LA TRAGEDIA DE FIDEL CASTRO
Título: La tragedia de Fidel Castro.
Autor: Joao Cerqueira (Viana do Castelo, Portugal, 1964) se doctoró en Historia del Arte por la Universidad de Oporto. Sus novelas: A culpa é destas Libertades, As Reflexoes do Diablo, La tragedia de Fidel Castro (traducida a varios idiomas y en preparación actualmente como guión teatral), Maria Pia: Rainha e Mulher, A segunda vinda de Cristo à terra, son obras de carácter satírico sobre la sociedad contemporánea, ricas en ironía y humor. Ha escrito, además, los libros de no ficción Arte e Literatura na Guerra Civil de Espanha, José de Guimarães: Arte público y José de Guimarães (publicado en China por el Today Art Museum).
Editorial: Funambulista.
Idioma: portugués.
Traductor: Marina Alonso.
Sinopsis: suela el teléfono con muy malas noticias: Dios recibe una llamada de una preocupadísima Fátima que le comunica que está a punto de comenzar una guerra entre J.F.K y Fidel Castro. Obligado a demostrar una vez más su omnipresencia, Dios sabe que la única solución para evitar el conflicto es convencer a Jesús de volver a la tierra, a pesar de que su hijo la última vez regresó bastante afligido por la experiencia. Mientras tanto, en la Tierra, los dos líderes políticos sueñan: el uno con vengarse por la afrenta sufrida en Bahía de Cochinos, el otro con convertirse en el jefe absoluto del pueblo unido que jamás será vencido en una revolución mundial que acabaría con el capitalismo. Sin embargo, en Cuba la situación económica es desastrosa y Castro, desesperado, decide invadir el país de J.F.K para desviar la atención. La mediación de Jesús dará lugar a toda una serie de divertidísimos episodios y...a un final desesperado.
Su lectura me ha parecido: entretenida, amena, desconcertante, apabullante, original, muy bien pensada, con sorprendente verdad al fin y al cabo...Queridos lectores y lectoras, como bien sabréis, la historia de la literatura está plagada de convencionalismos y de normas a las que los escritores se han ceñido estrictamente. Pero, también es cierto, que otros muchos decidieron probar otras formas, arriesgándose a que su carrera literaria quedase completamente arruinada. Valientes escritores que posteriormente serían recordados por su atrevimiento y por saber innovar cuando el resto simplemente se conformaba con lo tradicional, lo antiguo, lo clásico. Pues bien, imaginaos por unos momentos que un día aparece ante vosotros la novela más inverosímil a primera vista, pero cuyo argumento extremadamente loco logra picaros la curiosidad, hasta el punto de no poder despegar los ojos de su sinopsis. Me encanta encontrarme en las librerías con novelas de este estilo, provocativas, que impacten, que logren pulsar el botón de la aventura. La vida ya es lo bastante monótona como para seguir inmersos en ella día tras día, mes tras mes. El lector, como todo el mundo, necesita de emociones fuertes y una novela de este estilo, no sólo impulsa la curiosidad más insana, también amplía nuestros conocimientos y nuestra mirada con respecto a un tema o problema literario concreto. La novela que hoy tengo el placer de presentaros responde a esta descripción, y aunque algunas cuestiones son mejorables, lo cierto es que no tiene desperdicio. La tragedia de Fidel Castro: comunismo versus capitalismo y Jesús en medio.
