concluiremos diciendo que en este libro prima más el contenido que la forma. Algo que dependiendo de los casos es muy necesario, y en concreto, si nos referimos a Historia de las abejas, está plenamente justificado.


Llegados a este punto, queridos lectores y lectoras, una servidora se siente en la necesidad de hablar sobre un tema del que todo el mundo ha oído hablar y del que habéis participado activamente, aunque fuese en una simple conversación familiar o con amigos. Desde hace algunos años, tanto los medios de comunicación como los científicos especializados vienen alertando de una peligrosa amenaza, cuya sombra poco a poco se va cerniendo sobre nosotros mismos. Lo llaman, y lo siguen llamando, Cambio Climático, y no son simples palabras que las juntas sin más, sino que ambas llevan consigo muchas implicaciones a las que todos y todas debemos prestar atención. Hablan de una progresiva desertización, de la desaparición de especies vitales para la raza humana, de inviernos más fríos, de veranos más cálidos, de un vertiginoso aumento del nivel del mar, del deshielo del ártico, de aumento de las catástrofes naturales... Y lo peor de todo, además de que es cierto, parece que el ser humano parece pasar olímpicamente de estos temas. Es difícil escapar al sistema, no lo niego, al fin y al cabo, estamos todos y cada uno de nosotros atrapados por él, en esa telaraña de despropósitos que o bien no nos cuentan o lo sabemos pero no hacemos nada por remediarlo. Supongo que esta es otra de las consecuencias de la alienación a la que nos tienen sometidos los que más mandan en el mundo, por encima de los respectivos presidentes y por encima de cualquier organismo internacional. Hay quién no quiere verlo, y también, quien pretende desacreditarlo, algunos ya se han posicionado y ven una mentira el cambio climático, una estafa para implantar el ecologismo a todos los niveles. En Historia de las abejas se avista el problema, se debate y después, cuando es demasiado tarde, se tiene que vivir con ello, con la impotencia de no haber sabido gestionar mejor el problema, con la sensación de que parte de nosotros se ha muerto en el camino, en un camino que desgraciadamente ya no tiene retorno. Nunca en este espacio de crítica y opinión hemos abordado el tema del cambio climático, algo que de verdad me sorprende, pues, debería hablarse más de ello para concienciar y desmentir bulos que algunos multimillonarios pretenden difundir en favor de sus intereses, en beneficio de un egoísmo que a la larga puede matar. Yo no se si llegaré a ver las consecuencias de nuestros desorbitados actos, pero de lo que estoy segura es que no me gustaría vivir en un mundo como el que plantea la autora en el 2098, un futuro desolador, donde la oscuridad no deja espacio para la luz del sol y en el que sólo hay lágrimas de profundo arrepentimiento. Historia de las abejas: una historia de amor, naturaleza, sacrificio, renuncia, impotencia, sueños, ilusiones, desazón, esperanza...Una novela cuya moraleja debe hacernos reflexionar.

Frases o párrafos favoritos:

"Evité mirar el reloj. Sabía que no servía de nada. Lo único cierto era que con cada flor que rozaba con el cepillo, la tarde estaba un poco más cerca. Y también es la única hora que disfrutaba cada día con mi hijo. Esa hora era todo lo que teníamos, y en esa hora, yo a lo mejor podía aportarle algo diferente. Sembrar una semilla que le proporcionara esa posibilidad que yo nunca había tenido."

Película/Canción: existen muchas películas y documentales que abordan el tema del cambio climático, pero sin duda, la mejor de todas es Una verdad incómoda. Un documental producido por Al Gore y que en su momento logró gran impacto mediático. Hoy por hoy es uno de los mejores documentales sobre el tema.


¡Un saludo y a seguir leyendo!

Cortesía de Editorial Siruela

viernes, 13 de enero de 2017

RESEÑA: El enemigo en el espejo.

EL ENEMIGO EN EL ESPEJO



Título: El enemigo en el Espejo.

Autor: Leif Davidsen (Isla de Fionia 1950), ha viajado por todo el mundo y ha sido corresponsal para la televisión danesa en varios países: trabajó en España en 1977 como periodista para la cadena nacional. En 1980 fue destinado como corresponsal en Rusia. Fue redactor jefe del servicio de noticias extranjeras de Danmaks Radio. En los 90 se encargó de una popular serie de televisión que retrataba la Dinamarca del momento. Sus thrillers políticos son grandes éxitos de ventas en Dinamarca y algunos han sido traducidos a varias lenguas. Desde 1999 Davidsen vive en Copenhague, con su esposa, dedicado a la carrera literaria al tiempo que sigue colaborando en los medios de comunicación de su país. Obras suyas son El danés serbio o La foto de Lime. El enemigo en el Espejo recibió excelentes críticas en Dinamarca, pero el temor a una amenaza islamista ha hecho que pocos editores internacionales hayan querido traducir la obra.


Editorial: Funambulista.

Idioma: danés.

Traductor: Sergio Torremocha.

