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miércoles, 20 de noviembre de 2019

Reseña: María Estuardo.

MARÍA ESTUARDO

Título: María Estuardo.

Autor: Alexandre Dumas (1802-1870) fue uno de los autores más populares en la Francia del siglo XIX. Siguiendo los pasos de su padre, un general aristócrata, a los catorce años ingresó en la academia militar para después enrolarse en el ejercito. Polígrafo, viajero y vividor incombustible, cultivó diversos géneros, de la literatura fantástica y de terror a la novela histórica y de aventuras, pasando por los libros de viajes. Sus novelas más emblemáticas, El conde de Montecristo (1844) y Los tres mosqueteros (1846), aparecieron originalmente como folletines, y desde entonces no han dejado de entretener a generaciones sucesivas de lectores. Entre 1839 y 1841, Dumas publicó, en colaboración con otros autores, la serie de dieciocho volúmenes "Crímenes célebres", de la que forma parte María Estuardo. (Fuente: Editorial).


Editorial: Gatopardo.

Idioma: francés.

Traductora: Teresa Clavel.

Sinopsis: "Hay, entre los reyes, nombres predestinados al infortunio", se nos advierte al inicio de este libro. En la Escocia del siglo XVI, el máximo exponente de esta sentencia fue la reina María Estuardo, cuya trágica y novelesca vida inspiró a Alexandre Dumas para escribir esta biografía. Inteligente, culta y de una belleza hechizante, la joven María Estuardo se educó en la corte de Francia, donde se le auguraba un futuro brillante. Sin embargo, su vida fue un sinfín de calamidades desde su regreso a Escocia para hacerse cargo del trono hasta su prolongada caída en desgracia: abdicación, exilio, cautiverio y muerte por decapitación en el castillo de Fotheringhay, tras ser acusada de planear el asesinato de su prima, la reina Isabel I de Inglaterra. Desde entonces, la figura de María Estuardo no ha dejado de ser objeto de interpretaciones ambivalentes: adúltera e instigadora de asesinatos, valiente defensora del catolicismo en un país desgarrado por las guerras de religión, víctima heroica de intrigas políticas y juegos de poder, mujer de pasiones turbulentas que no supo pacificar su propio reino.

Su lectura me ha parecido:

   Entretenida, curiosa, estupendamente documentada, inminentemente novelesca, perfecta para acercarse por primera vez al personaje histórico, fundamental para quienes ya tengan un bagaje al respecto, muy de consumo rápido, en ocasiones hasta adictiva... La primera vez que supe de ella fue gracias a mi autodidacta formación en Historia Moderna a través de los dosieres de la Muy Historia - ojalá no desaparezcáis nunca - durante mis años de instituto. ¿La razón? Tuve un profesor que en lugar de avanzar con el temario se quedó obnubilado con los elementos de tortura de la inquisición medieval (hice un trabajo de uno en concreto al que apodaron "la pera" y desde entonces sigo espantándome como el primer día). La primera vez que la vi en pantalla grande fue en Elizabeth. La Edad de Oro. Fue muy fugaz, tanto que ni siquiera en ese momento me percaté de que era ella. De hecho, me es imposible recordar que actriz tuvo el honor de interpretarla, al menos durante unos minutos. La culpable de esta injusticia fue Cate Blanchet, que con su soberbia interpretación de Isabel I eclipsaba a cualquier otro personaje. Así que estaba totalmente justificado. La segunda vez fue en una clase de Historia Moderna Universal, asignatura que repetí aquel año y que me tocó recuperar en horario de tardes. No conseguí reconciliarme con la materia, ni con la época, pero sí apreciar una de las mejores interpretaciones que he visto hasta la fecha de la mano de la grandiosa Katherine Hepburn. La primera vez vi a una actriz interpretarla en la pequeña pantalla no hace mucho, en 2016, cuando en Televisión Española emitió los capítulos de una serie llamada "Reinas" producida por José Luis Moreno en la que contaban la rivalidad entre ella e Isabel I. Totalmente prescindible y mala hasta decir basta. Tengo pendiente ver la última adaptación cinematográfica en la que se baten en un duelo interpretativo Saroise Ronan y Margot Robbie. Aunque con todos mis respetos yo estaría en el bando de la que ha sido capaz de interpretar a Harley Quinn, darle una bofetada a Leonardo Di Caprio en El lobo de Wall Street o dar vida a la polémica patinadora Tonya Harding - ¿y el Oscar pa cuando? -. Por último, la primera y por el momento única vez que la vi - sí, aunque fuera bajo un bellísimo sarcófago de piedra tallada y esculpida - fue durante mi último viaje a la capital británica en el que tuve el privilegio de visitar la Abadía de Westminster. Sin duda, fue uno de los momentos más emocionantes de dicho recorrido, además de los más irónicos. La justicia divina - o Jacobo I de Inglaterra - quiso que los huesos de su madre reposasen junto a los de su prima Isabel I, con la que estuvo en guerra y que finalmente resultó ser su verdugo, la que dio la orden de encerrarla y mandarla decapitar. Si eso no es mala leche o karma yo no sé lo que es. En definitiva, hoy me pongo mis mejores galas y activo mi faceta como historiadora para hablaros de un personaje apasionante, de esos que consiguen hacer que ames la historia. Pero también de un autor al cual he conseguido, por fin, perderle el miedo. María Estuardo: la biografía al servicio de lo novelístico y el "salseo" de la época.

