jueves, 29 de mayo de 2014

RESEÑA: Guerra y Paz


GUERRA Y PAZ
 
 
Título: Guerra y Paz.
 
Autor: Lev Tolstoi (Yásnaia 1828- Astapovo 1910), uno de los más destacados narradores de todos los tiempos. Hijo de un terrateniente de la vieja nobleza rusa, quedó huérfano a los nueve años y tuvo tutores franceses y alemanes hasta que ingresó en la Universidad de Kazán, donde estudió lenguas y leyes. En 1851 ingresó en el ejército y dio a conocer su ciclo autobiográfico, compuestos por las obras de Infancia, Adolescencia y Juventud. En 1856 se instaló en San Petersburgo y se consagró a la literatura. De entre sus obras más importantes destacan: Anna Karenina, La Muerte de Iván Ilich, Guerra y Paz o La Sonata de Kreutzer. Tolstoi murió a los ochenta y dos años en una remota estación de ferrocarril.
 
Editorial: Debsillo.
 
Traductor: Gala Arias Rubio.
 
Idioma: ruso.
 
Sinopsis: obra cumbre de Lev Tolstoi y de la narrativa del siglo XIX. Guerra y Paz constituye un vasto fresco histórico y épico. Con la campaña napoleónica Austerlitz, Borodino o el incendio de Moscú como trasfondo, cuenta la historia de dos familias de la nobleza rusa, los Bolkonski y los Rostov, protagonistas de un mundo que empieza a escenificar su propia desaparición.
 
Su lectura me ha parecido: la ilustre escritora Virginia Woolf aseguró que "en él permanecía lo más grande de todos los novelistas" y bueno, estoy de acuerdo en el sentido de que es una gran novela, tanto en volumen como en extensión y que Tolstoi fue un escritor cumbre de la literatura del XIX y uno de los representantes de esa literatura realista tan interesante que estaba comenzándose a ver en la Rusia imperial. Sin embargo, y contrariamente a las alabanzas que he escrito acerca de otros clásicos de la literatura, Guerra y Paz no se convirtió en una fuente de halagos, es más, se podría decir que su lectura no me agradó lo suficiente. Se, lectores y lectoras, que estáis ante un hecho insólito, y que seguramente ya estaréis pensando que no se apreciar y valorar a uno de los clásicos más grandes que ha dado la literatura universal, lo se, soy consciente de ello, pero solo es una opinión negativa dentro de un millón de fantásticas y estupendas opiniones que me imagino tiene esta novela. Bueno, sin más dilación os presento Guerra y Paz, la novela que ha conseguido que evite a Tolstoi, al menos de momento.
 
 
Mi historia con Guerra y Paz se podría resumir en las siguientes palabras: flechazo, entusiasmo, aburrimiento, tedio y monotonía. Os explico, tenía quince años cuando, influenciada claramente por una adaptación televisiva de la novela, decidí leerme el libro. Es más, recuerdo que lo compramos a posta para leerlo, no se, a día de hoy pienso que aquella serie de televisión tan espectacular y tan atrayente me influenció demasiado. Me llamó la atención tanto la trama que no tuve dudas, quería leerme el libro, ni siquiera las 1175 páginas que componían el libro me disuadieron en mi claro objetivo. Los primeros capítulos me resultaron sorprendentes, de pronto, ante mi surgieron una serie de personajes que nunca había encontrado en otro libro y que me fascinaron por su forma de hablar, el contenido de sus conversaciones, el lujo de aquel lugar y los nombres y apellidos tan raros con los que se presentaba a los protagonistas. El tiempo transcurría, Mayo daba paso a Junio, Junio a Julio, Julio a Agosto....Y aquella novela no se acababa. Parecía que creciese ante mis ojos, que no avanzase, que por la noche el autor resucitase para añadirle páginas y páginas al libro. No obstante, no me di por vencida, pensaba que todavía podía haber algo que salvase a este libro, así que seguí leyendo hasta terminármelo casi a finales de año. Cuando acabé de leerme la última página de aquella inmensa novela, saqué dos conclusiones: la primera era que Guerra y Paz había sido una de las lecturas más costosas y largas que había leído hasta entonces, y la segunda fue que a pesar del tesón, su lectura no había conseguido saciar mis expectativas. Años más tarde y teniendo una perspectiva más amplia de la novela en cuestión, todavía sigo pensando que Guerra y Paz no me cautivó lo suficiente, sin embargo, logré encontrarle algunos puntos a favor que pronto comentaré.
 
 
 
Tal y como dije en su día cuando reseñé El Nombre de la Rosa, la lectura de Guerra y Paz no es ni simple ni rápida, no señores, estamos ante un novelón de los de verdad, con el hecho de que, además, el lenguaje, la ambientación y la propia historia que se cuenta, añaden cierta dificultad al seguimiento de la novela. Con esto no quiero decir que no os leáis Guerra y Paz, ni mucho menos, sólo aconsejo que os mentalicéis y os preparéis antes de echaros a la piscina con una novela de estas características. Os he comentado en varias ocasiones que es bueno leer clásicos, lo dije con Madame Bovary, lo dije con Los Miserables y también lo mencioné en la Reseña de Fuente Ovejuna. Es bueno porque además de apreciar magistrales narraciones, nos dejan un valioso testimonio de como era la época, las costumbres, el pensamiento, el paisaje, hasta aspectos tan importantes como la coyuntura política, económica y social de un periodo histórico determinado. Con Guerra y Paz podemos extraer muchísimo en ese aspecto, sobretodo en lo que respecta a la sociedad, a la política o a las estrategias militares, lo cual lo valoro muy positivamente, sin embargo, cuando lo leí, descubrí que la historia de la Rusia imperial durante el periodo napoleónico no me atraía demasiado, y eso que la figura de Napoleón me parece muy interesante, aún así, ese periodo de la historia de Rusia no me llamó la atención, y aún a día de hoy, todavía sigue sin causarme admiración. Otro aspecto que me desagradó bastante de la novela fue el exceso de escenas militares, de campañas bélicas y de reuniones estratégicas. Conocer como era el campo de batalla en la Rusia del XIX es interesante, pero la capacidad descriptivita de Tolstoi es muy explícita, lo que hacía que a veces me aburriera leyendo capítulos y capítulos sobre una misma batalla. Por último no hay que olvidar que Guerra y Paz es prácticamente una novela de amor, en la que se narra una historia muy parecida a la que podemos encontrar en otras novelas de la época, pero de la cual yo, como lectora entusiasta, esperaba más.
 