La historia de como La tragedia de Fidel Castro llegó a mis manos es la historia de una irrefrenable inquietud lectora. Todo bloguero literario o todo aquel que se dedique al noble y difícil arte de la crítica literaria necesita estar informado y al tanto de las últimas novedades, que libros salen al mercado, cual es el título que marca la pauta, en que consiste la moda literaria del momento, que editoriales publican textos más interesantes...Todo ello está entre las preocupaciones de todo el o la que se dedica, altruista o remuneradamente, a redactar reseñas. En mi caso, como muchos me imagino, suelo pasarme asiduamente por las páginas web oficiales de las editoriales para conocer de primera mano esas novedades que para quien ame la lectura, muchas de ellas pueden resultar bastante jugosas. La tragedia de Fidel Castro fue una de esos libros, cuya sinopsis me dejó boquiabierta durante unos segundos. Kennedy, Castro, Guerra Fría, Crisis de los misiles, Bahía de Cochinos, la URSS, el capitalismo, el comunismo...Todo eso estaba muy bien, pero la presencia de Jesús, sí, el mismísimo Jesús, y de Dios, sí, como os lo cuento, le daba una dimensión tan disparatada como interesante a ese libro. El tenso enfrentamiento entre las dos concepciones del mundo predominantes en aquel momento, los dos caracteres tan diferentes de ambos líderes políticos y la presencia de Jesús cual arbitro dentro del ring, esquivando los golpes fueron detalles suficientes como para que una servidora sintiese la irrefrenable curiosidad de degustar sus páginas. Sin pensármelo dos veces, y gracias a la editorial Funambulista, pude hacerme con un ejemplar. En los días previos a la llegada del libro, lo busqué con la mirada por las librerías más concurridas de mi ciudad y ni rastro, como si no existiese. Sólo logré encontrarlo en una de ellas, aprisionado en una de las extensas estanterías que componían la tienda y no expuesto junto con otras novedades. Sin embargo, y una vez finalicé su lectura, entendí el por qué de esa falta de publicidad por parte de las librerías. Pero también aprecié lo que sucede cuando una buena idea logra causar el efecto más o menos esperado en el lector.
Centrándonos en la reseña propiamente dicha, comenzaremos diciendo que La tragedia de Fidel Castro presenta una lectura amena, algo densa en cuanto a su inicio, ligera en su mayor parte y con un ritmo que logra acelerarse a medida que el lector se va poniendo en situación. La cuestión del ritmo es vital para cualquier escrito, ya que en la mayoría de los casos es una factor determinante a la hora de realizar la crítica. Si el escritor sabe conducir al lector, la novela será prácticamente un éxito, si lo que hace por el contrario es aburrir con un ritmo lento, entonces el trabajo de meses y años se puede ir al garete inmediatamente. A parte del ritmo, La tragedia de Fidel Castro presenta una trama ya de por si llamativa y loca, muy loca, desquiciante incluso. Si habéis leído con detenimiento el resumen de la sinopsis, entenderéis porque me refiero a esta novela con estos términos. A primera vista, reconozco que me pareció de lo más inverosímil, eso si, también sostenía que si Cerqueira lograba salirse con la suya literariamente hablando, estaríamos ante una genialidad. Y si, en ese sentido el autor logra que el lector se crea que el propio Jesús es mandado por Dios, su padre, para que medie en uno de los conflictos más importantes de la historia que tuvo lugar durante la Guerra Fría, como fue la crisis de los misiles. En aquellos momentos, el mundo entero se encogió, pues por vez primera, la sociedad fue consciente de que estábamos al borde del precipicio y que un ataque de este tipo hubiese supuesto una verdadera y terrible hecatombe. El destino de esa crisis dependía única y exclusivamente de dos actores, los Estados Unidos por un lado la URSS con el apoyo de Cuba por el otro, ellos tenían en sus manos el futuro de millones de personas. Sin embargo, el autor va un paso más allá e imagina una invasión de Estados Unidos por parte de Cuba, para acrecentar aún más la tensión narrativa y argumental. Por ello y volviendo de nuevo a la novela, resulta bastante desternillante narrar este periodo tan crítico de la historia contemporánea introduciendo el factor divino. En lo que respecta a los personajes, he de confesar que salvo el de Jesús, los de J.F.K y Fidel Castro me han parecido demasiado estereotipados. Se que así se logra mayor carga humorística y los estereotipos en ese sentido son un recurso muy habitual, pero, personalmente me hubiese gustado toparme con unas caracterizaciones ligeramente menos parecidas al mito y más cercanas a la realidad. En la novela, J.F.K se describe como alguien carismático, creído, seguro de si mismo, capaz de cualquier cosa y terriblemente impulsivo; descripción que el lector no puede evitar asociar con la de Donald Trump, actual presidente de los Estados Unidos. Y Fidel Castro, su descripción, se asemeja mucho a la que ha llegado hasta nosotros a través del merchandising: desarrapado, con un puro siempre en la boca, rodeado de parafernalia militar, atrevido e idealista, muy idealista. Tanto que en el libro parece incluso intuirse una pequeña parodia hacia su persona. Para mi, el mejor personaje de la novela y con el que más me he reído es sin duda el de Jesús. Ya no sólo por la locura de ser un personaje más dentro de la novela, también por su interesante personalidad y su escepticismo con respecto a los hombres, un escepticismo que obviamente entendemos todos y todas. Por último, una cuestión puramente personal, no me ha gustado nada el diseño de la portada. Esta claro que algo relacionado con Fidel Castro tenía que aparecer en ella, pero, no me vistáis al pobre Fidel de monje, ni me plantéis un cigarro de pega, que se nota que es un collage ¡Si Fidel levantase la cabeza!