Sinopsis: el 11 de Septiembre de 2001, el terrorismo islamista sacude todo el planeta en Nueva York. Occidente se moviliza para contrarrestar la amenaza terrorista. Vuk, el serbio-danés protagonista de esta novela, antiguo sicario a sueldo de algunos servicios secretos, vive bajo otra identidad en Estados Unidos con su mujer y sus hijos. La CIA lo descubre en una de sus pesquisas y le brinda la posibilidad de no ser extraditado a Dinamarca por sus asesinatos: colaborar en esta nueva guerra contra el mal del lado americano, a cambio de su inmunidad. Esta última misión de Vuk lo llevará a Dinamarca y a España tras la pista de un elemento importante dentro de Al Qaeda. Pero el destino pondrá en su camino al comisario danés Toftlund, su antiguo antagonista, que no olvida nada del pasado de Vuk.

Su lectura me ha parecido: trepidante, pausada, tensa, interesante, demasiado descriptiva, de rabiosa actualidad, completa, impactante, sugerente, necesaria...Queridos lectores y lectoras, hoy os quiero hablar de un momento, de un instante, de unas imágenes que dieron la vuelta al mundo en cuestión de segundos. Cuando aconteció era todavía muy pequeña, me encontraba todavía en el colegio y en un universo propio en el que poco importaba lo que estaba pasando en el mundo. Tanto es así que aquel señalado día, cuando llegué a casa para comer antes de volver al colegio, los dibujos animados acompañaron, como cada medio día, a las comidas nutritivas y llenas de vitaminas. Al final de ese día, y casi por sorpresa, me enteré de lo que había pasado, sin embargo, tampoco le presté tanta atención, aunque si recuerdo lo impactante que fue observar como dos aviones impactaban de lleno contra dos rascacielos en pleno Manhattan, y como éstas, acabaron por venirse abajo, generando una inmensa nube de polvo que parecía engullir a la ciudad por completo. En aquel momento, como ya he comentado, estaba aún en la más tierna infancia, y no fui consciente hasta años después de la importancia de dicho atentado. Como tampoco de sus conecuencias, de las más inmediatas y de las que tardarían un tiempo en llegar. Antes del 11S el mundo era otro, tras el 11S, todo cambió, desde el orden mundial hasta la concepción del mayor enemigo de los Estados Unidos, que como cabía esperar, se extendió a otros países alineados. Hay historiadores que piensan que todavía nos hayamos en la edad contemporánea, que se inició con la Revolución Francesa y que se extiende hasta nuestros días, una servidora, en mi más humilde opinión, pienso que desde ese día, la historia entró en una nueva era. Un tiempo dominado por las nuevas tecnologías, por internet, por los vertiginosos cambios, por la inmediatez y por una nueva psicosis. Aquel 11 de septiembre de 2001 nada volvió a ser igual, algo que se refleja en El enemigo en el espejo: un thriller de los de toda la vida, y con reflexión añadida.


La historia de como El enemigo en el espejo llegó a mis manos fue simple, pero me gustaría permitirme la licencia de contárosla desde el principio, el verdadero principio. Como ya he comentado en la introducción, el 11S me pilló de pequeña, a una edad en la que no prestas atención a estas cosas y que vives feliz en tu mundo de inocencia y de juegos infantiles. Sin embargo, el conocido como 11M ya me alcanzó con otra mentalidad, estaba en el penúltimo curso de primaria, pero era consciente de que aquello también marcaría un antes y un después no sólo en mi país, sino también a nivel global. Luego, a medida que vas creciendo y vas leyendo, te das cuenta de la importancia y de como el poder puede obrar auténticas barbaridades, usar los atentados como justificación para que Estados Unidos, y España de paso, entrasen en una guerra absurda como fue la de Irak, cuyas consecuencias y mala resolución del conflicto las estamos pagando actualmente. Luego vino la época de las películas y de alguna novela que abordaba el 11S, todas ellas desde un patriotismo casi enfermizo en las que se ensalzaba a los Estados Unidos como los mejores superando tragedias, pero que en ninguna de ellas menciona su ya conocido carácter vengativo. Luego vino la universidad, donde en los últimos cursos del grado, gracias a una asignatura optativa, empecé a sentir curiosidad por la historia reciente de oriente medio, por la discriminación que la comunidad musulmana sufre en Europa, por la construcción de los estereotipos y por como todo esto esta favoreciendo terriblemente a la aparición de una ultraderecha europea de nuevo cuño y adaptada a los tiempos que corren. Es por ello que como Trabajo Final de Master decidí centrar mi investigación en un caso concreto, el de la islamofobia en Francia a través de las novelas de Michel Houellebecq. Y es en medio de esos meses de investigación, apareció ante mis ojos El enemigo en el espejo. Un libro que ya de por si llama poderosamente la atención, no sólo por su ilustrativa portada, también por una sinopsis que se alejaba bastante de todo lo que había ojeado de ficción que tratase el tema. Poco tiempo después, comencé a colaborar con la editorial Funambulista, que era la que había publicado esta novela, y ante la perspectiva de elegir lecturas para reseñar lo tuve muy claro. Aquella sería la primera lectura de ficción que trataba en 11S que iba a leer, así que con gran interés y curiosidad comencé a leerlo, obteniendo como resultado una sensación más satisfactoria de la que en un principio me esperaba.


