EVELINA
Título: Evelina.
Autor: Frances Burney (1752-1840). Reconocidísima escritora satírica inglesa que describe de un modo brillante la opresiva forma de vida de la mujer, así como otras formas de hipocresía social de finales de siglo XVIII. Publicó Evelina de forma anónima 1778, y a éste, le siguieron otros títulos como Cecilia en 1782, Camilla en 1796 y The Wanderer en 1812. Su obra influenció de manera determinante en autores como Samuel Johnson, Samuel Richardson, Henry Fielding, Jane Austen, María Edgeworth o William Thackeray entre otros, convirtiéndola de este modo en una de las madres de la novela femenina.
Editorial: D´epoca.
Idioma: inglés.
Traductor: Eva María González Pardo.
Sinopsis: Evelina o Historia de una joven dama en su entrada en la sociedad, cuenta la historia de la hermosa Evelina Anville, hija no reconocida de lord Belmont, un aristócrata inglés de vida disipada. Desde su oscuro nacimiento y tras la muerte de su madre al dar a luz, Evelina se cría aislada en el campo con su tutor, el bondadoso reverendo señor Villars. Cuando está a punto de cumplir los dieciocho años viaja por primera vez a Londres, donde se ve cautivada por su nuevo entorno, el beay monde, y en particular por el apuesto y distinguido lord Orville. Pero su disfrute pronto se verá modificado por la aparición de su abuela, madame Duval, y por el libertino sir Clement Willoughby.
Su lectura me ha parecido: densa, interesante, reveladora, extensa, sentimental, crítica, satírica, cautivadora, íntima...Creo recordar, queridos lectores y lectoras, haber reflexionado sobre el género epistolar y la imperiosa necesidad de que éste se renueve literariamente con nuevos títulos adaptados a los nuevos tiempos y a las nuevas necesidades del lector. Pues bien, en relación con ello y a modo de introducción, creo que es conveniente señalar el poco atractivo que tienen éstas novelas para el publico actual. Son necesarias, cautivadoras, símbolos de una época y permiten al lector desentrañar los recovecos psicológicos de cada uno de los personajes; pero sin embargo, por una razón que desconozco, no tienen tanta acogida entre el lector actual, acostumbrado a las historias más ligeras y más rápidas, producto seguramente de esta era de la inmediatez en la que nos hayamos actualmente. Pues bien, quería destacar antes de pasar a la reseña de éste libro, cuya lectura es totalmente recomendable, el papel crucial que han tenido las cartas a lo largo de la historia. Gracias a ellas, la gente podía comunicarse, podía mantener viva las relaciones, avivar entre otras cosas la pasión amorosa, incluso a través de ellas se ha entrado en guerra o se han procurado paces duraderas. Las cartas, amigos y amigas, han formado parte de nuestra existencia como seres humanos, y la espera a ser recibidas, sólo hacía que aumentar nuestras ganas y la inquietud. Actualmente las cosas han cambiado, todos lo sabemos, pero por el bien de la literatura y a nuestro propio pasado, pienso que deberíamos dar una oportunidad al género epistolar, al menos si lo que buscamos en una novela es que ésta, nos genere inquietud y ganas de continuar avanzando con su lectura. Todo esto, y sin extenderme más de la cuenta, he creído necesario exponerlo antes de presentaros la reseña de Evelina: Las Amistades Peligrosas versión inglesa.
La historia de como Evelina llegó a ocupar el primer estante de mi estimada librería tiene su historia, pequeña, pero con final feliz. Antes de que Evelina llegase a mis manos, otro libro despertó en mí el interés por la novela epistolar, un libro que hoy por hoy se encuentra en mi podio particular de las mejores novelas que una servidora ha leído, y ese libro, como a lo mejor algunos habréis imaginado, es Las Amistades Peligrosas. Fue tan intensa su lectura y la huella tan profunda que ésta produjo en mi que no pude evitar durante algún tiempo en fijarme en otras novelas por el estilo, epistolares y a ser posible de una época no muy lejana en el tiempo. Me parecía tan significativa la aparición de este tipo de novelas en la historia que una servidora no pudo evitar fijarse, cada vez que iba a una librería, en aquellas que presentaban dichas características. Y de entre todas las que desfilaron ante mis ojos, de repente, di con Evelina. No recuerdo exactamente ni el día ni el mes, sin embargo, una tremenda curiosidad asaltó mi inquieta cabeza como una ráfaga imparable, como un huracán indómito. En un primer momento dudé en si lo adquiría o no, reconozco que en su momento me paró el abundante número de páginas así como su precio, sin embargo, y haciendo caso a mi inquietud como lectora, decidí comprarlo para a continuación leerlo con total tranquilidad. El resultado: una lectura densa pero interesante.