En lo que respecta a la ya habitual reflexión final, he de confesaros que al principio no sabía por que camino conducir mis palabras. Hay algunos temas de especial interés para el lector que aparecen en La tragedia de Fidel Castro, sin embargo, una no puede comentarlos todos. Esa situación de desazón y de falta de inspiración siguió así unos días, hasta que de pronto, se me encendió la bombilla y una servidora no pudo evitar echarse a reír al instante. No es que me hubiese entrado un ataque de risa así sin más, es que, y esto pasa más de lo que uno se cree, las casualidades existen, ¡vaya si existen! Entre tanto tema histórico no me había percatado de que probablemente lo que se narra en el libro haya sucedido de verdad, y que incluso la religión hubiese jugado un importante papel al respecto. ¿A que ahora si que comenzáis a entender lo que os digo? ¿A que ahora todo parece tener un sentido? En el año 2014 comenzó a producirse el conocido como "deshielo cubano", es decir, el inicio de la normalización de las relaciones entre Estados Unidos y Cuba tras 54 años de enfrentamiento y de tensiones diplomáticas entre ambos países. Los protagonistas en esta ocasión fueron el presidente Barack Obama y Raúl Castro, hermano y sucesor de Fidel Castro, fallecido el año pasado. Pero ahí no queda la cosa. Mucho se ha hablado del papel decisorio de otras personas que facilitaron de alguna manera el inicio de estas conversaciones y el que finalmente se llegase a un acuerdo, a un entendimiento común entre dos países enfrentados políticamente, económicamente y socialmente durante tantos años. Entre ellos ¡sorpresa! la presencia del actual Papa Francisco, ofreciendo las estancias del vaticano para dichas reuniones bilaterales ultra secretas. Volviendo a la novela, a La tragedia de Fidel Castro, fue escrita en el año 2008, pero es más interesante saber que fue en el pasado 2016 cuando ésta se tradujo y publicó en otros países, en el 2016 precisamente, año de la muerte de Fidel Castro y de la primera visita oficial de un presidente de los Estados Unidos a la isla de Cuba. ¿Casualidad? ¿Marketing editorial? ¿O estamos ante una proeza literaria? ¿Ante un escritor que años atrás supo intuir lo que estaba por venir? Evidentemente los protagonistas no son los mismos y Jesús no ha bajado desde el cielo para mediar lo mejor posible en este conflicto, pero si ha estado muy presente el Papa, que a fin de cuentas, es el jefe y cabeza visible de la iglesia católica. En fin, queridos lectores y lectoras, en ocasiones, la realidad supera a la ficción o al menos logra parecerse. ¿Quién sabe si dentro de unos años el actual presidente de los Estados Unidos, siendo conscientes de lo que es capaz, reaviva las tensiones con Cuba, tirando por tierra lo logrado en los últimos años? ¿Vendrá a evitarlo de nuevo Jesús? ¿O este tirará la toalla y enviará a la Virgen María en su lugar? La tragedia de Fidel Castro: una historia de humor, política internacional, conflicto, tensiones, egos, intervención divina...Una lectura perfecta para dejarse llevar y no preocuparse por lo sonoras de nuestras carcajadas.
Frases o párrafos favoritos:
"Estas dos formas de reaccionar ante la adversidad, movimiento e inmovilidad, son opuestas entre sí, y, por lo tanto, podemos concluir que, cuando los dioses se sienten presionados, cualquier cosa puede ocurrir."
Película/Canción: como no podía ser de otra manera, y a falta de noticias al respecto, os adjunto la pieza de ópera que me ha acompañado durante la redacción de esta reseña. En serio, no me he podido resistir.
¡Un saludo y a seguir leyendo!
Cortesía de Editorial Funambulista
vale, creo que el argumento de esta novela es la mayor locura argumental que he visto nunca, pero no deja de ser una pasada, todo sea dicho.
ResponderEliminaryo creo que si hay que reinterpretar el recurso griego del "deus est machina" esta novela es todo un referente, tal como nos la has contado. Sin duda una lectura muy interesante y altamente divertida