   Sí, este es el primer libro que leo de Dumas. Sí, sé que es un delito no haberme adentrado en su literatura antes. Y cuando digo antes es cuando era adolescente. Creedme, no estoy diciendo ninguna locura, ya que con Alexandre Dumas se ha educado la generación de nuestros padres. Ellos querían formar parte de los tres mosqueteros o se pasaban horas y horas leyendo y siguiendo minuto a minuto la venganza de Edmundo Dantés. Como si de una serie de televisión se tratase. Sin embargo, cuando alcancé la edad de descubrirlo por vez primera, el volumen de sus páginas me disuadió, tanto que durante años lo evité, como la peste, como una peligrosa alergia. Menos mal que la historia en primer término y después esa maravillosa asignatura de Literatura Universal en Segundo de Bachiller me abrieron los ojos, consiguiendo que me reconciliase con eso que llaman "clásicos", los cuales, tiempo atrás, había huido despavorida. ¡Que estúpida fui! Si alguien, cuando tenía quince años, me hubiera dicho que las novelas de Alexandre Dumas duran un suspiro entre los dedos de las manos, si alguien me hubiera aconsejado leer sus libros porque, y es cierto, su endiablado ritmo te atrapa desde el minuto uno. Si alguien me hubiese despejado la cabeza de prejuicios y me hubiera insistido, probablemente hoy Alexandre Dumas sería uno de mis autores favoritos. No obstante, y haciendo honor al dicho "más vale tarde que nunca" me puse hace unos meses las pilas con el autor francés de la mano de su faceta menos conocida pero enormemente apasionante. La del Alexandre Dumas biógrafo. En concreto, del Alexandre Dumas biógrafo de grandes personajes de la historia como lo fue María Estuardo. Según he podido investigar, la novela que hoy reseño, forma parte de una colección de 18 volúmenes que, bajo el título "Crímenes celebres", pretendían contar la vida de, por un lado, los criminales más famosos de la historia, y por otro lado, la de aquellos hombres y mujeres que, por circunstancias excepcionales, acabaron sus días asesinados o ejecutados. Dicha antología se publicó entre 1839 y 1841 por la editorial parisina Rue Louis le Grand, siendo traducida al español en 1858. A pesar de que a día de hoy hay varios estudios que ponen en duda la autoría de Dumas respecto a algunos relatos - los cuales, al parecer, se fraguaron a base de colaboraciones que el propio autor francés no reconoció desde su privilegiada posición de editor - "Crímenes célebres" perseguía dos objetivos. El primero, a base de una exhaustiva documentación judicial y con un estilo sencillo, acercar las historias de estos personajes ligados al crimen o a la tragedia a los lectores menos académicos. Y el segundo, satisfacer las exigencias de un público cada vez más ávido de sucesos sangrientos y de villanos convertidos en héroes. Estamos en plena era del Penny Dreadful, y Alexandre Dumas quiso sumarse a la moda. No obstante, y a diferencia de los ecos del ficticio y gore Sweeney Tood cuya influencia cruzó el Canal de la Mancha, "Crímenes célebres" tienen un poso bibliográfico nada desdeñable, aunque su principal objetivo era lucrarse y saciar el ansia capitalista de la época.

