VIVIR
Título: Vivir.
Autoras:
Anise Postel Vinay (París 1922). A los diecisiete años entró a formar parte del Servicio de Inteligencia de la Resistencia Francesa. En agosto de 1942, la los veinte años, fue detenida y llevada ante la Gestapo. Estuvo en las cárceles de La Santé y Fresnes antes de ser deportada a Ravensbrück en octubre de 1943. En las cárceles y el campo de concentración convivió con Germaine Tillion y Genevière de Gaulle-Anthonioz, resistentes como ella y se hicieron grandes amigas. Bajo el título Vivir, narra el testimonio de su terrible experiencia.
Laure Adler (Caen, 1950). Es periodista, escritora y productora. Ha ocupado puestos importantes en varios ámbitos culturales franceses (consejera de cultura con François Mitterrand, directora de la cadena de Radio France Culture, directora de colección en las Press Universitaires de France, directora del ámbito Literatura y Documentos de la editorial Seuil, consejera de administración del Têatre de la Ville de París etc.), pero es conocida sobre todo por sus biografías, a través de las cuales se ha interesado por algunas figuras de la intelectualidad más importantes del siglo XX: Margueritte Duras, Hannah Arendt o Simone Weil entre otras. En castellano, la editorial Siruela ha publicado recientemente Un largo Sábado, que recoge sus conversaciones con George Steiner.
Editorial: Errata Naturae.
Idioma: francés.
Traductor: Laura Naranjo Gutiérrez.
Sinopsis: detenida el 15 de agosto de 1942 y deportada, más tarde al campo de concentración de Ravensbrück, Anise Postel-Vinay nos ofrece en estas poderosas y estremecedoras páginas un relato autobiográfico de una humanidad más alta que la propia barbarie. Sin duda, hay muchos libros sobre los campos de concentración nazis, pero no son tantos, ni tan "exactos", los que nos hablan de las experiencias femeninas en la Resistencia francesa. En aquel famoso campo de concentración situado al norte de Berlín - a casi cien kilómetros -, y al que serían llevadas para ser confinadas o morir, más de 130.000 mujeres, el horror era algo ordinario, pero la amistad y el compañerismo también. De todo ello da cuenta este libro prodigioso en su verdad y en su emoción contenida, un testimonio que leemos hoy como si fuera la ficción de un tiempo lejano y terrible, aunque siempre acechante.
Su lectura me ha parecido: intensa, dramática, breve, tremenda, poderosa, necesaria, ilustrativa, impactante, sobrecogedora, reflexiva...Queridos lectores y lectoras, como ya sabréis, en Jimena de la Almena dedico un espacio bastante importante a la ficción. Novelas, libros de cuentos, historias cortas, obras de teatro y algún que otro cómic han desfilado con mayor o menor fortuna por este espacio de crítica y opinión. Sin embargo, en los últimos tiempos he ido ampliando esta cada vez más numerosa biblioteca con otro tipo de lecturas, las que tienen más que ver con lo real que con lo que pueda salir de la imaginación de un autor o autora en concreto. Existen lecturas, y el ejemplo de la Premio Novel de Literatura 2015 Svetlana Alexievich lo demuestra, que superan el terreno de lo inventado para, por ejemplo, acercarnos a un tema o personaje concreto del presente o del pasado para hacernos reflexionar. Dentro de esta categoría se incluyen los ensayos y las biografías, pero también las autobiografías, y aunque en el blog hayamos reseñado alguna que otra, no esta de más hacer un ejercicio de autocrítica al respecto, pues estos escritos son igual de importantes que las novelas. En esta ocasión, el libro que hoy os presento y reseño pertenece a esa categoría de no ficción, sin embargo, y conforme vas dejando atrás cada una de sus páginas, en ocasiones deseas que no fuera así, por la crudeza del relato y por todo lo que aquello significó. Vivir: la terrible experiencia concentracionaria desde una mirada femenina.
En lo que respecta a la reseña propiamente dicha, comenzaremos apuntando que Vivir presenta una lectura sencilla, concisa, breve, pero no exenta de muchísima carga emocional y de gran verdad. Se podría decir que Vivir es uno de esos libros que pone la piel de gallina a medida que vas conociendo más detalles de la vida de Anise. En relación con esto, quiero alavar el especial tratamiento por parte, en este caso de Adler, de no haber caído en lo morboso. Cuando nos encontramos ante un relato de estas características, muchos escritores tienden a hacer de esa experiencia verídica una especie de reclamo donde lo escabroso predomina por encima de todo. En Vivir se agradece toparse con un humilde y muy cuidado relato de vida tan humano y natural que, en ese sentido, merece la pena incluirlo dentro de esa literatura concentracionaria de alto nivel. Todo ello, sin estar reñido con el interés, pues una de las cosas buenas que tiene este escrito es la capacidad de llamar la atención del lector, sin que ello signifique banalizar un acontecimiento histórico y una experiencia realmente chocante y traumática. Por otro lado, en Vivir se narra una historia verídica, en la que sin duda ha sido un tremendo placer descubrir aspectos muy interesantes de esa época y del belicoso contexto que se estaba viviendo. La resistencia francesa, los crímenes de guerra, la detención, las toruras, la deportación, Ravensbrück, la solidaridad en el campo, las atrocidades, la liberación, el después... Todo ello, y esto es lo mejor, desde una perspectiva femenina. Un capitulo a parte, sin duda, merecería la experiencia de Anise Postel-Vinay en el campo de concentración, pues el relato adquiere una dimensión diferente y de más desahogo personal por parte de la narradora si cabe. Aunque como historiadora, para mi lo más interesante ha sido el después, el después de la resistencia, el después de la lucha, pero sobretodo, el después de Ravensbrück. No quiero detenerme demasiado en esta última etapa, porque sería haceros un tremendo spoiler. Sin embargo, las preguntas que me rondaron por la cabeza durante aquellas últimas páginas fue ¿por qué? ¿Por qué recordar ahora? ¿Por qué hablar hoy en día y no en su momento? La importancia de estas preguntas es de vital importancia y merece nuestra atención. Por eso, os las lanzo a vosotros lectores, para que cuando os animéis a leer Vivir, podáis intentar darles respuesta.
