viernes, 7 de octubre de 2016

RESEÑA: Lolly Willowes.

LOLLY WILLOWES


Título: Lolly Willowes. 

Autor: Sylvia Townsend Warner (Harrow, 1893-Maiden Newton 1978) fue una de las figuras indispensables de la disidencia literaria anglosajona del siglo XX, además de miembro del Partido Comunista y toda una autoridad en música inglesa antigua. Tras la aparición de Lolly Willowes, publicó cinco novelas más, siete libros de poesía, una traducción de Proust, catorce volumenes de relatos y una biografía de T. H. White. 


Editorial: Siruela. 

Idioma: inglés. 

Traductor: Celia Montolío. 

Sinopsis: Lolly Willowes, de veintiocho años, está aún soltera cuando tras la muerte de su adorado padre pasa a depender de sus hermanos. Tras ocuparse de todo durante demasiado tiempo, decide escapar de su constreñida existencia y se traslada a una pequeña aldea en Bedlfordshire. Allí, feliz y sin trabas, no tardará en descubrir su verdadera vocación: la brujería. Y junto a su gato y al más inesperado de los aliados, Lolly será, por fin, libre. 

Su lectura me ha parecido: crítica, repetitiva, desconcertante, bien escrita, muy feminista, fuerte, apabullante, irónica, descriptiva, demasiado reiterativa...Queridos lectores y lectoras, ¿no os ha pasado en ocasiones que os ha picado la curiosidad por entender por qué el autor o autora en cuestión escribe de una forma determinada? Estoy segura de que en más de una ocasión esa pregunta os ha rondado por la cabeza. En cuestiones de forma, hay que acudir siempre, siempre, siempre, al contexto histórico que vio nacer a la obra en cuestión. De él se puede extraer el lenguaje, las construcciones, los temas a tratar, e incluso la crítica. Por citar varios ejemplos: El Quijote de Miguel de Cervantes, cuyo lenguaje denota muchos rasgos de la época en la que fue escrito; La Divina Comedia de Dante, en la que su planteamiento narrativo corresponde al 100% con la ideología medieval del momento; Oliver Twist de Charles Dickens, obra en el que el tema del pauperismo se inserta dentro de una sociedad victoriana en la que los niños de clases marginales sufren lo indecible o Rebelión en la Granja de Gorge Orwell, libro en el que la crítica a la Revolución Rusa se sitúa en un contexto de plena agitación política e intelectual. Pues, bien, el libro que hoy tengo el placer de reseñar, y por consiguiente, de daros a conocer, es de esa clase precisamente. A pesar de los desencuentros que he tenido con su lectura, mirando el contexto en el que la autora lo escribió, entiendo en parte porque se nos presenta de esta forma. Aunque sinceramente, bajo mi punto de vista, existen otras muchas de expresar lo mismo. Lolly Willowes: la sorpresa, el descubrimiento y el desconcierto bajo el mismo techo.


La historia de como Lolly Willowes llegó a mis manos primero, y después, a mi adorada y apreciada estantería es del todo sencilla. Hacia finales de este verano aproximadamente, me encontraba en una situación que hasta el momento no había experimentado antes. Por un lado, me encontraba con solamente una asignatura que superar para poder tener el Máster de especialización en Historia Contemporánea, y por otro, con la posibilidad de ir abriendo camino, es decir, de ampliar un poco más mis expectativas, probar cosas nuevas, realizar algún curso de escritura, y por supuesto, seguir haciendo que este espacio siguiese creciendo profesionalmente. Esto último, y viendo que mi colaboración con editoriales había sido de lo más fructífera, me lancé a mandar correos a otras editoriales. Creo que estaba por aquel entonces muy ilusionada, pues mandé a todos lados, fuego a discreción por decirlo de alguna manera. Pero de todas ellas sólo hubieron dos que contestaron, entre ellas, Siruela, una editorial con la que tenía muchas ganas de entablar colaboración, ya que su variedad de títulos me resulta muy interesante, en los que espero adentrarme poco a poco y a medida que vaya avanzando el tiempo. En resumidas cuentas, que Lolly Willowes fue el libro que pedí a Siruela para estrenarme con ellos. Lo cierto es que no había leído críticas ni reseñas previas al respecto, sin embargo, lo que me empujó a leerlo fue verlo en todos lados, expuesto tan majestuosamente, en las librerías de mi ciudad. También la sinopsis tan alentadora me animo a pedirlo, aunque tras su lectura, comprobé muy a mi pesar que me encontraba ante una de esas lecturas complejas de exponer, pero sobretodo, de reseñar.