En lo que respecta a la opinión puramente personal, comentaré en primer lugar que Evelina me resultó una lectura bastante pesada, en mi más humilde opinión, y se que ésto es una especie de sacrilegio se mire por donde se mire, creo que le sobran bastantes páginas. Resulta un poco chocante a veces decir algo peyorativo de libros como el que hoy reseñamos, un clásico en toda regla. Sin embargo, al igual que me sucedió en la lectura de Guerra y Paz, éstos no son intocables, son referentes, pero se puede opinar sobre ellos, sin olvidar su calidad de inmortal, eso es lo importante. Por otro lado y a pesar de que la extensión ha supuesto un punto negativo, como contraposición encontramos un despliegue de personajes muy rico, aunque como era de esperar, son unos personajes "tipo", es decir, que los podemos encontrar en otras obras literarias de la época. Aún así, me resultaron muy interesantes en su complejidad, en su variedad de tonos y en la forma en la que la autora expone sus actos, lo cual hace de Evelina, una lectura más interesante. Por otro lado, como pasa en otras novelas del estilo, hay una crítica y sátira muy explícita al mundo de las apariencias, hay que tener en cuenta que nos hayamos en la Inglaterra de 1778, inmersos en el antiguo régimen, en el que existe una gran desigualdad social y en el que además, las ideas ilustradas comienzan a tener acogida. Sin duda un ambiente muy caldeado, en el cual, se entiende que aparezcan novelas como Evelina, donde la crítica a la nobleza, al clasismo y a las apariencias de este universo paralelo a la realidad se hacen muy fuertes. Por todo ello, creo que se puede extraer de Evelina una lectura divertida e irónica, pero sobretodo crítica con su tiempo. Para finalizar, cabe mencionar que Evelina es una novela de aprendizaje y de instrucción, pues no deja de evidenciarse que es la historia de una niña que por las circunstancias y la continua hipocresía de los personajes que la rodean, acaba por convertirse en una mujer fuerte y con las ideas claras, aunque ésta, en su transición, no se libra ni de una situación bochornosa ni de recibir los dardos de quienes no la aceptan.
Finalmente y como reflexión, me gustaría en esta ocasión tratar un tema del que, sinceramente, debe hablarse más a menudo, como es, el tema de la condición de la mujer escritora. Como muchos bien sabréis, a las mujeres siempre se les ha asignado como roles el cuidado de la casa y de los hijos, eso es así y la historia lo corrobora a todas luces, al igual que muchos de los textos literarios heredados del pasado. Sin embargo, hubieron, si las hubieron, mujeres que trataron de desarrollar un talento natural por la escritura, aunque en ocasiones aquello implicase ser tachadas de inconscientes. Christine de Pizan fue una de las primeras, durante la Edad Media, tratando temas como el acceso de las niñas a la misma educación que la de los niños o la violación. Pero podemos comenzar por ella y citar a continuación a Mary Shelley, cuya desbordante imaginación y su acertado ingenio creó una de las novelas más importantes de la literatura universal, a Jane Austen, cuya crítica versó sobre la condición femenina en la Inglaterra de principios de siglo XIX, las hemanas Bröntte, cuyos textos han llegado a nuestros días con la misma vigencia que entonces, a Emilia Pardo Bazán, una de las autoras en mi opinión menos apreciadas de la literatura española, y ya en en el siglo XX por citar a alguna encontramos a Virginia Woolf, quien supo más que nadie hablar sobre los problemas reales de la mujer de su tiempo o a Simone de Beauvoir, una excelente filósofa además de una novelista, aunque poco prolífica en estas lides, muy clara y directa. Así podríamos estar horas y horas citando nombres de mujeres con contenido y con un curriculum impresionante de novelas que han quedado para la posteridad. Actualmente encontramos a muchas mujeres ejerciendo ésta profesión, los nombres son más que conocidos, sin embargo, no debemos perder nunca de vista lo mucho que se ha luchado por llegar hasta donde nos encontramos, recordando y sabiendo que, por ejemplo, la escritora Frances Burney tuvo que publicar Evelina de forma anónima. Evelina: una historia de aprendizaje, apariencias, clasismo, situaciones embarazosas, placeres, peligros...Una historia necesaria en su crítica y en su reflexión.
