RESEÑA: Los Pilares de la Tierra

LOS PILARES DE LA TIERRA

Título: Los Pilares de la Tierra.

Autor: Ken Follett (Cadiff 1949, Reino Unido). Tras estudiar filosofía en la University College de Londres, trabajó como periodista en el South Wales Echo y en el Evening News. En 1978, con a penas veintisiete años, publicó su primera novela, El ojo de la aguja, que obtuvo gran éxito de inmediato y fue adaptada al cine. Tras este éxito editorial, comenzó a publicar novelas de género policíaco como La clave está en Rebeca o Triple, consolidándolo como escritor de éxito. Pero el verdadero reconocimiento no llegó hasta la publicación en 1989 con la publicación de su novela más famosa Los Pilares de la Tierra, una novela ambientada en la Edad Media que le valió estar entre los libros más leídos durante varios años. Follett también es el autor de Un mundo sin Fin, continuación de Los Pilares de la Tierra y de La Caída de los Gigantes y El Invierno del Mundo, que componen la primera y la segunda parte de la trilogía The Century, cuya tercera entrega está prevista su publicación para 2014.

Editorial: Debolsillo.

Idioma: inglés.

Traductor: Rosalía Vázquez.

Sinopsis: corre el año 1123, el pueblo de Kingsbridge asiste al ahorcamiento público de un inocente que entona una quejumbrosa melodía en francés, la lengua de la nobleza normanda, dirigida a una joven embarazada. La chica, tras el ajusticiamiento, maldice a los siniestros responsables y huye al bosque...Inglaterra se haya sumida en una cruenta lucha sucesoria en la que suceden injusticias como ésa. En Kingsbridge se inicia la construcción de una catedral gótica, el sueño de Tom Builder, un sencillo maestro de obras que quiere erigir un monumento en celebración de la gloria del Señor. Pero los intereses se oponen a tan ingenua empresa, representados por un monje ambicioso y un obispo corrupto empeñados en destruir el proyecto y arruinar la reputación de sus impulsores, darán lugar a un conflicto entre el clero y la monarquía. 

Su lectura me ha parecido: sinceramente, no tengo palabras para describirlo, me quedaría corta al enumerar, uno por uno, todos los calificativos positivos que tiene esta novela que hoy tengo de nuevo ante mi. Para no enrollarme mucho, aunque me gustaría, os lo resumiré en lo siguiente: Los Pilares de la Tierra ha sido una de las mejores novelas de ficción histórica que he leído, por no decir la mejor. Es un libro que me inició a conocer a un autor y a apreciar una forma de escribir que me fascinó desde primer instante. Me hizo amar: a la historia más de lo que yo hubiese imaginado, a la Edad Media, a la Historia Medieval Inglesa y  como no, a la arquitectura Gótica. Accedí a una lectura amena, entretenida, trepidante, romántica, monumental, ágil, misteriosa y hasta erótica. Este libro ha marcado un antes y un después también en mi desarrollo como escritora, fijándome más en los detalles, en las emociones y en darles más fuerza a los diálogos, algo por lo que entre otras cosas, esta novela es excepcional. Como habéis podido comprobar, no estamos ante una novela cualquiera, y que en mi caso, se ha convertido en uno de mis imprescindibles.

Curiosamente, este libro llegó a mis manos no porque me interesase, ni porque tenía muchas ganas de leerlo, ni porque lo viese en una librería, ni por el dibujo de su portada. No, Los Pilares de la Tierra llegó a mi gracias a una recomendación en clase. Estando yo en segundo de bachillerato, el profesor de historia del arte nos habló de este libro cuando tratamos el tema de la arquitectura gótica y nos recomendó su lectura para comprender mejor el esfuerzo y la técnica que se empleaba para la construcción de semejantes templos. A mi personalmente, el mundo medieval ya de por si me gustaba mucho y admiraba el trabajo que costaba levantar catedrales de semejante riqueza tanto artística como arquitectónica. Un trabajo que en la mayoría de casos se desconoce por completo su autoría y que todavía permanece oculta a lo largo de los siglos. Mi madre me dijo que lo teníamos en casa, y como una flecha me dirigí a la estantería. Al principio me asusté un poco al ver las 1053 páginas de las que se componía la novela, jamás me había leído un libro de esas características y temía que fuese un completo aburrimiento, pero mi ávida curiosidad y mis ganas de aprender eran mucho más fuertes, estaba abierta a cualquier reto. Esa misma noche inicié su lectura y no la abandoné hasta pocas semanas después, en las que me pregunté ¿cómo era posible que no me hubiese leído ese libro antes? Fueron las 1053 páginas más rápidas de mi vida, en las que disfruté muchísimo de una historia plagada de pasiones, venganzas y de la magia de una época y de un arte irrepetibles. 

Esta novela es un constante despliegue de caballeros, damas, pugnas feudales, proscritos, hambrunas, castillos y ciudades amuralladas del convulso siglo XII inglés. Asistimos a las guerras de sucesión que enfrentaron al rey Esteban I y a Matilde por hacerse con el trono de Inglaterra. A las disputas eclesiásticas entre Waleran Bigoird, el corrupto obispo y Philip, un monje rural que va a parar a la aldea de Kingsbridge, donde con la ayuda del constructor Tom Builder, iniciarán las obras de una gran catedral que atraiga a fieles y comercio para que crezca la pequeña aldea. Durante 50 años, asistimos a una narración en la que por ella pasan personajes que de alguna manera dejan huella. En mi caso, los personajes que más me llamaron la atención fueron el Padre Philip, Tom Builder, Helen, Aliena, Regan Hamleigh y Jack Jackson. Philip en primer lugar es uno de los personajes más completos de la novela en cuanto a rasgos psicológicos, unas veces es detestable y otras compasivo y bueno, prior de Kingsbridge, tratará por todos los medios de que la catedral se construya. Tom Builder por el contrario es un personaje soñador, que arriesga y que se desvive por su familia a la que trata de sacar adelante con su trabajo como Maestro de Obras en la catedral, aunque esté siempre vigilado por no se una familia convencional.

