miércoles, 2 de noviembre de 2016

RESEÑA: La espuma de los Días.

LA ESPUMA DE LOS DÍAS

Título: La espuma de los Días. 

Autor: Boris Vian (1920-1959) es uno de los autores más originales, libres e inclasificables de la literatura francesa. Sus aficiones se extendieron también al teatro y a la música, en especial al jazz. La espuma de los Días es tal vez su novela más famosa, pero dentro de su producción literaria encontramos títulos como Escupiré sobre vuestra tumba, Todos los muertos tienen la misma Piel, Que se mueran los Feos o Los constructores del Imperio. Murió prematuramente, a los 39, por un infarto agudo miocardio. 


Editorial: Alianza Editorial. 

Idioma: francés. 

Traductor: Luis Sastre Cid. 

Sinopsis: inmersos en su universo peculiar donde cualquier cosa es posible, Colin, Chloé, Chick y Alise, son dos jovenes parejas de amigos que comparten locuras y extravagancias, creencias y proyectos, diversiones y pesares, alegrías y frustraciones. Un día, sin embargo, todo cambia: un nenúfar empieza a crecer en el interior de Chloé y, tras los primeros instantes de sorpresa, un manto de melancolía parece cubrir la viveza de todos.

Su lectura me ha parecido: sorprendente, romántica, personal, despierta, íntima, extravagante, mágica, especial, llena de matices, plagada de temas de interés, inundada de inesperadas reflexiones...Queridos lectores y lectoras, os tengo que ser sincera, al menos en este espacio en el que en cada reseña intento plasmar la mayor de las veracidades posibles. Como a muchos, seguramente os habrá pasado que la inspiración y las ideas se esfuman de repente, como por arte de magia, sin avisar si quiera; aunque te encuentres enfrascada en una tarea tan creativa como la de escribir todas las semanas una reseña literaria. Pues bien, queridos lectores y lectoras, me hallaba hace unas semanas triste y hasta huraña, las musas se habían alejado a un lugar donde descansar, dejándome bastante despagada y desprovista de esa valiosa herramienta que me permitía continuar con mi trabajo. Sin embargo, y como afortunadamente también sucede, de pronto, es una conversación, un gesto, un tono de voz, una nota musical, un acontecimiento, un sentimiento...En definitiva, que algo, sea lo que sea, alarga el dedo y enciende el interruptor adecuado, iluminando de esta forma la bombilla que todos y todas tenemos en nuestra cabeza. El efecto que provoca es indescriptible, pero inmediatamente perceptible al instante en cualquier cosa que hagamos a continuación. Con esta pequeña reflexión no pretendo despistar a nadie, al contrario, lo que intento es mostraros una sensación que todos experimentamos, incluso varias veces en un mismo día. En mi caso, fue la lectura de la novela que hoy tengo el placer de reseñar, lo que centelló en mi cabeza, como una irrefrenable chispa, dando lugar a un repentino interés sobre la producción literaria de un autor del que jamás había escuchado nombrar. La espuma de los Días: un sobresaliente ejercicio de imaginación y de atrevimiento dignos de ser considerados.


La historia de como La espuma de los Días llegó a mis manos, y de paso, a formar parte de mi adorada librería es muy sencilla. Pero como todo en esta vida, tiene su por qué detrás, y en esta ocasión, para darle respuesta, debemos viajar unos años en el tiempo, a mis habituales paseos en las librerías más concurridas y famosas de la ciudad. No hace falta ser muy listo para intuir que La espuma de los Días apareció ante mis ojos durante una de aquellas furtivas visitas a los templos de la cultura y el negocio. Y así fue, justo como he resumido en la anterior frase. Sin embargo, lo que no sabéis es que, tras aquel primer contacto y lectura de sinopsis, La espuma de los Días se convirtió en una especie de obsesión literaria para mi. Reconozco que la rareza y belleza de su portada me impactó bastante, no obstante, fue el resumen y, sobretodo, la búsqueda posterior de información acerca de Boris Vian lo que logró abrir mi apetito lector. El cual, no podía en aquellos momentos saciarse con otra cosa que no fuese con un libro del ilustre autor francés. Tras meses y meses de admiración en la distancia llegó la colaboración con el Grupo Anaya, y con ello, el inicio de una relación fructífera que continua siendo excelente a día de hoy. Y por fin, aunque reconozco que demoré bastante la decisión, llegó el día en el que pude pedirles La espuma de los Días. El libro llegó en perfectas condiciones, y aunque tenía otros libros por leer, no dudé en poner este libro el primero de una larga lista, iniciando su lectura pocos días después. El resultado, no pudo ser más enriquecedor.