 
Como broche final a esta atípica reseña, pues en muy pocas ocasiones, tratándose de mi, leeréis algo así como "esta novela escrita en el siglo XIX no me ha gustado", ya que personalmente considero la literatura del siglo XIX como un espejo que refleja una realidad de la que parece que estamos muy lejos, pero que en ocasiones, vuelve a nosotros, repitiendo exactamente los mismos errores que nuestros antepasados. Todo el mundo conoce el dicho de que el hombre es el único animal capaz de tropezar varias veces con la misma piedra, cierto, aunque yo elevaría esa cifra a dimensiones estratosféricas, tanto en el terreno intrascendente como en el trascendente, y es precisamente en este segundo, lectores y lectoras, donde el ser humano ha metido la pata más veces. Guerra y Paz nos trae a la nuestros días las ventajas y desventajas del imperialismo, un alarde de poder político, económico y social que ha traído consigo más costosos problemas que soluciones ventajosas, y que a lo largo de la historia, no ha dejado de producirse. En el caso de la novela, es Napoleón quién quiere alcanzar la quimera de invadir Moscú, y casi lo consigue, sin embargo, el desgaste de las tropas, los excesivos costes de la contienda sumados al elevado numero de víctimas fallecidas por congelación obligaron a Napoleón a retirarse. Décadas y décadas más tarde, Hitler, en otro alarde de poder, trataría de invadir Moscú, fracasando con el mismo resultado. Este ejemplo demuestra que el dicho es cierto y que deberíamos aprender más de nosotros mismos y de la historia, además de que el imperialismo trae consigo destrucción, adoctrinamiento, represión... En definitiva la imposición a la fuerza de una cultura que arranca de raíz las tradiciones, modelos políticos o lenguas de un lugar. Irónicamente, hoy es precisamente Rusia la que, con pretensiones claramente imperialistas, pretende ocupar Ucrania cueste lo que cueste. En fin, un ejemplo más de que el imperialismo causa destrucción a su paso y de que no aprendemos de nuestros propios errores. Guerra y Paz: una historia de amor, guerra, pasión, muerte, tristeza, esplendor, arrojo.... Una narración épica, histórica y reflexiva.
 
 Párrafos o frasees favoritas:
 
"Él no sabía como estaban las cosas, pero sabía, como saben los ancianos vitales e inteligentes, que el tiempo lo arreglaría todo por si mismo. Y en los acontecimientos históricos ese por sí mismo es el que da mejor resultado."
 
Película/Canción: la proyección novelística de Tolstoi ha atraído desde hace muchos años la atracción de cineastas y músicos. Guerra y Paz sirvió de inspiración a Serguéi Prokofiev  para componer una ópera de bastante fama internacional. A su vez, el argumento de Guerra y Paz también ha sido llevado dos veces a la gran pantalla en los años 1956 y 1968, e incluso a día de hoy existen rumores de una nueva adaptación cinematográfica. En el ámbito televisivo, Guerra y Paz se ha adaptado en dos ocasiones, la primera en 1972, producida por la BBC y protagonizada por Anthony Hopkins (El Silencio de los Corderos) y la segunda en el año 2007 protagonizada por Clemence Poesy (Harry Potter) y Malcom McDowell (La Naranja Mecánica). Aunque fue esta última adaptación televisiva la que me impulsó a leerme el libro, en esta ocasión os adjunto el tráiler de la primera adaptación al cine de la novela, en la que la actriz Audrey Hepburn (Desayuno con Diamantes) nos brinda una de sus mejores interpretaciones.
 
 
 
 
¡Un saludo y a seguir leyendo!

domingo, 18 de mayo de 2014

RESEÑA: Las Edades de Lulú

LAS EDADES DE LULÚ
 
 
Título: Las Edades de Lulú.

Autor: Almudena Grandes (Madrid 1960), tras estudiar Geografía e Historia en la Universidad Complutense de Madrid, comenzó a trabajar escribiendo textos para enciclopedias a la vez que interpretaba algún papel en el cine en películas como A contratiempo de Oscar Ladoire. Su primera novela publicada fue Las Edades de Lulú en el año 1989, obra erótica con la que ganó el XI Premio La Sonrisa Vertical, llevada al cine posteriormente por Bigas Luna al año siguiente. Además de este galardón, la autora también ha recibido el Premio Fundación José Manuel Lara, el Premio del Gremio de Libreros de Madrid así como una nominación a los Goya en la categoría de mejor guión adaptado. Almudena Grandes también es autora de novelas como Malena es un nombre de Tango, Atlas de la Geografía Humana, Los Aires Difíciles, El Corazón Helado, Inés y la Alegría o El Lector de Julio Verne entre otras novelas. Hace unos meses publicó su última novela Las Tres bodas de Manolita, cuyo éxito entre los lectores es abrumador.


Editorial: Tusquets.

Idioma: castellano.

Sinopsis: cuenta a través de la voz de su protagonista, la fascinante historia de una chica que entrega su existencia al descubrimiento del placer y el logro del deseo... Tras una infancia problemática y carente de afecto, Lulú, una niña de quince años, sucumbe a la inquietante atracción que ejerce sobre ella Pablo, un joven amigo de la familia. Esa primera experiencia sexual marca la vida de Lulú, niña eterna, que durante años se forja un mundo privado y ritual donde su relación con Pablo se precipita a los abismos del deseo. Sin embargo, muchos años después, y casada con Pablo, la protagonista no podrá permanecer aislada de la realidad y se entregará a un torbellino febril del erotismo sin barreras. Ambientado en el Madrid de los años 80, la trama corroe perversamente la normalidad cotidiana, llevándonos desde la relación hermética de una pareja a los perturbadores bajos fondos de la noche madrileña.