Centrándonos en realizar la correspondiente crítica, debemos apuntar en primer lugar que El enemigo en el espejo presenta una lectura pausada, lenta y demasiado descriptiva. Pero no por ello carente de la acción, el misterio y el punto trepidante que ha caracterizado a las novelas de corte policíaco desde que se inventaron. El tema da mucho de si, eso esta claro, sobretodo en los tiempos que corren, pero, y precisamente por ello, Davidsen no puede evitar irse por las ramas en algunos aspectos, describiendo hasta el más mínimo detalle desde la investigación llevada a cabo hasta cosas que resultan superfluas para la trama. Hasta ahí el punto a mejorar para futuros escritos, todo lo demás merece su merecida recompensa. El enemigo en el espejo rezuma auténtica originalidad, por todos lados. La base clásica de la novela policíaca está ahí, y las técnicas propias del thriller literario también. Lo novedoso reside, en este caso, en la elección del tema y el espacio cronológico donde ambientar la historia. Nos encontramos en los primeros años del XXI, donde el mundo está sumido en un estado de anómala calma, pero en el que algunos, a quienes consideraron en su momento chalados o simples charlatanes, ya apuntaban que e avecinaba una nueva era, diferente a la de un siglo XX marcado por la Guerra Fría. Son unos años en los que, tras el 11S, se experimentaron muchos cambios sociales, políticos, económicos e incluso culturales. Un tiempo en el que la alerta fue máxima, y que en cierto modo, reavivó muchos debates y abrió otros nuevos. Un caldo de cultivo perfecto para lanzarse, como magistralmente ha hecho Davidsen, a escribir una novela ambientada en esos momentos, y en la que además, para darle todavía más interés y morbo, su principal trama sea una investigación policial contra el terrorismo islámico. En fin, miel sobre hojuelas. Y lo mejor de todo es que a pesar de las extensas y a veces innecesarias descripciones, Davidesen consigue que el lector siga la historia hasta el final, sin despegar los ojos del papel. Seguidamente, en El enemigo en el espejo se aborda muy bien la cuestión de la población musulmana en Europa, el proceso de adaptación a una cultura y como ésta parece rechazar ciertas poblaciones que vienen de fuera. El autor habla en concreto de su Dinamarca natal, donde paradójicamente en la actualidad es uno de los países donde el ascenso de la ultraderecha es cada vez más acusado. Así mismo, el libro habla sobre ello, y más concretamente el tema de situación de la mujer musulmana, un tema que en autores de occidente pasa totalmente desapercibido y del que es necesario hablar para descartar estereotipos y tópicos. Finalmente, la novela rebosa de información, lo que denota el gran trabajo de documentación que Davidsen ha realizado para la redacción de esta novela.


En lo que respecta a la reflexión puramente personal, he de reconocer que he tenido un dilema. Existían dos temas que la novela me sugería y que me pedían a gritos que los abordase en este último párrafo. Así que en esta ocasión, trataré de ser lo más sintética posible para que ambos aparezcan plasmados en estas líneas. Más allá de lo que me haya podido parecer la lectura de esta novela, El enemigo en el espejo retrata uno de los aspectos más definitorios y que caracteriza plenamente a la época post 11S, una cronología que arranca de ese día y que podría extenderse hasta la mismísima actualidad, incluyendo el día de hoy y los que vendrán. Además de los avances tecnológicos y el cambio en la concepción de las relaciones sociales, lo que también caracteriza a este siglo XXI tras el fatídico atentado es la psicosis. Pero no la psicosis que tan magistralmente nos ha legado Hitchcock, concentrada en un sólo personaje de la película, más bien una psicosis más amplia, a nivel colectivo. Y esto no es nuevo, ni mucho menos, si dirigimos un momento la vista atrás comprobaremos como en algunos países de Europa, pero sobretodo Estados Unidos, se vivió un estado de permanente psicosis, donde todo lo relacionado con el comunismo era visto como el mismísimo demonio en persona. Hoy en día seguimos en ese estado de psicosis, con tintes tal vez más sugestivos y obsesivos tal vez. Pero existe una diferencia, antes para Estados Unidos y los países alineados el enemigo procedía de países del este y entonaba la internacional, ahora es musulmán y recita el Corán. Todo esto ha llevado, desgraciadamente, a que occidente acabase por construir estereotipos adaptados a los nuevos tiempos para referirse a los musulmanes, y por extensión a la población árabe en general. Una visión adulterada y donde caben toda clase de falsedades y descalificaciones sin venir a cuento que sólo genera odio y rechazo a una población que nada tiene que ver con las sangrientas acciones protagonizadas por un grupúsculo radicalizado. Por todo ello, y como ya hice en su momento en la reseña de Sumisión de Michel Houellebecq, desde aquí pido que no volvamos a caer en el error de dejarnos llevar por esta construcción interesada. Y digo volver porque Europa ya lo cometió una vez, con diferente víctima, pero con un verdugo que parece haber resucitado del pasado para seguir sembrando odio contra quienes no han hecho absolutamente nada. Hoy es Trump, mañana puede ser Le Pen, por lo que más que nunca debemos ser conscientes de ello. No repitamos la historia, no consintamos que se discrimine y que se estigmatice. El enemigo en el espejo: una historia de investigación, terrorismo, sospechas, incógnitas, psicosis colectiva, compañerismo, libertad, venganza, asuntos del pasado...Uno de los libros que mejor describe el clima político-social actual.