   En ese sentido el volumen de María Estuardo podría encajar perfectamente en la segunda categoría de la colección, esa en la que Dumas quiso otorgar a los finales trágicos - y con litros de sangre - su especial protagonismo. Y, sinceramente, no podría haber elegido mejor personaje histórico. Como bien sabréis - y si no os lo cuento a continuación - María Estuardo (1542-1587) hija de Jacobo V de Escocia y María de Gisa, sucedió en el trono a su padres con a penas seis días de vida. Pasó parte de su infancia en Francia, donde se casó con Francisco II y esperó pacientemente a su mayoría de edad. Tras su breve experiencia como reina de Francia (ya que Francisco II murió de forma repentina), María regresó a Escocia y cuatro años más tarde se casó con su primo hermano Enrique Estuardo, unión de la que nacería su único hijo, el futuro Jacobo VI. En febrero de 1567, Enrique es asesinado en el jardín de su residencia. Todos pensaron que James Hepburn, primer Duque de las Islas Órcadas y cuarto Conde de Bothwell, había orquestado su muerte para poder casarse con María Estuardo. Algo que acabó sucediendo en 1567 tras ser absuelto de todos los cargos. Tras un levantamiento contra la pareja, María fue encarcelada en el castillo del lago Leven - espectacular por cierto - y durante su cautiverio fue forzada a abdicar en favor de su hijo, que por aquel entonces contaba con un año de edad. Tras un primer intento fallido de recuperar el trono, María huyó hacia el sur en busca de la protección de su prima, Isabel I de Inglaterra. Pero había un problema, y es que la última reina de la saga de los Tudor odiaba a María, ya no solo porque representaba un modelo más "femenino" de ejercer el trono, también porque numerosos católicos ingleses la consideraban la legítima soberana. Muchos de los cuales habían participado en el conocido como Levantamiento del Norte - no, no estaban los Stark ni Jon Snow - en el que un conjunto de nobles pretendieron derrocar a Isabel I para reemplazarla por María Estuardo. Ante dicha amenaza, Isabel no dudó en confinarla en varios castillos durante dieciocho años para, tras un juicio en el que se la declaró culpable de conspiración, mandarla decapitar en el castillo de Fotheringhay en 1587 a la edad de cuarenta y cuatro años. No sé vosotras y vosotros, pero en mi humilde opinión creo que, más allá de la cronología o los personajes reales, esta historia ha servido de base y de inspiración para novelas, películas, obras de teatro, óperas y series de televisión. Porque, ¿no es lo suficientemente atrayente una trama en la que se explore el odio encarnizado entre dos personas que además son familia? Y en la que además, se le añadan dosis de política e intrigas cortesanas. Si lo que queréis es eso, éste, la María Estuardo de Dumas, es sin duda vuestro libro.



   Tras haber leído esta biografía - novelada por supuesto - me quedan claras dos cosas. La primera, que Alexandre Dumas es el precursor de lo que hoy conocemos como Best Seller. De hecho, se podría decir que él mismo fue el autor de masas de la época. El Ken Follet del XIX. Escribía novelas, folletines, libros de viajes, ensayos o relatos de terror como churros. Y lo mejor de todo es que lo hacía bien. Si bien es cierto que una obra no puede gustar a todo el mundo por igual, lo cierto es que el talento de este escritor para crear historias o para, a partir de hechos reales, presentarte un libro de más de 200 páginas - como es el caso de María Estuardo - es por lo menos admirable. Centrándonos en esta novela en concreto, el estilo que Dumas emplea es endiabladamente adictivo, tanto que, tanto si conocíais o no la historia de esta desdichada reina, vais a alucinar con como está contada. Dumas es el maestro de lo trepidante, de convertir una novela histórica corriente y moliente en algo más cercano a la novela de misterio o al culebrón renacentista en esta ocasión. Pero también es hábil en el manejo del morbo, de la intriga, de toda esa clase de recursos literarios que mantienen al lector con la vista pegada, literalmente, sobre el papel. Sus personajes, a veces, parecen sacados de otras de sus novelas más que de la crónica histórica. Y eso puede enfadar a más de un historiador o historiadora purista, algo que en mi caso no ha conseguido para nada. Es más, ha conseguido que disfrutase como una niña con una historia real pero extremadamente novelesca. Si hasta había capítulos en los que aquello se acercaba más a las obras de William Shakespeare con unos personajes tan pasionales, tan malvados, tan héroes, tan trágicos, tan dramático todo, y ya de paso, con el umbral de la paciencia demasiado bajo. Y diréis que pierde la verosimilitud, y yo os digo que para nada, que eso no sucede, ni siquiera en los momentos en los que la trama se ve en peligro por culpa de las contradicciones de las fuentes consultadas. Dumas sale airoso del aprieto tirando de más documentación - porque eso sí, la novela está fuertemente sustentada - consiguiendo que pasemos por alto sus inclinaciones y preferencias respecto a los personajes. Disimulo 0 en cuanto a quienes le caían bien, mal o fatal. Y la segunda, pero no por ello menos importante, es la necesidad de seguir reivindicando el género biográfico para aproximarse a la historia. Los que acabamos estudiando una carrera en la que el pasado está siempre en nuestro presente sabemos muy bien en qué momento nos empezó a apasionar esto de acercarnos a épocas para estudiarlas o aprender de ellas. Y en muchos casos, las biografías - tanto noveladas como académica - se convierten en el primer contacto, destello, la chispa que activa la curiosidad por un mayor conocimiento. Creo que independientemente de si te encanta (hasta el punto de querer estudiar la carrera) como si eres una o un mero aficionado, las biografías son la perfecta iniciación en estas lides. Y más si lo haces de la mano de grades autoras como Dumas. Personalmente, y después de haber leído María Estuardo, estoy pensando muy seriamente en indagar en más obras que aborden dicho periodo, y también, por si fuera poco, atreverme con un Dumas más extenso y todavía más novelesco.