En lo que respecta a la crítica propiamente dicha, comenzaremos apuntando que La espuma de los Días presenta una lectura ágil, dinámica y en la que la belleza y la exquisitez predominan por encima de todo, haciendo que el lector se sienta más atraído por la historia que se narra. No es de extrañar por tanto, todos los halagos que se han ido sucediendo a lo largo del tiempo con respecto a esta novela, sin duda, totalmente justificados. Seguidamente, en La espuma de los Días encontramos infinidad de temas de gran interés social, cuyas respectivas cargas merecen ser descritas muy detalladamente en apartados separados. Sin embargo, y como se que cada lector es subjetivo, no me dedicaré en este apartado a describirlas todas, simplemente nombrar el extraordinario hecho de que cada una de ellas sirven para contemplar, a través de su elegancia estilística, una época muy concreta de la historia social y cultural de la Francia de mediados de siglo XX. En la novela observamos como temas como el mundo del trabajo es descrito como inhumano y en el que los trabajadores se comportan como simples máquinas del sistema. Como la religión se presenta de la forma más hipócrita posible. Como el Jazz se convierte en la  banda sonora, acompañando las acciones de los protagonistas. Pero sobretodo, como la cultura de entonces crea mitos y demonios al mismo tiempo. De hecho, me hizo mucha gracia apreciar la denuncia que Vian hace hacia el culto a la personalidad usando como eje vertebrador el personaje de "Jean-Sol Partre", que sospechosamente se parece mucho al de su coetaneo y colega Jean-Paul Sartre, la star literaria y filosófica del momento. Una mención especial merece la construcción de cada uno de sus personajes, algunos demasiado planos, como el de Chloé, otros muy típicos, como el de Colin, y otros sumamente interesantes, como los de Chick, Alise y Nicolás. Estos tres últimos en especial me han parecido de lo más profundos, el primero por su enfermiza obsesión hacia Partre, el segundo por su conflicto interno y el tercero por representar perfectamente el contrapunto, el equilibrio a una historia donde lo irreal y extravagante juegan un papel clave. Finalmente, sólo me queda constatar que La espuma de los Días es una de esas novelas que sin duda recomendaría, sobretodo si se está muy interesado en adentrarte de alguna forma en la literatura de Boris Vian, un autor único que se fue demasiado pronto.


Llegados a este punto, queridos lectores y lectoras, ha llegado el momento de exponer la clásica reflexión personal que, como siempre, surge en mi cada vez que finalizo la lectura de un libro en concreto. En esta ocasión, me gustaría centrarme en hablar del tema principal de La espuma de los Días, que no es otro que lo surrealista, lo mágico, lo fantástico. Estamos hartos y hartos de leer novelas de ésta temática, incluso existe un género específico, el cual, satisface plenamente las necesidades del lector de antes y de hoy más que nunca. Sin embargo, es interesante observar, pero sobretodo, ser conscientes cuando estamos leyendo como al final, lo irreal traspasa los límites de la rareza para fundirse en la cotidianidad más absoluta. Como sucede con cualquier novela de este estilo, al principio te quedas impactado, perplejo, bastante sorprendido de encontrar elementos tan inverosímiles dentro de una historia de lo más sencilla y natural. No obstante, y a medida que vas dejando atrás las páginas una a una, comienzas poco a poco a acostumbrarte a esa extravagancia y a ese surrealismo, hasta el punto de que no resultar molesto para el lector, volviéndolo más especial si cabe. En cuanto te adentras en La Espuma de los Días y llevas un buen trecho acompañando a personajes como Chloé, Chick, Alise o Colin uno ve normal que el apartamento de éste último se convierta en una ciénaga y que éste mengue a medida que vaya cayendo más y más en el empobrecimiento económico o que un nenúfar sea la causa por la que la dulce y perfecta Chloé caiga enferma. Creo recordar que, cuando abordé el tema del realismo mágico en la literatura latinoamericana ya hablé sobre este tema, y en esta ocasión, como no podía de otra forma, reitero lo que dije en su momento. El mundo, la vida, pero sobretodo las personas, necesitamos en el fondo sentir que todo es posible, hasta lo más inalcanzable del mundo. Y eso, esa extraña pero deleitante sensación nos la proporcionan novelas como esta, capaces de hacernos creer que todo, por muy chocante,fantasioso o inusual que parezca, puede suceder o hacerse realidad. La espuma de los Días: una historia de amor, ternura, crítica, extravagancia, surrealismo, sentimientos, esperanza, dramas humanos...Un libro imprescindible y único en todos los aspectos.

Frases o párrafos favoritos: 

"Allí es donde los ríos se arrojan al mar se forma una barra difícil de franquear y grandes remolinos coronados de espuma donde bailan el resto de los náufragos."

Película/Canción: aunque existen adaptaciones anteriores, en el año 2013 el director francés Michel Gondry dirigió la última que se conoce, con las interpretaciones de Audrey Tatou, Romain Duris y Omar Sy entre otros. Aquí os dejo el trailer de la película, además de una pieza de banda sonora que, a pesar de pertenecer a otra película, es la que me ha acompañado durante la redacción de esta reseña:



¡Un saludo y a seguir leyendo!

Cortesía de Alianza Editorial (Grupo Anaya). 

3 comentarios:

  1. habia oido hablar de esta novela y todo el mundo coencide en su genialidad y su increible originalidad. Sin duda, por lo que nos cuentas parece una lectura de lo más interesante y agradable. Espero poder leerla pronto, ya que la critica insinuada a Sartre me resulta atrayente, aunque por otro lado debo decir que la fama de este esta totalemnte justificada. Sartre era un genio.
    Buena reseña

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  2. Hola! No conocía el libro pero no se si es muy de mi estilo, no tiene mala pinta pero por ahora la dejo pasar. Gracias por la reseña.

    Un saludo!

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  3. ¡Holaa! Pues desde el principio te diré que me encanta tu pluma ;) O sea, tu forma de hacer las reseñas, tienen un toque que transporta. Y bueno, respecto al libro, sí que intriga esa portada, es muy curiosa, y la sinopsis, se pone muy curiosa. Así que a ver si alguna vez me encuentro con el libro.
    ¡Un beso! :3

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