Su lectura me ha parecido: normalita, repetitiva, extraña, lenta, a ratos perturbadora, muy interesante en lo que respecta al contexto en el que se ambienta, valiente, vacía de emociones, simple...Que puedo decir de una novela con la que, ni siquiera la propia Almudena Grandes, su autora, se siente orgullosa. Sinceramente, y lo digo muy en serio, comparto al cien por cien la opinión de la autora. Siempre se ha dicho que las primeras novelas suelen ser las más flojas dentro de la carrera literaria de un gran escritor, aunque existen claras excepciones, pero en mi caso, y más tratándose de la gran Almudena Grandes, una de las autoras españolas más importantes de la literatura actual, me esperaba mucho más, mis expectativas eran, tal vez, demasiado grandes. ¿Me decepcionó su lectura? Bastante, no lo voy a negar, sin embargo, no es un Cincuenta Sombras de Grey, ni mucho menos, Las Edades de Lulú por lo menos si que da pie a opiniones, paralelos y puntos de vista bastante interesantes. Cuando detrás de la novela, por muy mala que sea, hay una gran escritora, como es el caso, se nota su presencia, algo que no ocurre con la irrisoria trama de Cincuenta Sombras de Grey, absolutamente simple y que dudo que pase a la historia como una gran novela. Y sin más dilación, con todos ustedes Las Edades de Lulú, el error que catapultó a Almudena Grandes a la fama.


Mi historia con este libro comenzó con bastante optimismo. Me acababa de leer un libro bastante flojo, y que no me había aportado ni emociones ni reflexiones, a esto hay que añadirle que me hallaba en un momento especialmente apático, en el que no gozaba de todo el tiempo del mundo y en el que mi cabeza no encontraba la creatividad que tanto había derrochado en los últimos años. Se podría decir que esas semanas estaba poco inspirada. Una vez finalizada la lectura de aquel insulso libro, me dirigí con desesperación hacia la librería, mi ansiada librería, en la que pretendía encontrar, como si de la octava maravilla se tratase, ese libro que me sacase de esa racha de decepcionantes lecturas. Paseé mis ávidos ojos por los lomos, leyendo todos los títulos, ninguno lograba convencerme, hasta que me topé con uno. Su nombre: Las Edades de Lulú, no era muy gordo, de unas escasas 300 páginas, aparentemente de fácil lectura y con una portada bastante sugerente. Leyendo la contraportada supe que se trataba de una novela erótica, lo cual hizo nacer en mi un halito de esperanza, pues mi  experiencia con Cincuenta Sombras de Grey, había sido de todo menos enriquecedora. Pensé en aquellos instantes que esta novela me haría cambiar de opinión sobre el género erótico, un genero al que no estoy acostumbrada a leer y que me resultaba bastante aburrido. Finalmente, lo que me hizo escoger este libro como compañero de viaje fue su autora: Almudena Grandes. No había leído nada de la autora, y puesto que era el primer libro, que menos que iniciarme con esta gran autora española. Comencé su lectura aquella misma noche, sin embargo, y conforme iba avanzando, mis expectativas con Las Edades de Lulú, caían por momentos.


En lo que respecta a la lectura de este libro he de deciros que me resulto bastante aburrida. Confieso que no estoy acostumbrada a leer este tipo de literatura, y que sólo he leído dos libros de este género en mi vida, pero esa opinión no ha cambiado, y menos después de leer un libro como Las Edades de Lulú, que es infinitamente mejor que Cincuenta Sombras de Grey, pero que no ha llegado a cautivarme. Su trama es mas enrevesada, pero que desgraciadamente, desemboca en una historia simple y que se hace realmente repetitiva a ojos del lector. En segundo lugar, su protagonista nos puede recordar un poco a la imagen de aquellas mujeres románticas empedernidas que no soportan vivir en un mundo donde el realismo impera enormemente, una Madame Bovary o una Anna Karenina moderna, pero con ese exceso de libido y de morbo que tanto atrae al lector y que estas heroínas románticas reflejan mas implícitamente. Aun así, Lulú es un personaje tremendo, con muchos matices, muy alejados de la cursi e inocente Anastasia de Cincuenta Sombras de Grey, mas cercano a la personalidad de Christian Grey, cuya vida sufre una evolución muy vertiginosa, pero que no llega a convertirse en un personaje especialmente conmovedor ni especial. Y en tercer lugar, yo creo que lo que falla en esta novela la falta de peso de los personajes secundarios, en mi mas sincera opinión, estos deberían de haber tenido un papel mas fuerte en la historia. Me parece perfecto que haya una escena de sexo tras otra, sin parar, pero con personajes vivos, no con personajes transitorios que pasan inadvertidos, como el personaje de Pablo, un personaje decisivo, no digo que no, pero insulso y demasiado previsible, lo cual es una verdadera pena.


Pero a pesar de todo, hay algo bastante interesante que esta novela refleja de forma magistral, lo que, afortunadamente, hace que se salve de caer en los errores de Cincuenta Sombras de Grey. Hablamos lectores y lectoras del contexto espacial y temporal en el que se ambienta esta novela. Algo había avanzado al principio de la reseña, y me gustaría volver a remarcarlo por la siguiente razón: Las Edades de Lulú es un bello y abrumador canto a la libertad, el canto a una  época y a una sociedad que trata de superar la huella de una represora y larga dictadura franquista. Y el mayor momento de esplendor de esa libertad tan ansiada lo encontramos en los ya lejanos y añorados años 80. Una década de explosión de libertad en la que comenzaron a introducirse, gracias a una pequeña y naciente globalización, un pensamiento, un comportamiento, una música, en incluso una moda característica.... Avances y libertades a las que la educación sexual no pudo escapar. En España, la educación sexual era mínima, es mas, se convirtió en un tema tabú de la sociedad durante muchos años, incluidos los de la dictadura de Franco, en los que la tradición imperaba sobre eso a lo que llamaban obscenidades, persiguiendo incluso, a los que no se amoldaban al modelo de familia perfecta. Con la llegada de la democracia, pero sobretodo, con la entrada en la década de los 80, se redescubre el sexo y la sexualidad ya no se esconde tanto en los temas de conversación. la libertad sexual era clara y ya no había temor a la represión por ser gay, lesbiana, travesti, bisexual...En Las Edades de Lulú encontramos una gran representación de todos los tipos de amor y de sexualidad posibles, los que a su vez, nos enriquecen y nos hacen ser mas tolerantes para luchar contra la homofobia y la discriminación. En este sentido Almudena Grandes ha hecho un excelente trabajo, exaltando el sexo y el acto sexual de este modo, sacándolo del tabú, un tabú que poco a poco se esta eliminando de la sociedad, para verlo como algo normal, excitante, bueno, bello...Las Edades de Lulu: una historia de sexo, locura, perversión, hermosura, descubrimientos y libertad que, aunque a mi no ha llegado a cautivarme totalmente, merece la pena leer.