Después tenemos el trío de personajes femeninos que de alguna forma dan vida y diversidad al libro. Ellen en primer lugar es una mujer proscrita, acusada de brujería y que ha estando criando a su hijo sola y refugiándose en el bosque. Encuentra el calor y la paz al lado de Tom Builder, aunque la iglesia siempre se interponga en su vida y en la de su hijo. Aliena en segundo lugar en sin duda mi personaje favorito, una mujer adelantada a su tiempo, viéndose en la pobreza tras las crueles artimañas que depusieron al conde de Shiring, su padre, logra sobreponerse con astucia e inteligencia hasta acabar dirigiendo un rentable negocio textil en Kingsbridge. Sin embargo, una sagrada promesa y la dependencia de su hermano le obligarán a tomar decisiones nada fáciles, incluso contra sus propio corazón. Y finalmente tenemos a la malvada Regan Hamleigh, cuyas incursiones, conspiraciones y malas artes interfieren en la vida política y en la nobleza feudal y que incluso tiene consecuencias en el desarrollo de la construcción de la catedral. Por último cabe destacar el personaje de Jack Jackson, es sin duda el héroe de la novela y el personaje más carismático de todos, imposible de olvidar. Hijo de Ellen, aprende pronto del oficio de su padrastro, demostrando gran talento y destreza como escultor, además de gran imaginación para la construcción. Su vida dará un vuelco cuando conoce a Aliena, de la que se enamora perdidamente y por la que estaría dispuesto a hacer cualquier cosa por lograr su amor.

En estas últimas líneas me gustaría destacar varios aspectos que en mi opinión me parecen fundamentales. Uno es el carácter didáctico que esta novela posee, estamos ante una historia ambiciosa plagada de información, en especial, sobre la forma en la que se construían las catedrales en la Edad Media. Aprendemos sus partes, el trabajo que supone y el riesgo que estas obras también conllevan. Me pareció fantástica la idea de que cada maestro de obras que pasa a lo largo de la novela fuese aportando un elemento arquitectónico diferente pero fundamental, estableciendo de este modo los pilares del estilo gótico. También tengo que decir que a pesar de que Ken Follett no ha respetado en algunos aspectos la verdadera realidad de la época, defiendo este libro como una manera de introducir a los lectores en el género de novela histórica. Yo ya sabía que era imposible que una mujer estuviese al mando de un taller textil o que las relaciones sociales entre los personajes fueran iguales a las de ahora, pero en mi caso, este libro me abrió a un mundo que creía conocer y del que descubrí infinidad de cosas. Gracias a este tipo de lecturas, la gente logra apreciar mucho más la historia. 

Y finalmente, destacar la capacidad creativa de Follett para transmitirnos emociones a través de las tramas que viven los personajes. Me hizo especial ilusión ver ese guiño hacia la España medieval, describiendo el Camino de Santiago y centrando una de las tramas en la ciudad de Toledo.  Los Pilares de la Tierra, una novela imprescindible que narra una historia de amor, pasión, venganza, guerra, ambición, egoísmo, sufrimiento, ingenio.... Una novela muy especial desde la primera hasta la última página, un libro que tras su lectura, ya no miraréis igual a las catedrales, lonjas, casas o iglesias góticas de vuestra ciudad. 

Párrafos o frases favoritas: 

"A Tom le gustaba explicar cosas y a Jack le encantaba escuchar. La organización del enclave de la construcción formaba un diseño fascinante, semejante al tejido de un manto brocado, y cuanto más lo iba entendiendo, más le atraía. "

Película/Canción: tuvieron que pasar veinte años tras su publicación para que por fin, la novela viese su adaptación audiovisual en la pequeña pantalla. Un total de ocho episodios narraron la inmensa novela de Ken Follett con un elevado presupuesto y cuidando los detalles casi al máximo. Un reparto en el que se mezclaron grandes estrellas de cine y jóvenes promesas dieron vida a los personajes de la novela. Es importante destacar las interpretaciones y caracterizaciones de Ian McShane (Piratas del Caribe), Mathew Macfayden (Orgullo y Prejuicio), Rufus Sewell (Destino de Caballero), Eddie Redmayne (Los Miserables), Hayley Atwell (El Capitán América) y Donal Shuterland (Cold Mountain). Esta mini serie batió récord de audiencia en muchos países, además de consolidar grandes interpretaciones, lanzar a la fama a sus estrellas más jóvenes y en la que hasta Ken Follett protagonizó un pequeño cameo. 

 

 

Además, esta serie tiene una de las bandas sonoras más inspiradoras y más sorprendentes que he escuchado en mucho tiempo. Compuesta por Trevor Morris, compositor también de afamadas series como Los Tudor o Juego de Tronos, también se atrevió a poner música a esta inolvidable novela. Os confieso que en mi reproductor de música tengo varias piezas de música de esta serie, además, muchas de ellas han sonado y suenan a la vez que escribo "Su Propia Historia", un proyecto literario en el que estoy sumergida y que espero llegar algún día a publicar. En serio, son piezas realmente inspiradoras. Aquí os dejo una de ellas, la que más me gusta:

 

 



¡Un saludo y a seguir disfrutando de fantásticas lecturas!