Frases o párrafos favoritos:

"- Hoy es martes, 11 de septiembre.
El japonés tradujo, el jefe dijo algo y todos empezaron a reír.
- ¿Qué le resulta tan divertido? - inquirió John.
- Discúlpeme. Kujoyanki-san dice que mientras estemos en el desierto, la fecha no tiene importancia alguna. Ahora, regresemos al mundo. Esto es muy raro. Tal vez porque nuestras experiencias nos han transformado, pero...¿y el mundo? El mundo sigue siendo como siempre fue. Eso es lo que resulta tan extraño, John-san."

Película/Canción: hasta que eso se produzca, os dejo con la pieza de BSO que me ha acompañado durante la redacción de esta reseña.


¡Un saludo y a seguir leyendo!

lunes, 9 de enero de 2017

RESEÑA: La novia del Lobo.

LA NOVIA DEL LOBO

Título: La Novia del Lobo.

Autor: Aino Kallas (Víborg, Finlandia 1878 - Helsinki, Finlandia 1956) fue una destacada escritora finlandesa-estonia. Sus novelas están entre las mejores piezas de la literatura finlandesa. Su padre fue uno de los primeros en publicar poesía escrita en lengua finlandesa. A pesar de escribir su obra en finés, con frecuencia trató temas relacionados con Estonia, como en su obra más conocida La Novia del Lobo. Vivió en Londres de 1922 hasta 1934, mientras su marido era embajador de Estonia en el Reino Unido. En la década de 1950 se publicaron sus diarios comprendidos en el periodo 1897-1931.


Editorial: Nórdica Libros.

Idioma: finés.

Traductor: Luisa Gutiérrez.

Sinopsis: esta legendaria historia nace de los viejos mitos de los hombres lobo de Estonia, pero cuenta en realidad, mucho más que eso: es también una metáfora de la ausencia de libertad de las mujeres en el siglo XVII. El relato se sitúa en Hiiumaa, una isla en el oeste de Estonia, y comienza con un guardabosques llamado Priidik que observa a un grupo de mujeres del pueblo que lavan a sus ovejas y se enamora de la joven doncella Aalo.

Su lectura me ha parecido: intensa, ligera, mágica, penetrante, reflexiva, crítica, libre, original, sorprendente... Queridos lectores y lectoras, como todos muy bien sabemos, el peso de la tradición sigue siendo muy fuerte en la época actual. Esto se nota no sólo en lo que nos rodea, también, y aunque no seamos conscientes, en nuestra forma de ser y actuar como personas. Fiestas, costumbres, acciones...Todas ellas las interiorizamos desde que tenemos uso de razón y casi sin darnos cuenta. Es cierto que no toda la tradición es buena, la hay que es denigrante y que merece ser criticada o incluso erradicada, sin embargo, otras, por más que lo intentemos, siempre van a aparecer de un momento a otro a lo largo de nuestra existencia. Uno de los cauces más importantes de transmisión de toda esta tradición es sin duda la oralidad, es decir, el contar de generación en generación historias que se remontan a tiempos inmemoriales, y que a pesar de su antigüedad, siguen tan vivas como hace cien años. Ese intercambio y herencia cultural la han sabido atesorar y reunir muy bien muchos autores célebres de la literatura universal, haciendo que cuentos como Caperucita Roja o Los músicos de Bremen sean hoy en día auténticos clásicos. Todos ellos no sólo transmiten historietas sin más, sino toda una filosofía y unas enseñanzas que nos hablan del pasado y de como vivían las personas en aquel lejano tiempo. El libro que hoy tengo entre mis manos pertenece a esa categoría, y aunque no sea tan famoso como lo puede ser La Cenicienta, espero que la crítica que esconde y su acercamiento al pensamiento del siglo XVII no pase desapercibida para nadie. La Novia del Lobo: naturaleza, magia y costumbres ancestrales en una hermosa narración.