Frases o párrafos favoritos:

"Supongo que puede parecer extraño pero aquella imagen, aquella inocente imagen, resulto al cabo el factor mas esclarecedor, el impacto mas violento. Ellos, sus hermosos rostros, flaqueaban a derecha e izquierda al primer actor, que entonces no puede identificar, tal era la confusión en la que aquella radiante amalgama de cuerpos me había sumido previamente. La carne perfecta, reluciente, parecía hundirse satisfecha en si misma sin trauma alguno, sujeto y objeto de un placer completo, redondo, autónomo, tan distinto del que sugieren esos años mezquinos, fruncidos, permanentemente contraídos en una mueca dolorosa e irreparable"

Película/Canción: como otras novelas de Almudena Grandes, Las Edades de Lulú también se adaptó al cine de la manos del director Vigas Luna en el año 1990, protagonizada por la actriz italiana Francesca Neri (Hannibal), María Barranco (Mujeres al Borde de un ataque de Nervios), Fernando Guillem Cuervo (Las Misterios de Laura), Rosana Pastor (Amar es para Siempre) y un joven Javier Bardem (No es País para Viejos) entre otros.


¡Un saludo y a seguir leyendo!

lunes, 12 de mayo de 2014

ENTREVISTA: Elisa Cotarelo.

ENTREVISTA A ELISA COTARELO

 
Saludos queridos lectores/as: hoy es un día muy especial, pues tengo el honor y el privilegio de inaugurar una nueva sección en el blog. Un pequeño espacio donde trataremos de dar a conocer a escritores noveles a través de interesantes entrevistas, todas ellas con el objetivo de que apreciemos lo que en muchos casos es esencial en cualquier libro, porque ¿qué mejor embajador que un escritor para dar a conocer su trabajo? Además, yo espero que tras leerlas, os animéis, como siempre, a buscar sus novelas y disfrutar de su lectura. En esta ocasión, la afortunada en inaugurar la sección es Elisa Cotarelo, la autora de "El Peligro de llamarse Nerea", una novela muy actual y que nos ayuda a entender el perverso doble rasero de las Redes Sociales.
 
  ¿Cómo empezaste a escribir?
 
Mi afición a la escritura surgió a temprana edad. Recuerdo que comencé a leer novelas a los diez años, que por las noches no conseguía dormir sin antes leer al menos un capítulo de la novela que tenía sobre la mesita de noche. Esa costumbre continúa a día de hoy.  Y poco después comencé a escribir.  Al principio era poesía. Malísima. ¡Menos mal que no he continuado por ese camino! Se me daba fatal.  Luego escribí también un par de diarios y algunos cuentos infantiles, hasta que me lancé con la novela para adultos.
 
¿Por qué novela policíaca?
 
Yo creo que cada autor tiene un género literario predilecto, de hecho casi todos se dedican a un tipo de novela principalmente. El mío es el género negro, la novela de misterio o policíaca. No me veo a mi misma escribiendo una novela romántica, por ejemplo, pues es un género del que he leído muy poco porque no me gusta demasiado. A esto hay que sumar el hecho de haber trabajado como policía durante más de dos décadas.
 
¿Para quién escribe Elisa Cotarelo?
 
Para todos y cada uno de vosotros. Es más, y podría decir que, aunque no conozca a mis lectores, siento una conexión especial con ellos pues hay una historia que nos une, que yo he creado y ellos han leído; una historia que ambos conocemos, que sabemos cómo comienza, cómo se desarrolla y cómo termina; una historia que los demás no conocen, sólo nosotros.
 
En el siglo XIX, Leopoldo Alas Clarín ya se dejó seducir por la magia de una ciudad en la que ambientaría su novela más importante ¿Por qué Oviedo? ¿Qué tiene de especial?
 
Pues la verdad es que ignoro los motivos que llevaron a aquel gran escritor a ambientar su novela en Oviedo; pero yo lo hice porque es una ciudad hermosa, señorial y capital del Principado de Asturias, mi tierra. También buscaba una ambientación especial para esta novela negra y Oviedo, ubicada en el norte de España, con su clima frío, azotado por lluvias y temporales en invierno, sabía que me ofrecería el ambiente que yo necesitaba para tan triste historia.
 
¿Cómo nació “El Peligro de llamarse Nerea”?
 
La idea surgió cuando yo trabajaba en el Grupo de Delitos Informáticos, donde comencé a principios del año 2007.  Allí pude comprobar que a medida que Internet se iba expandiendo y haciéndose cada vez más popular, también se iban duplicando los delitos con él relacionados, a él debidos o a su amparo ejecutados. Y, si bien en un ochenta por ciento, aproximadamente, tales delitos consistían en pequeñas estafas a través de la red, más adelante, con la implantación y auge de las redes sociales, fueron creciendo los ataques cibernéticos a las personas: acoso, insultos, chantajes y demás. Podíamos comprobar cómo había personas que creaban amistades, enemistades y hasta se enamoraban a través de la red, sin haber visto jamás a la persona con quien interactuaban. De esa forma fue germinando la idea de escribir una novela en la que la trama girara entorno al peligro que puede acarrear Internet si no se usa correctamente y con precaución, si se aportan más datos de los debidos a personas a las que jamás hemos visto.
 