Frases o párrafos favoritos:
"(...) ha habido un error en el nacimiento de este joven; estaba indudablemente destinado a vivir en otra época. ¡Es realmente educado!"
Película/Canción: como no podía ser de otra manera, la lectura de esta novela sería redonda si a ésta se le acompañase con una buena dosis de J.S. Bach. Disfrútenlo:
¡Un saludo y a seguir leyendo!
Editorial: D´epoca.
Idioma: inglés.
Traductor: Eva María González Pardo.
Sinopsis: Evelina o Historia de una joven dama en su entrada en la sociedad, cuenta la historia de la hermosa Evelina Anville, hija no reconocida de lord Belmont, un aristócrata inglés de vida disipada. Desde su oscuro nacimiento y tras la muerte de su madre al dar a luz, Evelina se cría aislada en el campo con su tutor, el bondadoso reverendo señor Villars. Cuando está a punto de cumplir los dieciocho años viaja por primera vez a Londres, donde se ve cautivada por su nuevo entorno, el beay monde, y en particular por el apuesto y distinguido lord Orville. Pero su disfrute pronto se verá modificado por la aparición de su abuela, madame Duval, y por el libertino sir Clement Willoughby.
Su lectura me ha parecido: densa, interesante, reveladora, extensa, sentimental, crítica, satírica, cautivadora, íntima...Creo recordar, queridos lectores y lectoras, haber reflexionado sobre el género epistolar y la imperiosa necesidad de que éste se renueve literariamente con nuevos títulos adaptados a los nuevos tiempos y a las nuevas necesidades del lector. Pues bien, en relación con ello y a modo de introducción, creo que es conveniente señalar el poco atractivo que tienen éstas novelas para el publico actual. Son necesarias, cautivadoras, símbolos de una época y permiten al lector desentrañar los recovecos psicológicos de cada uno de los personajes; pero sin embargo, por una razón que desconozco, no tienen tanta acogida entre el lector actual, acostumbrado a las historias más ligeras y más rápidas, producto seguramente de esta era de la inmediatez en la que nos hayamos actualmente. Pues bien, quería destacar antes de pasar a la reseña de éste libro, cuya lectura es totalmente recomendable, el papel crucial que han tenido las cartas a lo largo de la historia. Gracias a ellas, la gente podía comunicarse, podía mantener viva las relaciones, avivar entre otras cosas la pasión amorosa, incluso a través de ellas se ha entrado en guerra o se han procurado paces duraderas. Las cartas, amigos y amigas, han formado parte de nuestra existencia como seres humanos, y la espera a ser recibidas, sólo hacía que aumentar nuestras ganas y la inquietud. Actualmente las cosas han cambiado, todos lo sabemos, pero por el bien de la literatura y a nuestro propio pasado, pienso que deberíamos dar una oportunidad al género epistolar, al menos si lo que buscamos en una novela es que ésta, nos genere inquietud y ganas de continuar avanzando con su lectura. Todo esto, y sin extenderme más de la cuenta, he creído necesario exponerlo antes de presentaros la reseña de Evelina: Las Amistades Peligrosas versión inglesa.
La historia de como Evelina llegó a ocupar el primer estante de mi estimada librería tiene su historia, pequeña, pero con final feliz. Antes de que Evelina llegase a mis manos, otro libro despertó en mí el interés por la novela epistolar, un libro que hoy por hoy se encuentra en mi podio particular de las mejores novelas que una servidora ha leído, y ese libro, como a lo mejor algunos habréis imaginado, es Las Amistades Peligrosas. Fue tan intensa su lectura y la huella tan profunda que ésta produjo en mi que no pude evitar durante algún tiempo en fijarme en otras novelas por el estilo, epistolares y a ser posible de una época no muy lejana en el tiempo. Me parecía tan significativa la aparición de este tipo de novelas en la historia que una servidora no pudo evitar fijarse, cada vez que iba a una librería, en aquellas que presentaban dichas características. Y de entre todas las que desfilaron ante mis ojos, de repente, di con Evelina. No recuerdo exactamente ni el día ni el mes, sin embargo, una tremenda curiosidad asaltó mi inquieta cabeza como una ráfaga imparable, como un huracán indómito. En un primer momento dudé en si lo adquiría o no, reconozco que en su momento me paró el abundante número de páginas así como su precio, sin embargo, y haciendo caso a mi inquietud como lectora, decidí comprarlo para a continuación leerlo con total tranquilidad. El resultado: una lectura densa pero interesante.