La historia de como La Novia del Lobo llegó a mis manos aconteció hace poco, concretamente antes de estas navidades que ya hemos dejado atrás. Conocía desde hace un tiempo las publicaciones de la editorial Nórdica Libros, y la verdad, desde que vi algunos de sus títulos expuestos en las librerías, siempre quise acercarme a alguno de ellos, en especial a los pertenecientes a autores escandinavos, por algo se llama así la editorial. Tenía otros libros en mente cuando de pronto, La Novia del Lobo se cruzó en mi camino. Fue obviamente en una librería, en una del centro concretamente, donde observé la belleza de su portada por primera vez. En ese momento me fue imposible apartar la mirada, sostenerlo entre mis manos y quedar asombrada por la originalidad de sus ilustraciones. La verdad es que todo ello, junto con una sinopsis la mar de apetecible, hicieron que una servidora se prendara de ella, hasta el punto de que durante el pasado año la busqué por algunas de las bibliotecas públicas que suelo frecuentar, desgraciadamente sin éxito alguno. Ante aquel panorama desolador, ya pensaba que La Novia del Lobo iba a formar parte de esa lista que todos y todas tenemos de lecturas imposibles. Sin embargo, un día, cercano a las fiestas de navidad, logré hacerme por fin con un ejemplar. Fue en la biblioteca principal de mi ciudad, y para mi sorpresa, lo encontré sobre una estantería en la sección infantil, algo que, conociendo previamente la sinopsis, me sorprendió y alegró a partes iguales. La Novia del Lobo fue una de mis lecturas navideñas, y por poco casi se convierte en la última del año. Una experiencia lectora que ha conseguido hacerse un hueco en el exigente y selecto club de mis imprescindibles.


En lo que respecta a la crítica, empezaremos diciendo que La Novia del Lobo presenta una lectura ligera, ágil, pero pausada en los momentos de mayor tensión narrativa, por lo que en resumidas cuentas no nos encontramos ante un libro de gran complejidad formal. Tal vez Kallas lo quisiese intencionadamente de este modo, pues, el cuento o el relato breve es sin duda uno de los mejores formatos para plasmar ideas, en poco espacio si, pero con claridad. Por otro lado, el cuento, como bien hemos comentado en más de una ocasión, no es sinónimo de simpleza, sino que en él, si se domina el género, la profundidad y la belleza tienen cabida. La Novia del Lobo es un hermoso y sutil ejemplo de ello, en una trama a priori sencilla, la autora introduce elementos de crítica social y da rienda suelta a su pluma para introducir al lector en el entorno en el que se va a mover, el cual, según denota la prosa de Kallas, posee un encanto espectacular. Además, el hecho de jugar con un estilo muy cercano al cuento tradicional y de fácil lectura, puede atraer a lectores cuyo espectro de edad es muy amplio. Por eso, tras haberlo leído, entendí el por qué encontré este ejemplar en la sección infantil-juvenil de la biblioteca a la que acudí, sin duda, un gran acierto por parte de los trabajadores. Seguidamente, La Novia del Lobo se caracteriza por la belleza de los paisajes en los que Kallas ha decidido ambientar la historia. No hace una descripción muy pormenorizada de los mismos, por lo que deja al lector la libertad de poder imaginar como eran aquellos bosques, aquella isla, aquellos lugareños, aquellos lobos...De hecho, una vez acabé de leer el cuento, una servidora no pudo evitar buscar en internet paisajes de Estonia, muy especialmente la isla de Hiiumaa, donde transcurre la historia, y enamorarme al instante de una naturaleza salvaje y perfecta en todos los sentidos. En relación con todo ello, en La Novia del Lobo se aborda el tema de la tradición desde la perspectiva que todos conocemos y no al mismo tiempo, es sorprendente apreciar como en Estonia durante la edad Moderna se creía en la existencia de los hombres lobos, identificándolos con seres malignos que expanden el mal allá por donde van. Esto es así porque eran los que causaban las muertes de ganado e incluso de algún ser humano, de ahí que aquellos hombres y mujeres de antaño creasen leyendas para poder protegerse de una amenaza real, sirviendo de este modo de advertencia para las futuras generaciones. Aino Kallas en La Novia del Lobo recoge con gran maestría esa tradición supersticiosa para darle, como ahondaremos a continuación, un sentido mucho más profundo del que aparenta. Por último, agradecer a Nórdica Libros por haber tomado la decisión de editar esta historia con bellas ilustraciones que, sin duda, acompañan a la perfección con la historia y la esencia de la misma. Mis más sinceras felicitaciones a Sara Morante por su esplendido talento.


