martes, 1 de diciembre de 2020

RESEÑA: Nacimiento y muerte del ama de casa.

 NACIMIENTO Y MUERTE DEL AMA DE CASA


Título: Nacimiento y muerte del ama de casa. 

Autora: Paola Masino (1908-1989) fue una intelectual de vanguardia, una figura icónica en los círculos artísticos y literarios europeos del siglo XX. La vida doméstica no le convenía, pero le sirvió de inspiración para su novela más célebre, Nacimiento y muerte del ama de casa, un "libro maldito" según su autora porque, tras ser censurado durante el fascismo, la imprenta fue bombardeada, y tuvo que reescribirlo de memoria. 


Editorial: Alianza Editorial. 

Idioma original: italiano. 

Traductor: Pepa Linares. 

Sinopsis: En esta prodigiosa novela escrita entre 1938 y 1939, se narra la metamorfosis de una niña en ángel del hogar. La niña pasa su infancia escondida en un baúl, donde indaga los misterios de la vida y la muerte, olvidada de todos. Ignora los deberes propios de su género y desespera a su madre hasta que, ya adolescente, asume su destino asfixiante, la suerte de la mujer adulta, y se convierte en aquello que siempre odió: la perfecta ama de casa. 

Su lectura me ha parecido: densa, a ratos pesada, con capítulos demasiado estirados, pesadillesca, con toques surrealistas, contundente en su crítica, imprescindible como documento histórico, oportuna en un momento como el actual... Cuando se decretó el segundo estado de alarma de nuestra historia democrática debido al descontrol de la pandemia del Coronavirus muchas y muchos se llevaron las manos a la cabeza, atónitos, pero expectantes ante los meses que se nos venían encima. Nadie se imaginó que todas y todos viviríamos un confinamiento como el que padecimos durante los meses de marzo, abril y mayo. Y aún menos quienes, acostumbrados a coger coches, autobuses, metros, bicicletas, patinetes eléctricos o cualquier medio de transporte (incluyendo el que involucra ambas piernas en movimiento sobre el asfalto) para ir a trabajar se veían de pronto, de la noche a la mañana, obligados a ejercer su curro desde su dormitorio, comedor, cocina, recibidor, pasillo o, los más afortunados, despacho con balcón atestado de plantas. De pronto las videollamadas, los problemas de conexión o de infraestructura, las interrupciones, los auriculares y las conversaciones a una pantalla se volvieron tan cotidianas como las tostadas del desayuno o la sintonía del telediario a media mañana. Pronto surgieron los primeros problemas. las primeras exigencias, desembocando todo ello en un interesante debate, negociaciones con sindicatos y patronal y, finalmente, en una nueva ley que pretende regular el teletrabajo en tiempos pandémicos. Así transcurrió este cambio de paradigma, este viaje hacia la nueva normalidad plagado de actualizaciones, puestas a punto y digitalización en tiempo récord con la dificultad que eso entrañaba. Sin embargo, existe un sector profesional, cuya rutina prácticamente no se vio alterada ni con el confinamiento ni con la pandemia que estaba teniendo lugar fuera de nuestras casa. Estamos hablando, claro está, de las "obreras del hogar" o las tradicionalmente llamadas "amas de casa". Mujeres prácticamente en su totalidad que siguieron desempeñando un trabajo invisible, poco valorado socialmente, realmente ingrato y por supuesto cero remunerado. Ellas nunca dejaron de cocinar, poner lavadoras, limpiar y de bajar a comprar (con toda la prudencia del mundo, pero no por ello, susceptibles al riesgo de contagio). Un trabajo que no abrió informativos, ni protagonizó las portadas de los principales medios, ni las tertulias en programas de sobremesa, ni suscitó un intenso debate social a pie de calle. Su labor pasa desapercibida, cual fantasma, vagando por las estancias, recibiendo todo tipo de reproches, comentarios ingratos y vómitos de hipocresía. De ahí que lecturas como la que hoy os traigo a colación (de una vigencia atronadora a pesar de haberse escrito en los años 30) se antojen importantes para una futura y necesaria reflexión entorno al papel del ama de casa en la historia, y por extensión, en nuestro contexto, cada vez más tecnológico y desprovisto de empatías. Nacimiento y muerte del ama de casa: contra el ángel del hogar, contra el fascismo. 