En lo que respecta a la crítica, empezaremos por comentar que Lolly Willowes me ha sorprendido, si, en el sentido de que no esperaba para nada una novela así. En lo que respecta al estilo no tengo nada que objetar: sosegado, pausado, rico en lenguaje, una novela muy bien escrita. Sin embargo, no puedo obviar el hecho de que nos encontremos ante un libro que parece ser una cosa en un primer momento, para luego, toparnos con una historia completamente diferente. Yo me imaginaba una novela en la que encontraría ante una historia más emocionante, pero sobretodo, ante una protagonista fuerte, decidida, luchadora y que se revela ante los convencionalismos sociales, algo que no ha sucedido. Con esto no quiero decir que el libro no me haya gustado, simplemente, me esperaba otra cosa. Seguidamente, encuentro que el mayor problema de esta novela es sin duda la estructura de la trama, con páginas y páginas en las que asistimos a una descripción exhaustiva y bastante lenta de del día a día de Lolly y en el que conocemos sus sentimientos, sus pensamientos y su actitud despreocupada por la vida en general. Todo ello para llegar al momento que se narra en la sinopsis, pero que para nuestra desgracia, transcurre en muy pocas páginas. Esta distribución tan desigual de la narración facilita una lectura más pausada, pero corre el peligro de que el lector acabe por dejar de lado el libro. Por otro lado, es necesario dedicar unas líneas al personaje principal del libro, a Lolly Willowes, cuya actitud en ciertos momentos del libro me pareció del todo desconcertante. No nos encontramos ante una mujer combativa, sino ante una mujer pasiva, tranquila, ausente, inmóvil en ciertos momentos. Elementos que forman parte del carácter y la psicología del personaje que me dificultaron conectar o ponerme en su piel, aunque he de confesar que cuando llega el momento en el que Lolly decide marcharse a vivir a Chiltern es realmente épico. En otro orden de cosas, es importante destacar que la novela está impregnada de espíritu feminista, demasiado apabullante para mi gusto. No quiero decir que no esté bien, de hecho, soy una amante de la novela feminista, pero lo que no ha acabado de convencerme es el tono condescendiente que en ocasiones tiene Townsend Warner con el lector, repitiendo hasta la saciedad la misma idea. Se que es un ejercicio de conciencia social muy necesario, pero literariamente, el "por si no os ha quedado claro" resulta realmente repetitivo. Finalmente, sólo me cabe reiterar su calidad en cuanto a la escritura y constatar que Sylvia Townsend Warner, a pesar de todo, resulta ser una escritora de su tiempo.


