JUDE EL OSCURO
Título: Jude el oscuro.
Autor: Thomas Hardy (1840-1928) fue uno de los principales escritores de la Inglaterra victoriana. Sus novelas, entre las que destacan, aparte de Tess, El regreso del nativo, Dos en una torre o Los habitantes del Bosque entre otras, están llenas de fuerza y pasión, y suelen contraponer el medio rural con el urbano y al individuo con la sociedad que lo rodea. Jude el oscuro - publicada en 1895 - fue la última novela que escribió antes de morir.
Editorial: Alianza Editorial.
Idioma original: inglés.
Traductor: Miguel Ángel Pérez Pérez.
Sinopsis: Jude Fawley es un joven de origen campesino cuya principal aspiración es acceder a tener unos estudios, para lo cual no escatima en esfuerzos aun cuando se emplee en el oficio de cantero. La consecución de sus ilusiones, sin embargo, se verá afectada por sus relaciones, primero, con la desenvuelta Arabella Donn y, después, con su viva e inteligente prima Sue. Los impulsos y las decisiones de Jude irán complicando de forma creciente y trágica su trayectoria vital hasta un desastrado fin que rubricará, precisamente, la oscuridad de su existencia.
Su lectura me ha parecido: trágica, pesimista, psicológicamente violenta, crítica con la sociedad de su tiempo, un clásico a reivindicar... Para mi, Thomas Hardy - no, no estoy hablando del talentoso actor británico al que casi no le hace falta hablar para expresar todo un mundo interior - es casa. Cimientos desde que, estando en cuarto de carrera, lo descubriera de pura casualidad con Tess la de los d´Urberville. Novela que puso patas arriba mi canon de lecturas, obligándome a prestar más atención a aquellas obras alejadas de los grandes nombres, o al menos de los que suelen copar tanto los libros de texto como las estanterías dedicadas a clásicos de la literatura se refiere. Hasta ese momento, Inglaterra la asociaba con Dickens, con Wilde, con Austen, las hermanas Brontë o con el todopoderoso Shakespeare. Y sí, admiro al hijo predilecto de Stratford Upon Avon - sobre todo cuando toca ponerse frente a las teclas en calidad de escritora - pero Hardy me descubrió una confrontación entre ser humano - o más bien mujer - y medios económicos-entorno-ruralidad-convenciones sociales-moralidad asfixiante que me pareció igual o más estimulante que la venganza en Hamlet o el peso de la familia en El Rey Lear. Su final (o parte de su desenlace para ser más justos) a los pies de Stonehenge aún sigue poniéndome los pelos de punta. Pilares después de adentrarme en Los habitantes del bosque. En una bellísima edición de Impedimenta donde lo colectivo se tornaba particular en las vidas de aquellos habitantes de Little Hintock, en especial la de la joven y refinada Grace Melbury, quien representa a la perfección el rol que tenían las mujeres en esa época, como moneda de cambio para los intereses económicos de su padre sin tener en cuenta los deseos de su propia hija. También, para más inri, es una de las novelas donde mejor se evidencian los prejuicios de la burguesía adinerada respecto a los habitantes del campo, del bosque, ese al que los lugareños parecen haber abrazado en todas sus facetas, por muy inclementes que sean en ocasiones. Y finalmente paredes tras dejarme llevar con Dos en una torre. Una de las historias de amor más interesantes y claramente avanzadas - la protagonista le saca diez años a su amado - al encorsetamiento de la sociedad del momento. Si bien es cierto que en cuanto a estilo tal vez peque un poco de liviano y en ocasiones rozando lo cursi, una servidora la disfrutó enormemente. No todo van a ser lecturas profundas y trascendentales. Ahora, con la novela que hoy estoy a punto de reseñar, obtengo por fin ese tejado, el necesario resguardo para mis inquietudes intelectuales y alacena de aquellos libros que han anidado emocionalmente en mi estómago. Libros como los de Hardy, inquebrantables, sorprendentemente feministas - aunque con matices, era un señor que escribió a finales del XIX - a los que seguiré profesando un cariño especial. Jude el oscuro: matrimonios infelices y aspiraciones truncadas.
Jude Fawley - nuestro protagonista y al que seguiremos a lo largo de la gruesa novela - es un joven de origen campestre que ha crecido en un ambiente claramente disfuncional. Sufriendo hambre, miseria y el rechazo de la sociedad. Sin embargo, persigue un sueño, a todas luces quimérico en aquella época, la de viajar a Christminster para estudiar para convertirse en un hombre erudito. Algo que trata de alcanzar con el dinero que gana trabajando como picapedrero en una cantera. Aunque sus deseos y educación autodidacta, así como su empeño en lograr su mayor ambición, parecen ir encaminadas a conseguirlo, entonces se cruzará un inesperado contratiempo. El de un matrimonio de conveniencia con una mujer llamada Arabella a la que no ama y le hace perder la esperanza en alcanzar el propósito por el que ha estado peleando tanto. Al cabo de un tiempo, cuando ha conseguido al menos estudiar teología - y no la carrera de letras que tanto le hubiera gustado - irrumpe en su vida Sue, su prima, una mujer extraordinariamente avanzada a su época atrapada - al igual que Jude - en un matrimonio sin amor. Esta relación primero de amistad y luego de amor desencadenará una serie de prejuicios a la pareja, más allá de la consanguineidad evidente y manifiesta. Dicho esto, la propia trama ya nos está anticipando algunos de los temas que más han aparecido a lo largo de la producción literaria de Thomas Hardy. Huelga decir que esta es la última novela que escribió, no por fallecimiento sino por el clima adverso que ésta generó. Fue tal el odio y la condena por parte de los sectores más conservadores de la época - hasta el punto de que un obispo inglés llegó a quemar un ejemplar públicamente instando a sus feligreses a que hicieran lo mismo - que Hardy tomó la decisión de no escribir más novelas y centrarse en la poesía. No sabemos qué habría surgido en la mente de Hardy de no haber sido por este desagradable incidente pero, y aunque como amante de su obra me hubiera gustado que continuase explorando nuevas historias en el terreno narrativo, pero lo cierto es que como epitafio literario Jude el oscuro es uno de sus mejores libros. Acrecentando su visceralidad - aún más que en Tess la de los d´Urberville - y poniendo en primer plano aquello que más le preocupaba.