El discurso imperante en la Italia de 1938, y que perduró hasta 1941, era el más reaccionario dentro de la ideología fascista, sobre todo en lo que a las mujeres se refiere. En tan sólo cuatro años el gobierno de Mussolini había conseguido implantar en la sociedad su ideal femenino, el de esa ama de casa sin más aspiraciones que la atención del marido y la crianza de los hijos. O lo que es lo mismo: "Ocupaos de la casa, traed hijos al mundo y llevad los cuernos". Palabras de Pepa Linares, traductora de la presente obra, que sin duda constituyen el mejor resumen de lo que el estado y el pueblo italiano esperaba de sus mujeres. Este malvado y denigrante propósito se acabó llevando a cabo mediante las conocidas como "campañas demográficas" que, aunque se pusieron en marcha en 1927, no fue hasta los años 30 cuando empezaron a dar sus frutos. Unas campañas cuyo único propósito era el de limitar el papel de las mujeres única y exclusivamente al trabajo doméstico al tiempo que ensalzaban su figura y como engendradora de niños para la Nación. La estrategia, por supuesto, pasaba por una serie de restricciones mediante paulatinas medidas legislativas que culminarían con el famoso decreto-ley de 1938 que, entre otras cosas, limitaba la participación de las mujeres en la vida pública, así como al acceso a la enseñanza superior o su incorporación a la vida laboral en algunas profesiones (sobre todo las más masculinizadas). Es precisamente en el año 1938, con la entrada en vigor del polémico decreto, cuando una escritora de orígenes aristocráticos llamada Paola Masino tiene la idea de escribir una novela cuya razón de ser es precisamente la crítica a ese ángel del hogar fascista impuesto con tanto ahínco desde las más altas esferas del régimen. Librada de los deberes de esposa y madre, poseedora de una gran educación y pareja del escritor Massimo Bontempelli (perteneciente al partido fascista en sus primeros años) se dedicó a seguirle por Florencia y París al tiempo que trabaja como articulista para algunas de las revistas más importantes de Italia. Pero no es hasta 1938 cuando el partido fascista, cada vez más extremista y recrudecido, expulsa a Bontempelli por sus posturas críticas. Ambos huyen en una especie de exilio político a Venecia, ciudad en la que Masino encontrara su particular cárcel desde la que poder escribir el que ella misma definiría como su "libro maldito". Y remarco lo de "maldito" porque la publicación y trayectoria de Nacimiento y muerte del ama de casa es de las más rocambolescas e injustas de la literatura. Empezando por el ensañamiento de la censura fascista sobre el texto, siguiendo con la bomba que durante la guerra cayó sobre la editorial destruyendo las últimas pruebas de la novela (las cuales ya estaban listas para su impresión) y acabando con su reescritura a partir de notas, manuscritos y textos supervivientes de aquella primera versión en el año 1945, una vez finalizada la contienda. Sin olvidar su tardío éxito durante los años del feminismo de segunda ola con términos como "mística de la feminidad" y "el mal que no tiene nombre" de plena actualidad por aquel entonces. Actualmente la figura de Paola Masino goza de una gran reivindicación por parte de la tercera hornada de activismo e intelectualidad feminista del siglo XXI hasta el punto de internacionalizarse y salir, por fin, de las fronteras italianas. Y es que, a pesar de que la propia autora llegó a reconocer que entre correcciones, retrasos y cúmulos de mala suerte había desarrollado un cierto distanciamiento respecto al texto, lo cierto es que la universalidad de su crítica, así como su intención no dejan de resultar a día de hoy necesarias. 