Para dar por finalizada la redacción de la reseña, he dejado lo mejor para el final, y es que no me puedo marchar hasta la semana que viene sin abordar, desde un tono más reflexivo, el tema principal de la novela Lolly Willowes. Como he nombrado antes, el libro está en su totalidad impregnado de un sentimiento feminista muy fuerte, a lo que además añadiría sin lugar a dudas el término "reivindicativo". No existe feminismo sin reivindicación, eso lo sabemos todos, como tampoco feminismo sin argumentos ni conciencia. He dicho también que Lolly Willowes, pero sobretodo su autora, si atendemos a la biografía, nos damos cuenta de que nos encontramos ante una novela muy marcada por el contexto histórico, político y social de la Inglaterra de mediados de los años 20, una época que en cuestiones de género hacía tiempo que estaba librando una ardua y esperanzadora batalla. Unos años antes, durante los años de la Primera Guerra Mundial, encontramos a figuras como Emmeline Pankhurst y a sus hijas Christabel y Sylvia liderando el conocido movimiento sufragista inglés que pedía el voto para las mujeres a través de la desobediencia civil o de acciones de tipo más violento. En 1918 el parlamento aprobó una ley que permitía votar a las mujeres de más de 30 años que tuviesen propiedades, que fueran arrendatarias o que hubiesen cursado estudios universitarios. Pero no fue hasta 1928, diez años después, cuando finalmente el estatus electoral cambió, equiparando las condiciones de hombres y mujeres y extendiendo el voto a todas las clases sociales. Y es en estos años, concretamente en 1926 donde encontramos a Sylvia Townsend Warner y su Lolly Willowes, en unos años de convulsión política y social tremenda, no tenemos que pasar por alto que durante los años 20 Europa asiste la transformación del concepto de "modernidad" con todas sus consecuencias, a una polarización de la sociedad civil y de la política. Por todo ello, teniendo en cuenta la tradición feminista anterior y que en aquella época, los años 20, la mujer todavía seguía considerándose inferior al varón en otros muchos aspectos, es normal que apareciese en el panorama literario una novela como Lolly Willowes. Un libro cargado de mucha crítica, ironía e insistencia que invita a reflexionar sobre el papel de la mujer en aquellos años, pues, pienso que Townsed Warner al idear un personaje tan pasivo como Lolly hasta el momento de su eclosión personal y ligera rebeldía, no ha sido producto del azar, probablemente sea una crítica a la sociedad en si, a los roles tradicionales, a ciertas actitudes sociales con respecto al tema de la familia-matrimonio o incluso una descripción de la mujer que la autora no quiere ser. Una mujer dejada, que no participa, que no lucha, que siente pero no habla hasta las últimas páginas del libro, cuando decide irse a una aldea ella sola para descubrir que su vocación es la brujería, algo que resulta totalmente irónico si conocemos un poco de historia medieval y moderna. Con esto, y a pesar de que la lectura no me haya satisfecho del todo, considero que nos encontramos ante un libro de su tiempo y ante una crítica, reiterativa, pero más que necesaria. Lolly Willowes: una historia de sentimientos, opiniones, tradición, familia, libertad, moldes, reivindicación, feminismo....Un ejercicio de conciencia y literario al mismo tiempo.

Frases o párrafos favoritos: 

"-¡Lolly! No puedo consentirlo. Eres mi hermana. Considero que estás a mi cargo. He de pedirte que renuncies a esta idea de una vez por todas.No es sensata. Ni conveniente.
-Ya te he recordado que tengo cuarenta y siete años. Si no tengo edad para saber qué es sensato y conveniente, jamás lo tendré."

Película/Canción: todavía no existe una adaptación de Lolly Willowes, aún así, os he adjuntado la pieza clásica que me ha acompañado durante la redacción de esta reseña:


¡Un saludo y a seguir leyendo!

Cortesía de Siruela.

5 comentarios:

  1. Muy buena reseña. Me apunto la novela porque, a pesar de ser reiterativa, me gusta intercalar novelas más sencillas con novelas de calado social. Un saludo desde Las historias de Sartre

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  2. Hola! No lo conocía pero no es muy de mi estilo así que creo que por ahora lo dejo pasar. Gracias por la reseña.

    Un saludo!

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  3. como tu, he visto la novela en los estantes de las librerias en un lugar privilegiado. Me encanta el tema de la teoria feminista, sobretodo desde el puntop de vista de la critica a la sociedad contemporanea en que las feministas son unas maestras desenmascarando las condiciones ocultas del poder y todos los mitos que se esconden detrás de nuestras concepciones más basicas del mundo. Espero poder hacerle un hueco en breve a esta novela. Espero que el haber leido algun que otro manifiesto me inmunizara contra la reiteración de la que nos hablas y poder disfrutar de esta lectura.
    una reseña excelente

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  4. Muy buena reseña. Aunque en esta ocasión no termina de seducirme esta novela, así que la dejo pasar.
    Besotes!!!

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  5. ¡Hola!
    Me ha encantado tu reseña, pero por lo que nos cuentas no creo que yo llegue a empatizar con el personaje principal. De momento la dejo pasar.
    Besos y ¡feliz comienzo de semana!

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