En lo que respecta a la opinión puramente personal, comentaré en primer lugar que Evelina me resultó una lectura bastante pesada, en mi más humilde opinión, y se que ésto es una especie de sacrilegio se mire por donde se mire, creo que le sobran bastantes páginas. Resulta un poco chocante a veces decir algo peyorativo de libros como el que hoy reseñamos, un clásico en toda regla. Sin embargo, al igual que me sucedió en la lectura de Guerra y Paz, éstos no son intocables, son referentes, pero se puede opinar sobre ellos, sin olvidar su calidad de inmortal, eso es lo importante. Por otro lado y a pesar de que la extensión ha supuesto un punto negativo, como contraposición encontramos un despliegue de personajes muy rico, aunque como era de esperar, son unos personajes "tipo", es decir, que los podemos encontrar en otras obras literarias de la época. Aún así, me resultaron muy interesantes en su complejidad, en su variedad de tonos y en la forma en la que la autora expone sus actos, lo cual hace de Evelina, una lectura más interesante. Por otro lado, como pasa en otras novelas del estilo, hay una crítica y sátira muy explícita al mundo de las apariencias, hay que tener en cuenta que nos hayamos en la Inglaterra de 1778, inmersos en el antiguo régimen, en el que existe una gran desigualdad social y en el que además, las ideas ilustradas comienzan a tener acogida. Sin duda un ambiente muy caldeado, en el cual, se entiende que aparezcan novelas como Evelina, donde la crítica a la nobleza, al clasismo y a las apariencias de este universo paralelo a la realidad se hacen muy fuertes. Por todo ello, creo que se puede extraer de Evelina una lectura divertida e irónica, pero sobretodo crítica con su tiempo. Para finalizar, cabe mencionar que Evelina es una novela de aprendizaje y de instrucción, pues no deja de evidenciarse que es la historia de una niña que por las circunstancias y la continua hipocresía de los personajes que la rodean, acaba por convertirse en una mujer fuerte y con las ideas claras, aunque ésta, en su transición, no se libra ni de una situación bochornosa ni de recibir los dardos de quienes no la aceptan.
Finalmente y como reflexión, me gustaría en esta ocasión tratar un tema del que, sinceramente, debe hablarse más a menudo, como es, el tema de la condición de la mujer escritora. Como muchos bien sabréis, a las mujeres siempre se les ha asignado como roles el cuidado de la casa y de los hijos, eso es así y la historia lo corrobora a todas luces, al igual que muchos de los textos literarios heredados del pasado. Sin embargo, hubieron, si las hubieron, mujeres que trataron de desarrollar un talento natural por la escritura, aunque en ocasiones aquello implicase ser tachadas de inconscientes. Christine de Pizan fue una de las primeras, durante la Edad Media, tratando temas como el acceso de las niñas a la misma educación que la de los niños o la violación. Pero podemos comenzar por ella y citar a continuación a Mary Shelley, cuya desbordante imaginación y su acertado ingenio creó una de las novelas más importantes de la literatura universal, a Jane Austen, cuya crítica versó sobre la condición femenina en la Inglaterra de principios de siglo XIX, las hemanas Bröntte, cuyos textos han llegado a nuestros días con la misma vigencia que entonces, a Emilia Pardo Bazán, una de las autoras en mi opinión menos apreciadas de la literatura española, y ya en en el siglo XX por citar a alguna encontramos a Virginia Woolf, quien supo más que nadie hablar sobre los problemas reales de la mujer de su tiempo o a Simone de Beauvoir, una excelente filósofa además de una novelista, aunque poco prolífica en estas lides, muy clara y directa. Así podríamos estar horas y horas citando nombres de mujeres con contenido y con un curriculum impresionante de novelas que han quedado para la posteridad. Actualmente encontramos a muchas mujeres ejerciendo ésta profesión, los nombres son más que conocidos, sin embargo, no debemos perder nunca de vista lo mucho que se ha luchado por llegar hasta donde nos encontramos, recordando y sabiendo que, por ejemplo, la escritora Frances Burney tuvo que publicar Evelina de forma anónima. Evelina: una historia de aprendizaje, apariencias, clasismo, situaciones embarazosas, placeres, peligros...Una historia necesaria en su crítica y en su reflexión.
Frases o párrafos favoritos:
"(...) ha habido un error en el nacimiento de este joven; estaba indudablemente destinado a vivir en otra época. ¡Es realmente educado!"
Película/Canción: como no podía ser de otra manera, la lectura de esta novela sería redonda si a ésta se le acompañase con una buena dosis de J.S. Bach. Disfrútenlo:
¡Un saludo y a seguir leyendo!