Nacimiento y muerte del ama de casa se presenta ante el lector como una de esas lecturas cuya premisa no puede ser más atractiva. Sin embargo, la novela de Masino también es densa, farragosa en ocasiones, con unos capítulos que parecen durar una eternidad y escenas que, a pesar de su importancia, a nivel estilo resultan demasiado largas. Como si la autora quisiese recrearse en ellos a conciencia para conseguir un objetivo empático con el lector. Objetivo que, al estirarse tanto las situaciones, en ocasiones pueden llegar a aburrir, o peor, a agobiar al lector. Y no hay nada más peligroso para un libro que éste acabe abandonándolo por falta de motivación o simplemente porque siente sus expectativas frustradas. Dejando a un lado este pequeño apunte - o advertencia, según como queráis llamarlo - Nacimiento y muerte del ama de casa narra la historia de una niña, cuyo nombre jamás conocemos y a la que acabamos llamando Ama de Casa (en clara crítica a lo que se espera de ella por parte del fascismo italiano de la época). Una niña que, en un intento por escapar de su familia y de lo que el destino le tiene preparado como futura mujer, decide esconderse en un baúl. Allí se hartará a leer y descubrirá los misterios de la vida y la muerte. Cuando Ama de Casa cumple una determinada edad - no se especifica pero se intuye que es próxima a la mayoría de edad - la familia decide que su tiempo de huida ha terminado y que tiene que asumir de una vez su papel en la sociedad. Primero se presenta en sociedad - sin duda, la mejor parte de todo el libro - y posteriormente deberá casarse con un pariente rico mucho más mayor que ella. Ante esta situación la joven, viendo como lo detestado durante su infancia acaba alcanzándola de pleno, como ese monstruo que anida tras la puerta, acaba entrando en una espiral de locura que la conducirá a un final tan previsible como indeseado al mismo tiempo. Teniendo en cuenta lo mencionado, existen dos influencias muy claras en el texto de Masino. Por un lado, la del movimiento surrealista en su vertiente más alucinógena. El mismo hecho de que Ama de Casa se encierre en un baúl, una escena que nos puede retrotraer a las fantasías infantiles de Lewis Carroll en Alicia en el País de las Maravillas, ya nos sirve como introducción a las pesadillas que la azotarán de adulta ante la imposibilidad de escapar del terrible destino. Unas imágenes tan potentes que el lector no podrá olvidar en mucho tiempo. Por otro lado, la presencia de Kafka y La metamorfosis, creando un sugerente paralelismo. Si en la novela de Kafka Grégor Samsa se convierte en insecto, en la novela de Masino Ama de Casa acaba transformándose en aquello que siempre odió sin necesidad de que le crezcan alas o sus manos muten a delgadas patas. Lo cual es más terrorífico si cabe. En última instancia, y a pesar de la dificultad que su lectura entraña, el libro de Paola Masino no deja de ser un recordatorio de que, a pesar de los diferentes avances respecto a los derechos de las mujeres, todavía existen hombres que siguen mandándonos a fregar, a cocinar o a tender cuando ven su poder - ya sea público o en un ámbito más privado - peligrar. Cuando una mujer les replica, les contradice o simplemente manifiesta su opinión. Esto no hace más que darme la razón. El machismo está lejos de erradicarse, como también esa malsana idea de que las mujeres hemos nacido con el don para administrar una casa, criar niños y poner lavadoras. De ahí la importancia de la educación en igualdad, desde la misma cuna, y el necesario cambio de paradigma a una mayor independencia. Masino nos habla desde la Italia más oscura, la de los años 30, la misma que obligaba a las mujeres a desprenderse de sus sueños para abrazar al marido y a la escoba. Pero en ocasiones su eco resuena entre las paredes, desde el interior del microondas, como un susurro, en el oído de la vecina, la amiga, la abuela o tu propia madre mientras a fuera, la gente sigue como si nada. 

Nacimiento y muerte del ama de casa: una historia de renuncias, quiebra de las aspiraciones, deberes fascistas, sociedades oprimidas, impersonalidad, pesadillas... Una distopía doméstica tan real como la vida misma. 

Frases o párrafos favoritos: 

"Fue así como el Ama de Casa se dio cuenta de que, pequeña o grande, la casa era una rueda de molino a la que habían atado el día de la boda (…) Con todas sus fuerzas, quiso encontrar una razón que le hiciese grato o admisible el martirio, como a todas las demás"

"Tenías que demostrarme que incluso en el acto de zurcir un calcetín puede hallarse un universo y no que he abandonado el universo para dedicarme a zurcir calcetines."

¡Un saludo y a seguir leyendo!

Cortesía de Alianza Editorial

3 comentarios:

  1. no conocía la novela, pero el tema que trata me es de sobra conocido, aunque la historiografía académica oficial, me temo, no ha prestado demasiada atención a él, al menos hasta ahora. Me apunto la novela y espero que la revitalización internacional de la autora que nos comentas en la reseña sirva para poner en valor esta importante problemática social a la vez que reivindicar, con aun mayor fuerza de necesidad, la importancia de adoptar enfoques de género en los estudios de historia.
    Una extraordinaria reseña

    ResponderEliminar
  2. Me interesa, sobre todo, por esa crítica que hay a lo largo de toda la novela. Pero la verdad es que esa densidad y esa dificultad para leer me asusta. No sé si me animaré.
    Besotes!!!

    ResponderEliminar