Adentrándonos en terreno más reflexivo, y contra todo pronóstico, he decidido hablar sobre un tema muy importante y que nos afecta a todos. Lo lógico hubiera sido que hubiese continuado la reseña a partir de esas preguntas formuladas al final del párrafo anterior. Sin embargo, hoy me he levantado combativa, bueno, sinceramente llevo mucho tiempo pensando y dando vueltas al mismo asunto, y aprovechando el testimonio de la interesante y valiente protagonista de nuestro relato, no podía pasar por alto una de las lecciones que se desprende de Vivir. Se que algunos me llamaréis pesada, otros estaréis conmigo, y otros pasaréis olímpicamente de mis palabras, pero he de decir, una vez más lo que tristemente es un hecho, y es que el papel de las mujeres en la historia no está siendo valorado. Esto lo digo con toda la sinceridad del mundo, y aunque se que se han resaltado figuras femeninas de gran importancia histórica que todo el mundo conoce o debería conocer, nos olvidamos que vivimos en una sociedad aún patriarcal en muchos sentidos y en donde se desconoce el papel de ciertas mujeres igual de importantes que las que ejercieron el poder en algún momento de la historia. Este problema se torna en escándalo si hablamos, por citar un ejemplo, de la enseñanza de la asignatura de Historia en los institutos. A mi, sinceramente, me hubiese encantado que la profesora me hubiese hablado de Boudica, de "la Latina", de Cristina de Suecia, de las pescaderas de París durante la Revolución Francesa, de Mary Wollstonecraft, de las Sufragistas, Flora Tristán, de Concepción Arenal, de Clara Campoamor, de Victoria Kent, de La Pasionaria, de Frederica Monseny, de "las sin sombrero", de Mata Hari, de Betty Friedan, de Simone de Beauvoir, de la primera y segunda ola feminista...En fin, en muchos de esos libros de texto al final sólo te hablan del logro del sufragio femenino (poniendo siempre como ejemplo el de las Sufragistas inglesas) y de algunas figuras femeninas, pero ni explican los procesos, ni lo que estas mujeres tuvieron que soportar y luchar hasta lograrlo. En fin, la historia no quiere a todas las mujeres, unas se han tratado y estudiado a más no poder, y otras, por los intereses que sean, se ha procurado mantenerlas ocultas en un silencioso y triste olvido. Incluso en la carrera de Historia, existe en el plan de estudios una asignatura llamada "Mujeres y hombres en la Historia" pero que, en mi opinión, su temario debería incluirse dentro del plan de estudios de asignaturas como prehistoria, antigua, medieval, moderna y contemporánea. Como veis, esta falta de conciencia y de interés también llega hasta el ámbito académico. Con todo esto, sólo me queda decir que libros como el de Vivir, nos hablan de muchas cosas, pero sobretodo, de ese papel que tuvieron las mujeres en muchos acontecimientos históricos y que no se les reconoce como se debe en los tiempos que corren, unos tiempos en los que, visto lo visto, nadie quere aprender de la historia. Vivir: una historia de tristeza, valentía, sufrimiento, aplomo, solidaridad, terror, tragedia, recuerdos gravados a fuego en la memoria...Un libro de obligatoria lectura para todo aquel que no se conforme con una explicación clásica de la historia.
Párrafos o frases favoritas:
"Durante la guerra, perdí la capacidad de dormir a pierna suelta y nunca más la recuperé. A menudo tengo la misma pesadilla: la Gestapo me persigue. Pero corro tan rápido que me despierto."
¡Un saludo y a seguir leyendo!
Cortesía de Errata Naturae
no se si habra sido algo premeditado por tu parte, lo cual mostraría un enorme poder de predicción o mera casualidad que hoynos traigas este ejemplo de literatura concentracionaria, despues de la visctoria de ese personaje en las elecciones en EEUU, en cualquier caso felicitarte por la valentia mostrada al hablar de un libro así. Espero profundamente que tu reseña invite a la gente que te lee a redescubrir la literatura concentracionaria porque conviene no olvidar los rostros de la historia y de aquellos que tanto han sufrido para que hoy día podamos disfrutar de nuestros derechos y libertades e ilando con tu reflexión, entre esos luchadores debemos incluir a las luchadoras feministas que tanto han hecho por la verdadera democracia. Poner en valor esa lucha, ese combate contra todo y contra todos, es visto el estado del mundo actual, una obligación moral.
ResponderEliminarUna reseña excelente Jimena. Por cierto si te ha gustado el tema te recomiendo leer a Primo Levi, un autentico maestro de la literatura concentracionaria
Hola! No conocía este libro pero tiene muy buena pinta así que no descarto leerlo. Muchas gracias por la fantástica reseña.
ResponderEliminarUn saludo!
Hola. Que buen libro y una magnifica reseña. Hablar acerca de las mujeres en la historia es un tema que debe ser tomado en cuenta, pero por desgracia siempre se omite. ¿Cuántas mujeres existen que lucharon por sus derechos? Muchas, pero conocemos a muy pocas como la esta historia y pienso que se debería hacer más por conocer a todas las que fueron parte de la historia del movimiento feminista incluyendo a escritoras, porque esas mujeres son las que inspiran de verdad.
ResponderEliminarBesos.