Para poner punto y final a la redacción de esta reseña, debemos detenernos en la crítica que subyace de la lectura que hoy he presentado ante todos vosotros. En La Novia del Lobo, como ya he comentado en el anterior párrafo, se habla de superchería. de leyendas terroríficas que pretendían contener y condicionar a toda una comunidad, de peligrosa brujería, de combate contra dicho mal. Todos tenemos en la cabeza la imagen de alguna película donde se ha representado una quema de brujas medieval, incluso conocemos algún personaje histórico que ha sufrido esta terrible muerte. Pero hay que comentar que estas prácticas se extendieron durante toda la edad Moderna, y aunque en las sociedades contemporáneas es una práctica que ha quedado afortunadamente obsoleta, todavía existen comunidades rurales donde creencias como estas persisten y cuyo castigo al que osa coquetear con el mal, es un brutal escarnio público. Pero más allá de eso, debemos darnos cuenta, queridos lectores y lectoras, que el delito de brujería queda aparejado es su mayoría al género femenino. Existieron hombres condenados por dicho delito, sin embargo, y como he mencionado antes, todos tenemos en nuestra cabeza la imagen de una mujer devorada por las llamas en tiempos medievales o modernos. Y esto es así seguramente porque a los hombres, que eran los que ostentaban el poder, les interesaba mantener a sus mujeres a raya, sumisas y calladitas. Metiéndoles el miedo en el cuerpo a través de la religión y las leyendas, se conseguía que el género femenino permaneciese silencioso, mientras que a los hombres les correspondía la heroica tarea de luchar contra ese mal, y pobre de la mujer que quisiese combatirlo o la que quisiese desmarcarse de la norma, entonces se convertía automáticamente en bruja. Incluso a día de hoy, que no se condena a la hoguera, se suele usar el término "bruja" despectivamente contra la mujer. En La Novia del Lobo, como en todos los cuentos, todo esta medido al milímetro y en todos se esconde un mensaje crítico con su tiempo o una intención clara y deliberada. En el caso de este libro, Kallas muestra a través del personaje de Aalo a esa mujer que, por decisión  propia, decide acercarse a los lobos y a lo salvaje, donde encuentra un espacio menos viciado por las creencias y donde se siente feliz, más feliz que con los seres humanos, más feliz que con un marido obsesionado con las leyendas y la religión. Una mujer que intenta ser libre, una mujer que no dista mucho de las de aquel convulso siglo XIX que vio nacer y crear a la autora y que no se diferencia de muchas mujeres con las que podemos cruzarnos por la calle. Una crítica concisa y sin dejarla a la libre interpretación que sacude conciencias y visibiliza el atemporal problema de la libertad femenina. La Novia del Lobo: una historia de descubrimiento, conciencia, rebeldía, libertad, naturaleza, peligro, creencias religiosas...Un cuento crítico que debería tener mayor visibilidad en el mundo actual.

Frases o párrafos favoritos:

"Esta es la historia de Aalo, esposa del guardabosques Piidik, transformada en lobo por Satán, que adoptando dicha forma huyó de su legítimo marido internándose en el bosque, donde convivió con bestias salvajes y con el Diabolus sylvarum, o demonio del bosque, y fue por ello llamada entre los campesinos la Novia del Lobo."

Película/Canción: aunque sería una idea muy interesante adaptar este cuento al cine o a la televisión, de momento debemos conformarnos con su maravillosa lectura. Hasta que eso suceda, os adjunto la pieza que me ha acompañado durante la redacción de esta reseña. Se trata de una canción conocida y de un grupo español del que soy fan absoluta, espero que la disfrutéis:



¡Un saludo y a seguir leyendo!

miércoles, 4 de enero de 2017

RESEÑA: La Naranja Mecánica.

LA NARANJA MECÁNICA


Título: La Naranja Mecánica.

Autor: Anthony Burgess (1917-1993) desarrolló una intensa carrera como educador en Gran Bretaña y Malasia entre 1946 y 1960. Desarrolló su actividad creativa tanto en el campo de la literatura como en el de la música, alcanzando justa fama como compositor. Escribió música de cámara y algunas obras para orquesta, y publicó entre otros libros un ensayo sobre Joyce, una panorámica de la ficción contemporánea y varias novelas: Enderby por dentro, Nothing Like the Sun, The Waiting Seed, Trémula intención y Poderes terrenales. La mayor parte de su obra literaria se sitúa fuera del campo de la ciencia ficción y de la literatura fantástica, pero su novela más conocida, La Naranja Mecánica, se inscribe precisamente en este género.

Editorial: Booket.

Idioma: inglés.

Traductor: Aníbal Leal y Ana Quijada (introducción y capítulo 21).

Sinopsis: publicada en 1962, sitúa la acción en el futuro cercano de la década de 1970. En ella se narra la historia de cuatro adolescentes o nadsats, tal como se llaman en la jerga creada por el autor. El protagonista, Alex, y sus amigos, o drugos, viven en un mundo de crueldad y destrucción. Tras la brutal violación de la mujer de un escritor, Alex es detenido y llevado a un centro de rehabilitación, donde será elegido para participar en un novedoso y drástico experimento que pretende que aborrezca la violencia. Una vez reinsertado en la sociedad, el tratamiento tendrá consecuencias impredecibles.