¿Cómo definirías tu novela?
 
"El peligro de llamarse Nerea" es una novela policíaca, de intriga y suspense, en el que se implica a las redes sociales (Tuenti en concreto) y a Internet en su conjunto, sobre todo a sus peligros, procurando, eso sí, no caer en el alarmismo. Y tratando de ilustrar sobre los métodos de trabajo e investigación de la policía española, así como las limitaciones tanto legales como de medios a las que se enfrenta en su tarea diaria. Así conseguimos hacernos una idea sobre lo frustrante y trabajosa que puede resultar una investigación en España, acostumbrados como estamos a las series americanas, donde pulsando una tecla ya lo saben todo sobre una persona en cuestión.
 
También es una novela en la que se pretenden reflejar los sentimientos humanos cuando los acontecimientos de la vida llegan sin ser llamados, ni tan siquiera esperados. Se puede vivir la angustia ante la desaparición de un hijo, la frustración del Inspector Núñez ante un caso que parece escapársele de las manos, la soledad que embarga también al propio Núñez, un solterón a punto de jubilarse y con la sensación de haber desperdiciado su vida, el egoísmo que muestran algunos de los personajes, la impotencia ante una vida familiar desbaratada, y la locura y sinrazón que también se adueñan de algunos de los personajes que conoceremos en esta novela. Un cóctel de sentimientos en los cuales nos veremos reconocidos sin duda alguna.
 
¿Cuánto tiempo te llevó escribirla?
 
La comencé a principios del año 2010.  Invertí dos años en escribirla y otro más en realizar correcciones y algunos cambios. Si bien he de decir que no me he dedicado a ella a tiempo completo, pues yo sólo escribo por las tardes, y no todas. Pero, quizá, una media de tres horas diarias sí que le he dedicado a lo largo de estos tres años.
 
¿Influyó de manera decisiva en la novela tu experiencia como ex policía?
 
Me imagino que sí, que ha influido y mucho, sobre todo a la hora de desarrollar la investigación policial, dado que mi nivel de conocimiento se basa en veinticinco años de trabajo en la policía española. En ese aspecto supongo que he tenido ventaja a la hora de escribir una novela policíaca, sobre todo a la hora de darle un enfoque muy realista.
 
Lo que sí debo decir es que la trama de la novela es totalmente ficticia, sin que yo haya participado en mi vida profesional en la resolución de un caso de estas características. Lo que sí es real son los pasos que daría la policía ante un hecho de este tipo.  Tanto los plazos en los procedimientos, como la solicitud de documentación al Juzgado, los Mandamientos Judiciales, el proceso de investigación, los pasos que se dan para proceder a la detención del sospechoso, los problemas que surgen para demostrar los hechos en el juicio oral, todo ello se ajusta a la realidad que nos encontramos día a día.  También introduzco palabras que pertenecen al argot policial, como cuando hablo de "morder" para querer decir "descubrir o detectar". Cuando hablo del "apolo" como furgoneta policial para vigilancias estáticas. Confío en que estos términos no presenten problema para el lector a la hora de comprender su significado en los diálogos.
¿Qué te inspiró a la hora de crear personajes tan cercanos a la realidad?
 
En esto tiene mucho que ver el hecho de que a mi me gusten las novelas en las que los personajes son casi reales, que me hacen sentir que podría ocurrirle a cualquiera de las personas que conozco, que viven a mi alrededor o incluso a mi misma. A mi modo de entender, una novela debe proporcionar el máximo realismo posible dentro de la ficción, para que nos sintamos parte de la historia, como si la viviéramos en primera persona.
 
Todos los escritores recuerdan con especial cariño algún personaje cuya imaginación ha creado para el gran público ¿Con cuál de ellos te identificas más? ¿Y con cuál menos?
 
Yo, quizá sea por la profesión, me identifico más con el Inspector Núñez. Con los problemas que surgen en toda investigación policial, las indecisiones, los nervios, la premura. Es un personaje callado, reservado, discreto. Y en el caso de esta novela, me identifico menos con la madre de Nerea, con Rosa. Creo que es una mujer que nunca debió asumir el difícil papel de madre, pues no sabe desempeñarlo y, cuando ya se dispone a asumirlo, es demasiado tarde. Una verdadera lástima.
 
A raíz de la aparición de las Redes Sociales, el mundo de la literatura ha experimentado un cambio ¿Cómo cree que encaja esta novela, que cuenta el lado oscuro de estas Redes Sociales, dentro de un mundo cada vez más globalizado?
 
Yo creo que tanto Internet en general como las redes sociales en particular son cosas que están bien y que pueden resultarnos de gran utilidad si se les sabe sacar partido, y siempre con moderación y sentido común. Pero las redes sociales, como todo en la vida, tiene su lado bueno y su lado malo. El lado malo se deja notar cuando somos demasiado dependientes de ellas y tenemos "mono" de contar allí cada cosa que ocurre en nuestra vida. Que me tomo un café, lo cuento y además cuelgo la foto de la taza humeando; que voy a la compra, lo digo con foto ilustrativa y todo.
 
Y después también hay que tener en cuenta que podemos topar con gente de malas intenciones, y que lógicamente van a buscar el anonimato y el fácil acceso, y qué mejor que Internet para acceder a niños y jóvenes. Estas noticias salen de vez en cuando en televisión, y no son ficción sino realidad. Mi novela es ficción, no tengo noticia de que se haya producido un caso similar, pero podría ocurrir.
 
¿Cuáles son para ti la cara fascinante y la cara perversa de las Redes Sociales?
 
La cara fascinante es el hecho de poder contactar y chatear con cualquier persona sea cual sea el lugar del mundo donde se encuentre. Esto es maravilloso, sobre todo para los que tenemos familiares a miles de kilómetros de distancia. Estar en todo momento al corriente de sus vidas y no tener que aguardar a que llegue la carta con las fotos de los nuevos miembros de la familia. Ya los vemos en las redes sociales nada más nacer y vamos siguiendo su crecimiento, casi como si vivieran en nuestra ciudad. El lado perverso es la gente perversa. Si estas personas no existieran, tanto el mundo como las redes sociales serían maravillosos y no existiría peligro alguno. Pero esta gente, como dije antes, busca el anonimato y la facilidad.
 