   María Estuardo: una historia de lacrimógenas tragedias, destierros insoportables, sangre, venganza. envidias cortesanas, intrigas, conspiraciones, palacios, duques, monarcas...Un retrato pasional y claroscuro de una mujer que vivió con la certeza de que podía reinar, aunque aquello le costase la cabeza.

Párrafos o frases favoritas:

   "Hay entre los reyes, nombres predestinados al infortunio: en Francia, ese nombre es Enrique. Enrique I fue envenenado, a Enrique II lo mataron en un torneo, a Enrique III y Enrique IV los asesinaron. En cuanto a Enrique V, cuyo pasado ha sido ya tan funesto, sólo Dios sabe lo que le reserva el futuro.
   En Escocia, ese nombre es Estuardo."

¡Un saludo y a seguir leyendo!

Cortesía de Gatopardo Ediciones

6 comentarios:

  1. No hace tanto que leí la biografía que sobre la reina escocesa escribió Stefan Zweig. No me extraña que a Alejandro Dumas esta historia teñida de sangre en su final y de pasión amorosa y envidias femeninas en su transcurso le atrajera pues tiene rasgos muy caros a los autores románticos.
    Sí es cierto, Dumas es el creador del best seller que en su época era el folletín que animaba así la venta de periódicos.
    Tu reseña completa y muy profunda, como siempre. Me encanta leerte.
    Un beso

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  2. Esta novela de Dumas no la he leído, pero ya mismo estoy apuntándola, que me has dejado con muchas ganas.
    Besotes!!!

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  3. Me encanta leer novelas históricas(tanto como ver series y películas basadas biográficas) y en especial de la monarquía inglesa y alrededores. ¿Porqué? no lo sé, supongo que por lo apasionantes y trágicas que resultan estas historias. A Maria Estuardo la "conocía" por películas antiguas o series que vi en tv. Pero no he leído nada sobre ella, solo lo que aparece en reportajes sobre su bio en forma resumida que circulan por aquí y por allá.
    Me siento representada por tí con relación a que nunca he leído nada de Dumas (solo adaptaciones de sus libros) y los motivos que he tenido para no hacerlo (los mismos que tú mencionas) pero luego de leer tu reseña me parece que esta es una buena oportunidad de conocer la pluma de Dumas e interiorizarme de la vida de María Estuardo.Por lo que comentas tiene todos los ingredientes que necesito para disfrutar con estas historias. No soy purista por lo que no me molestará los giros telenovelesco de la trama.
    Apuntado y espero tener pronto la oportunidad de leerlo.
    Bss

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  4. Por cierto que hace poco me repetí la película de Cate Blanche y recordé que Samantha Morton fue quien representó a María Estuardo y es la foto que subiste en tu entrada.

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  5. una gran reseña de una obra perfecta para iniciarse en la lectura de ese clásico que es Dumas y en el conocimiento de la historia.
    Se que no eres una defensora entusiasta de las lecturas obligatorias en los colegios e institutos, pero estas son, a veces, fundamentales para que las alumnas y alumnos se inicien en la lectura de este tipo de autores que no salen en la TV -porque están muertos- y que a primera vista disuaden, por su elevado numero de páginas, a los lectores más jóvenes.
    Una reseña excelente. Aprendemos historia y literatura con tus reseñas.

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  6. No conocía tu blog, me quedo de seguidora y te invito a que te pases por el mío si te apetece.
    Un abrazo
    http://rociotizon.blogspot.com/

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