Su lectura me ha parecido: interesante, desconcertante, algo tediosa, muy reflexiva, violenta, impactante, original, inteligente...Como muchos de vosotros sabréis, una servidora se considera una fan absoluta de las novelas distópicas. Tanto es así que en este espacio dedicado a la crítica y al debate he dedicado sendas reseñas a los maestros del género, a saber Orwell, Huxley y Bradbury. Sus atmósferas hostiles, en las que un régimen totalitario controla, vigila, somete y obliga a sus ciudadanos a comportarse de una determinada manera me han parecido desde siempre harto reflexivas e importantes para entender el pensamiento, y ya de paso, la historia del propio siglo XX. Mi pasión por este género me ha llevado a descubrir a otros interesantes autores, entre los que se encuentra el de este libro que hoy reseño ante vosotros. Un libro que, sinceramente, no alcanza la calidad literaria de los autores nombrados anteriormente, pero que sin embargo, su originalidad y debate constante obliga al lector a plantearse muy seriamente algunas cuestiones que, incluso a día de hoy, siguen sucediendo para nuestra desgracia. Un libro en el que el lenguaje es casi más importante que la forma. Un libro que, aunque muchos opinen lo contrario, no puede superar a su extraordinaria y mítica adaptación cinematográfica. En definitiva, como primera reseña del año, he considerado oportuno rescatar la figura y la obra de un autor británico del que en 2017 se cumplen 100 años de su nacimiento. A lo largo de su vida publicó algunos títulos, pero sin lugar a dudas, Anthony Burgess será eternamente recodado por La Naranja Mecánica: lo explícito, la violencia y a reflexión puestas en bandeja.



La historia de como llegó este libro a mis manos, y de como posteriormente, pasó a formar parte de mi librería particular tiene su recorrido particular. Me encontraba haciendo el TFG mientras cursaba mi último curso de la carrera de Historia, y como muchos muy bien sabréis, decidí realizarlo sobre el Totalitarismo visto desde las novelas Distópicas del siglo XX. Para ello, reuní en mi poder libros tan clásicos y tal leídos como Un mundo feliz, 1984 o Farenheit 451. Esos tres iban a ser en un principio los libros en los que iba a basar mi investigación, y de los cuales, extraería conocimientos y saciaría en parte mi curiosidad con respecto a este tema tan fascinante. Cuando acabé con los análisis a las obras mencionadas, y siendo consciente de que me sobraba tiempo y espacio para poder pulirlo y rematarlo, decidí introducir La Naranja Mecánica al trabajo. Lo cierto es que, tras haberme leído una versión bastante vieja que saqué prestada de la biblioteca de mi barrio, pero sobretodo, tras conocer el potencial que esta atesoraba con respecto al tema de las distopías y el totalitarismo, no podía pasar la oportunidad de analizarlo y sacar las conclusiones pertinentes. La verdad es que fue harto complejo, pues no había mucho escrito al respecto, y La Naranja Mecánica se diferenciaba en gran medida de sus antecesores. Durante ese mes que duró ese último empuje a mi investigación, adquirí una edición mucho más nueva y sentí la necesidad de volvérmelo a releer, con fines académicos pero también desde la mirada del lector que disfruta de una buena novela. Al final, y aunque la novela en si resultó no ser lo que esperaba, completó la redacción y presentación de un TFG por el que saqué un 9 como nota final. Tras dicha experiencia y viéndolo desde la perspectiva que da el tiempo, la verdad es que hice un buen trabajo, sin embargo, siempre se me quedó la espinita de entrar más profundamente en el libro, pues, desde mi punto de vista, su lectura encierra más aspectos de los que aparenta. Finalmente, y como todo el que se considere cinéfilo, pude ver la versión de Kubrick, la cual, se convirtió al instante en uno de mis títulos imprescindibles.