Hace algunos siglos, un joven J.J Rousseau presentaba al concurso de la Academia de las Artes de París un discurso que advertía de los peligros de la ciencia ilustrada basada en las nuevas tecnologías. Un siglo más tarde, Mary Shelley publicaba Frankenstein en la que un científico creaba, usando las técnicas científicas del momento, un monstruo que hundiría su vida. ¿En qué medida su novela continúa con esta tradición crítica hacia las nuevas tecnologías?
 
Uyyyyyyy, Dios mío! Jamás se me ocurriría pensar que de alguna manera puedo ser continuadora  de la obra surgida de mentes tan ilustres. Yo, simplemente, he querido aportar mi granito de arena para hacer ver a la gente que Internet también puede tener sus peligros, sobre todo para los niños y adolescentes.  Dada su inocencia y carencia de experiencia vital pueden caer en manos de "depredadores" cibernéticos.
 
¿Qué recomendarías a los usuarios para usar las redes sociales de un modo responsable?
 
Yo creo que Internet uno puede encontrar y conocer el mismo tipo de personas que podemos conocer en la calle. Hoy en día casi todo el mundo está en Internet. Lo que ocurre es que hay que tomar precauciones porque en este caso no tenemos a la persona cara a cara, no podemos descifrar sus gestos, el tono de su voz, su lenguaje corporal en definitiva, que tanto nos dice inconscientemente de la persona. Por eso hay que tomar precauciones, pues puede ocurrir como cuando tienes una enfermedad y te dice el médico que eso sucede en un caso de cada millón, y tú te preguntas: ¿y me ha tenido que tocar a mi?.  En Internet es igual, quizá solo en un caso de cada millón topes con un sinvergüenza, pero te puede tocar a ti si no adoptas los cuidados debidos, que serían, por ejemplo: no aportar información sobre uno mismo, no facilitar domicilio ni teléfono personal, tampoco nombre y apellidos completos, mucho menos números de cuentas bancarias o de tarjetas bancarias...
 
A estas alturas de la entrevista, me gustaría preguntarte, ya no como escritora, sino como lectora, pues todo escritor que se precie es un lector empedernido. ¿Cuál fue el libro que te inició en el mundo de la lectura?
 
Después de los cuentos que se leían de aquella (Cenicienta, Blancanieves y demás) la primera novela de adultos que leí fue "Cumbres Borrascosas". Tenía diez años y tardé mucho en leerlo porque iba y volvía una y otra vez, tratando de comprender mejor la historia. Y más tiempo me llevó aún olvidarlo, porque durante las siguientes semanas no podía sacar la historia de mi cabeza. La vivía como si hubiera ocurrido en realidad y jugaba a ser Catalina, la protagonista.
 
¿Con qué autores llenas tus momentos dedicados al placer de la lectura? ¿Algún autor en especial?
 
Me gustan mucho Carlos Ruiz Zafón, María Dueñas y Gabriel García Márquez. Mi novela favorita es "La sombra del viento", de Carlos Ruiz Zafón, la leí tres veces y la disfruté en cada una de las ocasiones.
 
¿Tienes algún imprescindible? ¿Un libro que recomendarías a todo el mundo y que te acompañará el resto de tu vida?
 
Yo os recomendaría "El principito".  Es un libro que, creo, tiene la cualidad de enseñar lecciones adaptadas a la etapa de la vida en la que lo leas.  Yo creo que debería releerse una vez cada diez años porque estoy segura de que en cada una de esas ocasiones te aportaría  enseñanzas importantes y necesarias para esa momento concreto de la vida.  Es una gran historia encubierta bajo la tapa de un cuento de niños.
 
¿Eres más de Ebook o del libro de toda la vida?
 
En esto debo decir que vivo aún en la prehistoria: ¡no tengo ebook! Y es que me cuesta dejar el tacto del libro en papel. Mucha gente que ya tiene el ebook me dice que a ellos, en principio, les pasaba lo mismo y que creían que no se iban a acostumbrar al aparato, pero que ahora están encantados. Yo aún sigo con el papel, aunque creo que no será por mucho tiempo pues he de reconocer que el ebook es más ecológico y que para los que leemos mucho puede ser una buena fuente de ahorro. Lo siento por las librerías que venden en papel, pero tendrán que evolucionar, siempre les queda la posibilidad de poner librerías digitales en internet y vender allí los ebooks.
 
  ¿Qué piensas sobre la subida del IVA Cultural?
 
El IVA cultural es una especie de "bestia negra" de la cultura, incrementa su precio en gran medida y además alimenta a otra "bestia" que es la piratería. La industria cinematográfica y musical son, quizá, las más afectada por tan brutal subida. Esperemos que el Gobierno entre en razón y, en cuanto las cosas mejoren un poco en este país, vuelva el IVA a los niveles que estaba antaño, para que el acceso a la cultura, derecho de todos, sea más asequible.
 
Para finalizar ¿Qué les dirías a los lectores para que lean “El Peligro de llamarse Nerea”?
 
Difícil contestar a esta pregunta.  Trataré de hacerlo con sinceridad y sin un ápice de vanidad aún a riesgo de resultar la peor propaganda para mi novela.  Pues, la verdad, no se me ocurre ningún argumento sólido que ofrecer a la gente para que lea mi novela y deje de lado las otras muchas que hay en el mercado, muchas de ellas escritas por autores consagrados que han demostrado mucho talento, en tanto que yo aún no he demostrado nada.  Lo único que me queda es invitarles a pasarse por mi blog y leer los dos capítulos que he puesto allí.  Tarea que les ocupará media hora escasa y no les costará dinero.  Y, caso de que esos capítulos les enganchen a la historia, les guste mi estilo de escritura y quieran saber cómo evoluciona y termina la novela, procedan a visitar la página web de la Editorial Ninive (esta editorial ha apostado por mi novela y actualmente la editan ellos) y adquirirla en una de las muchas librerías donde la tienen a la venta.  
 