Además de su contundente defensa a una educación igualitaria independientemente del entorno socio-económico del que provengas - en consonancia con la revolución educativa del momento - Jude el oscuro se revela como una sucesión de episodios de gran dureza que culminan con la denuncia a una injusticia tan mayúscula como lo eran los matrimonios de conveniencia. Esas burbujas de apariencias que escondían más desazón que felicidad. Por no hablar de que, una vez más, Hardy se pone en la piel de las mujeres - en especial de la de Sue - para mostrarnos, una vez más, cuan de injusto era el patriarcado en la Inglaterra del siglo XIX. Todas y todos sabemos que, en realidad, nuestro Hardy comulgaba más con valores más tradicionales, resultando a cualquier lente violeta un falso aliado del feminismo. Y cierto es, pero no debemos perdernos la oportunidad de dejar escapar esta novela. Aunque sea por esa defensa de la convivencia en pareja fuera del matrimonio, por ver a estos dos amantes luchar contra las fuerzas vivas y enfurecidas del lugar, por empaparnos de un personaje - el de Jude - con el que es complicado no empatizar. Teniendo en cuenta su humilde origen y el sobreesfuerzo que se le exige para progresar en la vida simplemente por no haber nacido entre algodones. Algo con lo que, de una manera u otra, acabamos irremediablemente identificándonos. O al menos aquellos que encadenan un trabajo precario tras otro sin una recompensa y conformándose con una ligera palmadita en la espalda. Sutiles palmadas esas, al son de las piedras que caen en la cantera donde trabaja nuestro protagonista, o al de las copas de vino chocándose en un inocente brindis, sin pensar en ese lavaplatos escondido tras comandas y el estrés por no llegar a fin de mes.
Jude el oscuro: una historia de amor, represión, sueños, esfuerzos en vano, asfixia, condena social, pobreza... El sello Hardy presente en cada una de sus páginas.
Frases o párrafos favoritos:
"¡Qué no dirá la gente de los tiempos venideros cuando se parea considerar las bárbaras costumbres y supersticiones de estos tiempos que nos ha tocado la desdicha de vivir".
¡Un saludo y a seguir leyendo!
Cortesía de Alianza Editorial
Hola, Lorena:
ResponderEliminarRecuerdo que en el comentario que en septiembre de 2020 dejaste a mi reseña sobre esta novela decías que no la habías leído aún aunque no descartabas hacerlo. Y veo que lo has hecho, y además con agrado como yo te vaticinaba.
Una historia de amor de lo más difícil de acabar bien: me quieres / no me quieres; te quiero / no te quiero; voy hacia ti / regreso; y así durante gran parte de esta novela que tiene mucho de teológica en muchos momentos.
La leímos en 2020 en la Tertulia literaria y no fue muy del agrado de los contertulios (contertulias en su mayoría) a quienes les pareció muy pesada, muy antigua. A mí sin embargo no me desagradó nada aunque sí que entiendo que el asunto de que una pareja viva junta sin estar casada hoy no es novedoso para nada estando a la orden del día.
Me gustó por varias cosas que expongo en la reseña que hice y que no voy a reproducir aquí. Sólo enumeraré la metaliteratura que contiene, un prefeminismo interesante, la muchísima literatura que contiene, la sociedad enfrentada patronos-obreros propia del XIX, etc.
Una reseña la tuya magnífica como siempre, queridísima amiga.
Muchos besos
He conocido a este escritor a través de tus novelas en el blogg y siempre consigue despertarme una gran curiosidad. Espero en algún momento poder hacerle hueco a Hardy, y a esta novela, en especial, pues me interesa mucho ese mensaje de critica a la sociedad meritocrática que parece insinuar, según la magnifica reseña que hoy nos traes.
ResponderEliminarNo me lo llevo esta vez porque ya lo he leído y me encantó. Coincido plenamente contigo. Una novela muy crítica con la sociedad de su tiempo.
ResponderEliminarBesotes!!!
Hola Jimena!!
ResponderEliminarTengo por leer al autor, y como dices no es un autor como primera opción entre muchos provenientes de Inglaterra. Gracias por la magnífica reseña.
Besos💋💋💋