En lo que respecta a la crítica propiamente dicha, La Naranja Mecánica presenta una lectura densa, compleja y altamente explícita. Algo que, sinceramente, no me esperaba en absoluto. Supongo que esta especie de choque entre el lector y el libro se produce muy a menudo, y más tratándose de La Naranja Mecánica. Aunque no la hayamos visto, todo el mundo conoce la adaptación de Kubrick, es más, creo que la película se ha convertido en un mito absoluto y en un ejemplo que todo aspirante a director tiene que ver al menos una vez en la vida. Todos conocemos el personaje de Alex, su atuendo, su lenguaje, su sádica y brutal forma de ejercer la violencia, su fanatismo por Beethoven. Y si hacemos un esfuerzo, podemos incluso acordarnos de la famosa escena de la violación, cuya improvisación y libertad de los actores ha suscitado más de alguna leyenda o bulo en el mundo cinéfilo. Dejando a un lado la adaptación cinematográfica, aunque inevitablemente es imposible hacerlo del todo, antes de adentrarme en la novela, pensé que ésta iba a recordarme a la película, y que cuyo ritmo iba a ser igual de frenético y de apabullante. Sin embargo, me topé con una lectura que resultó ser todo lo contrario. Lo explícito estaba ahí, eso es innegable, pero acompañado de una lentitud bastante insospechada que hizo que en más de una ocasión estuviese tentada de abandonar su lectura a mitad. Por otro lado, hemos hablado de complejidad, y si, La Naranja Mecánica, a pesar de todo, posee un elemento que hace que se equilibre la balanza de una forma extraordinaria, y ese elemento es todo el universo que Burgess crea y diseña con una precisión milimétrica. Un espacio en el que encontramos a un Londres sumido en un régimen totalitario de tintes distópicos, pero del que no se sabe mucho hasta que entran en acción los Drugos, y muy en especial Alex DeLarge, a quien acompañaremos a lo largo del libro en sus acciones violentas, en su encarcelamiento, en su transformación durante el experimento y en su inquietante final. Este personaje, sin lugar a dudas, es el más interesante y mejor construido de la novela, si en 1984 o Un mundo feliz por ejemplo encontramos a un héroe que se revela contra el sistema establecido, en La Naranja Mecánica Alex representa el antihéroe por excelencia, es decir, un personaje imperfecto y en este caso abominable, que acaba indirectamente y sin percatarse de ello, haciendo una crítica a un sistema que pretende una terrible alienación. Por otro lado, el libro posee, para más inri, su propio lenguaje inventado, inspirado ligeramente en el ruso. Guba, filosa, drugo, cheloveco, lubilubar, moloco, polear, ubivar o nadsat son algunos de los términos cuyo significado se encuentra, dependiendo de las ediciones, en un anexo al final del libro. Este aspecto le da más profundidad de la que ya muestra con atmósferas lúgubres y las críticas explicitas al modelo totalitario. Finalmente, y a modo de resumen, concluiremos diciendo que La Naranja Mecánica posee un campo de reflexión amplio en el que se abordan temas como la violencia, la alienación, la reinserción, la amistad, la presión social, las obsesiones o las distintas caras del mal.


En este cuarto párrafo, donde ahondamos en la reflexión y en el debate, es imposible no hablar sobre la violencia, uno de esos temas universales y tremendos que la humanidad ejerce en muchas ocasiones y sin pararse a pensar en las consecuencias. La Naranja Mecánica es clara en ese sentido, las escenas de peleas, agresiones o violaciones se suceden sin filtro y sin edulcorante alguno, y seguramente, en esa forma tan descriptiva, y en el propio experimento al que someten a Alex (consistente en reproducir ante sus ojos escenas de gran contenido violento), está el sentido del libro. La Naranja Mecánica se escribió en los años 60, en plena época de la contracultura estadounidense y donde la Guerra de Vietnam comenzaba a hacer estragos en el ejercito americano. Aunque el mundo había pasado ya por otras terribles y sangrientas guerras, la de Vietnam fue la primera que se siguió minuto a minuto por las televisiones, mostrando el horror y los crímenes de una guerra absurda donde Estados Unidos no pintaba nada. Fue tal la conmoción de aquellas imágenes que era lógico que surgiesen movimientos contrarios a la guerra y un sentimiento de rechazo hacia las instituciones de una época caracterizada por lo que se llamó La Guerra Fría. Desde entonces, muchos conflictos han pasado ante nuestros ojos: Afganistán, Ruanda, Serbia, Irak y ahora Siria. Pero desde aquellos años 60 hasta nuestros días, occidente parece haber desarrollado una especie de peligrosa indiferencia hacia lo que sucede más allá de las fronteras europeas o norteamericanas. Podemos estar viendo las imágenes de un bombardeo en Siria donde mueren civiles, entre ellos muchos niños, y quedarnos tan panchos frente al televisor. Sin embargo, por el contrario, se nos pone la piel de gallina y nos entra miedo cuando rememoramos el 11 S, el 11 M, 7 J o vemos las imágenes de los atentados del Charlie Hebdo en París o el de Niza el pasado verano. Esto nos tiene que hacer pensar muy seriamente lectores y lectoras, pues, al fin y al cabo, nos encontramos insertados y devorados por un sistema despiadado que pretende controlar la opinión pública a través de los medios de comunicación y las redes sociales. Tal vez, con este afán de pretender aborrecer o ver normal la violencia en, por ejemplo, oriente medio, se quiere promover algo más perverso, cuyas consecuencias ya estamos observando con el auge de la ultraderecha en Europa y con la elección de Trump en EEUU. A lo mejor Burgess no andaba tan desencaminado, y el exceso de violencia gratuita, provoca una alienación sumisa y peligrosa. La Naranja Mecánica: una historia de sumisión, control, violencia, amistad, traición, reinserción, manipulación... Un libro mítico y que todos deberíamos leer.

Frases o párrafos favoritos:

"La iniciativa la lleva los que saben esperar."

Película/Canción: en el año 1971 se estrenaba una de las películas más polémicas, imitadas y adoradas de todos los tiempos. Una cinta que pasará a la historia por el sello indiscutible de Stanley Kubrick, por su famosa banda sonora y por la magistral interpretación de Malcom McDowell dando vida a Alex DeLarge. La película no se estrenó en todos los países y fue nominada a los Oscars en categorías tan importantes como Mejor película o Mejor director, yéndose de absoluto e incomprensible vacío.


¡Un saludo y a seguir leyendo!