Y después de esta agradable tertulia, sólo me queda agradecer a Elisa Cotarelo por haberse ofrecido a esta entrevista, la primera de las muchas que espero hacer a autores noveles. Ojalá logres ver tu sueño hecho realidad y te conviertas pronto en una gran escritora. "El Peligro de llamarse Nerea" una novela cautivadora y reflexiva de la que pueden extraer mil y un enseñanzas. Gracias Elisa por tu tiempo y hasta siempre.
 
Ya sabéis que podéis leer los primeros capítulos del libro en el blog de la autora:
 
 
Y a partir del 14 de Mayo, el próximo miércoles, la sacarán a la venta de manos de la "Editorial Nínive", cuya página web os he adjuntado en el siguiente enlace, junto con la imagen de la nueva portada del libro:
 
 

Y a todos vosotros: lectores, curiosos, navegantes...Sólo me queda mandaros una afectuosísimo saludo y animaros a seguir leyendo. ¡Como siempre!

lunes, 5 de mayo de 2014

RESEÑA: El Nombre de la Rosa

EL NOMBRE DE LA ROSA
 
 
Antes de comenzar la Reseña, me gustaría dar las gracias a todos los que participasteis en el reto: 50 Reseñas 50 Libros, espero que juntos lleguemos a las 100 Reseñas. Como habréis podido comprobar, la mayoría habéis acertado en cuanto al título y al autor de la novela, lo que me ha alegrado porque eso significa que sois unos lectores empedernidos, algo que me encanta. Aún así, la próxima vez me esmeraré con las pistas, porque me gusta haceros pensar. Bueno, y sin más preámbulos, iniciemos la Reseña número 50 de Jimena de la Almena.
 
Título: El Nombre de la Rosa.
 
Autor: Umberto Eco (Italia 1932), aunque El Nombre de la Rosa y El Péndulo de Foucault proporcionaron a este autor un clamoroso éxito sin precedentes, su carrera de filósofo, ensayista, historiador, conferenciante, crítico de arte y catedrático de Semiótica ha sido reconocida con diversos galardones, entre ellos el Príncipe Asturias de las Humanidades. Es doctor honoris causa por 25 universidades y forma parte del Foro de Sabios de la Unesco.
 
 
Editorial: DeBolsillo.
 
Idioma: italiano.
 
Traductor: Ricardo Pochtar.
 
Sinopsis: En una abadía benedictina del norte de Italia, a finales de 1327, se produce una serie de asesinatos que el antiguo inquisidor, fray Guillermo de Baskerville, viene a esclarecer. Todos ellos guardan relación con un libro atribuido a Aristóteles que tiene que ver con la risa. Se guarda en el Finis Africae, zona prohibida de la biblioteca y cargada de peligros. "La biblioteca se defiende sola. Laberinto espiritual y también laberinto terrenal. Si lograseis entrar, podríais no hallar luego la salida".
 
Su lectura me ha parecido: esplendida, trepidante, didáctica, abrumadora, ambiciosa, magna, sobresaliente, inquietante, completa, ingeniosa, terrorífica, filosófica, original, perturbadora, culta..... Se me acaban los adjetivos para describir a la que probablemente sea una de las mejores novelas históricas que se haya escrito en las últimas décadas, rozando la perfección en cuanto a la veracidad y la exactitud, describiendo los aspectos políticos, económicos, sociales y teológicos de una determinada época histórica, poniendo así, el listón altísimo a todas aquellas novelas que pretendan calificarse, de verdad, novelas históricas. No tengo la menor idea de cómo surgió esta magistral historia de la imaginación de Umberto Eco, lo que si que se es que, y después de haberlo leído, he podido apreciar con gran admiración, el tremendo trabajo bibliográfico que esta novela lleva tras de si. También hay una historia y una trama, eso está claro, pero no hay más que leer los primeros capítulos, solamente los primeros capítulos, os lo aseguro, hay incluso veces que parece que estés leyendo un texto académico sobre el cisma y la crisis conciliar y no una novela histórica al uso. Lo cual, en mi más sincera opinión, fundamentada claro está, en mi predilección por la historia, en especial historia medieval, pues ¿que queréis que os diga? me fascinó Amigos y amigas, tengo el placer de presentaros El Nombre de la Rosa, el sueño de todo escritor de novela histórica.
 

 
En lo que respecta a como este libro llegó a mis manos, he de confesaros que en mi caso El Nombre de la Rosa era uno de esos libros que creía haber leído, pero que en realidad, estaba completamente equivocada. Si que recuerdo, cuando estaba en segundo de la ESO, tras ver en clase la adaptación cinematográfica de esta novela, película que sin duda os recomiendo, me entró una gran curiosidad por leer el libro. Sin embargo, mis ganas se vinieron abajo al comprobar el alto nivel descriptivo, al apreciar esa letra tan pequeña y asustarme con esos palabrejos tan raros escritos en otra lengua que todavía no identificaba. Tal fue la impresión que sólo alcancé a leer los tres primeros capítulos, eso si, sin entender ni una palabra. Supongo que la respuesta a este inusual suceso lo debemos encontrar en el hecho de que yo todavía, por mi edad física y mental, no estaba lo suficientemente preparada para enfrentarme a una lectura de este calibre, y que debía esperar con paciencia. Años más tarde, ya inmersa en el estudio de Carrera Universitaria, y teniendo una visión y unos conocimientos más amplios de la Edad Media, decidí leerme el libro. Reencontrarme con El Nombre de la Rosa, después de tantos años fue todo un descubrimiento, y no me asusté ante tal novelón, pues ahora conocía la historia, el contexto, el pensamiento...Ya comprendía lo que Umberto Eco quería hacer llegar al lector con El Nombre de la Rosa.
 
 
Centrándonos en lo que aquí nos concierne, he de avisaros que el que se anime con este libro que sepa que, como ya he dicho al principio de la reseña, es una lectura ingeniosa, culta, filosófica y abrumadora, entre otros muchos adjetivos positivos, y cuando digo INGENIOSA, CULTA, FOLOSÓFICA y ABRUMADORA, lo digo por algo. El Nombre de la Rosa es INGENIOSA, pues Eco ha sabido fusionar dos géneros novelísticos que parecían en apariencia incompatibles como son la novela histórica y la novela policíaca. Hasta la publicación de esta novela era imposible imaginarse una trama bien urdida y muy compleja, propia de la maestría del genero policíaco, que acontezca en el año 1327, en un monasterio del norte de Italia más concretamente. La idea es esplendida, por lo menos a mi me lo parece, es fascinante ser consciente de estar leyendo una novela policíaca en un contexto inusual pero que concuerde con la trama a la perfección, trama que además, sea protagonizada por un monje que haga las veces de detective e investigador, cuyo apellido "Baskerville", para más inri, nos remita constantemente al universo de Sherlock Holmes. Y ya para afinar más, Eco crea al personaje de Adso, ese monje joven e inexperto que hace las veces de aprendiz, de pupilo...¡Una especie de Doctor Watson! A día de hoy todavía sigo convencida de que Umberto Eco ha bebido mucho de esta tradición policíaca, tomándola como inspiración para escribir esta novela. Seguidamente, El Nombre de la Rosa es CULTA, aunque más bien debería decir CULTÍSIMA. Abundan en ella términos, fórmulas eclesiásticas, liturgias...Todas ellas en Latín. Yo no se como será la estructura de esta novela en otras ediciones, el caso es que en la mía, que es del año de la picor, esa que casi todo el mundo tiene de la colección de El País Novela Histórica, eché mucho en falta notas a pie de página, con traducciones o con explicaciones aclaratorias. Toda novela histórica, según mi parecer, debería tener notas a pie de página, y más esta novela que a lo largo de su lectura te encuentras cada dos por tres un cultismo. Yo di Latín en el bachillerato, y conocía algunos, pero habían otros que se me escapaban, así que a todos aquellos que se lean El Nombre de la Rosa sin notas a pie de página, yo les aconsejaría que tuviesen un diccionario de Latín bien cerca de la mesilla de noche por si acaso.
 
 
En tercer lugar, El Nombre de la Rosa es FILOSÓFICA y DIDÁCTICA, no hay más que adentrarse en sus páginas para apreciar cuanta es la información nivel pedagógico de la época en la que se ambienta la trama. Por sus páginas desfilan teorías Aristotélicas, Bíblicas, credos de la religión Cátara, normas de la Regla Benedictina, citas de pensadores árabes....Llegando a reunir todo el conocimiento y el saber de una época para condensarlo en un libro. A pesar de que El Nombre de la Rosa no es una fuente histórica, pues se escribió en el siglo XX y no en el XIV, si que podemos encontrar en ella una inmensa cantidad de información de cómo era el pensamiento de la Edad Media. Un maravilloso trabajo bibliográfico que hace las maravillas de todo aquel que quiera lanzarse a conocer la Edad Media y atreverse a leer a los grandes autores de la época. Seguidamente, El Nombre de la Rosa es una novela ABRUMADORA, algo que positivamente la diferencia de muchas novelas históricas. Es tal la cantidad de información la que nos aporta esta novela que es imposible numerar todos y cada uno de ellos. Desde la organización jerárquica de un monasterio Medieval hasta la problemática del Cisma con el Papa de Roma y el Papa de Aviñón, desde las características de la inquisición Medieval hasta la rudimentaria medicina de la época, desde el funcionamiento de una biblioteca de mojes copistas a la paupérrima situación de los campesinos. Si hasta se trata la visión de la mujer en la Edad Media desde la perspectiva eclesiástica, la cual, como es de esperar, es bastante misógina. Todas estas aportaciones enriquecen, no sólo a nivel de usuario, porque puedes quedarte conforme con lo que lees, pero este tipo de novelas buscan enriquecer la inquietud, despertar la curiosidad del lector, que acudan a leer, por ejemplo, manuales de Historia Medieval, las Teorías Aristotélicas o la propia Biblia, ese inmenso relato de ciencia ficción que tanto nos ha marcado históricamente y mentalmente y que todavía, sin darnos cuenta, rige nuestro día a día.
 
 
Por último y para acabar, me gustaría acabar la redacción de esta Reseña no con la tradicional reflexión que siempre suelo hacer al final de cada Reseña, sino con un reto. Esta vez me gustaría que fueseis vosotros, los lectores, los que hayáis leído El Nombre de la Rosa, los que reflexionéis acerca de su lectura, pues os confieso, me es complicado quedarme con una de las muchas interpretaciones que se le ha dado al libro, toda esta polémica, derivada sobretodo del extraño título sobre el que se presenta esta novela. Yo tengo mi interpretación propia, pero si la contase aquí, sería acusada de un descarado spoiler, y pretendo que os leáis el libro, por eso, lectores y lectoras, hoy es vuestra oportunidad, contarme que os ha parecido la novela y que inquietudes y que aspectos sacáis de esta lectura. Todas serán igualmente bienvenidas y las debatiremos animadamente en este espacio dedicado sólo y exclusivamente para los lectores. El Nombre de la Rosa: una historia de misterio, intriga, prohibiciones, injusticias, amor...Un libro que da ejemplo, que enseña, que inevitablemente acabará siendo un "clásico".
 
Frases o párrafos favoritos:
 
"Hace frío en el escriptorium, me duele el pulgar. Dejo este texto, no se para quién, este texto que ya no se de qué habla: stat rosa pristina nomine, nomina nuda tenemos".
 
Película/Canción: en el año 1986 se estrenó la única adaptación cinematográfica que existe de esta novela. Una película bastante conocida, que respeta bastante la trama de la novela y que cuenta con las interpretaciones de un magnífico Sean Connery (Los Intocables de Eliot Ness), de un jovencísimo Christian Slater (Entrevista con el Vampiro) y de un soberbio F. Murray Abraham (Amadeus) entre otras muchas. Una película que sin duda os recomiendo ver, siempre después de haberos leído el libro.
 
 
¡Un saludo y a seguir leyendo!