Presentación

"Un libro abierto es un cerebro que habla; cerrado un amigo que espera; olvidado, un alma que perdona; destruido, un corazón que llora." Proverbio hindú

"Siempre imaginé que el Paraíso sería algún tipo de biblioteca." Jorge Luis Borges (1899-1986) Escritor argentino.

"Los libros son, entre mis consejeros, los que más me agradan, porque ni el temor ni la esperanza les impiden decirme lo que debo hacer." Alfonso V el Magnánimo (1394-1458) Rey de Aragón.

En este blog encontraréis reseñas, relatos, además de otras secciones de opinión, crítica, entrevistas, cine, artículos... Espero que os guste al igual de todo lo que vaya subiendo.

lunes, 21 de marzo de 2022

RESEÑA: El Evangelio.

 EVANGELIO


Título: El Evangelio. 

Autora: Elisa Victoria (Sevilla, 1985). Por este orden y entre otras cosas, se ha dedicado a coleccionar muñecas Chabel, a vender pizzas y hamburguesas con gorra roja, a estudiar Filosofía y Magisterio Infantil y a escribir compulsivamente desde la pubertad como método eficaz de supervivencia. Ha publicado dos libros. El primero, Porn & Pains, salió en diciembre de 2013 gracias a Esto no es Berlín y fue reeditado en junio de 2017. El segundo, La sombra de los pinos, fue publicado en marzo de 2018 por la misma editorial. Ha colaborado en sitios como Tentaciones, Tribus Ocultas, El Estado Mental, Cáñamo, Vice, Playground, El Butano Popular, Primera Línea, diversos fanzines (Una buena barba, Clift, Orfidal, Yo no soy esa, Diario ultrasecreto de Honey, Fango) y antologías (Hijos de Mary Shelley, Erotismo desviado, La familia, Hijos de Sedna, Frankenstein resuturado, El Moyanito). Le encantan los cómics, los sintetizadores y chupar limones. Es capaz de comunicarse rápida y profundamente con los animales y los niños. Con los humanos adultos no tanto. Con Vozdevieja, su primera novela, consiguió gran éxito de público y crítica. Algo que le ha permitido ver publicados algunos de sus relatos en sendas antologías. Con El Evangelio y El quicio - novela ilustrada por Mireia Pérez - ha acabado por confirmarse como una de las grandes voces de este país. 



Editorial: Blackie Books. 

Idioma: español.

Sinopsis: Lali tiene que hacer prácticas de magisterio, pero olvida echar la instancia. Cuando descubre que le han asignado un colegio de monjas ya es demasiado tarde. Sin embargo tendrá que superar el miedo y aprender que también esos niños necesitan lo mejor de ella, que también el amor se desvanece, que también los adultos incumplen las promesas expedidas. 

Su lectura me ha parecido: amarga, retratista, con un humor triste que surge en el momento más inesperado, ágil, generacional, algo desangelada.... Cuando tuve noticias de la editorial Blackie Books ya me habían impactado sus famosísimas ediciones. Caracterizadas por una gruesa tapa dura, una robustez categórica y, sobre todo, unas portadas que ya pertenecen a la historia de la edición de este país. Yo los conocí con Amor de monstruo, una novela de terror freak escrita por Katherine Dunn muy a lo American Horror Story, muy a lo Tim Burton cuando su estilo no se había diluido al compás de los encargos, franquicias y films fallidos. Sinceramente, me alucinó, ya que por aquel entonces seguía muy apegada a lo insólito y a las historias donde cierta fantasía oscura conseguía colarse en la realidad más visceral, algo a lo que sigo estando ligada aunque los caminos que conducen a ello se hayan ampliado considerablemente. Después llego Mo Daviau y su Lena y Karl, novela que, literalmente, me voló la cabeza, convenciéndome una vez más de que, a la hora de abordar la ciencia ficción, todavía existen perspectivas inexploradas. Como aquella que Daviau consiguió al aunar los viajes en el tiempo con la melomanía más nostálgica, haciendo realidad el sueño de todo amante del rock, poder teletransportarte al concierto de tus sueños, de tu vida o a aquel en el que te hubiera gustado saltar, cantar a grito pelado y vibrar con cada canción sin importar que, por aquel entonces, tu existencia no estuviera ni siquiera programada. También, en uno de esos veranos tórridos, me llegó en su edición de bolsillo una barbaridad llamada Peyton Place de Grace Metalious que, en un cruce entre lo mejor de Patricia Highsmith y toda la tradición adscrita al gótico sureño norteamericano da como resultado la novela que dio lugar a series tan célebres como Melrose Place y Twin Peaks. Con ese pueblo en el que ve alterada su anodina existencia con pequeños e inquietantes sucesos, esa arquitectura ordenada y uniforme - una de las cosas que más yuyu me da, lo confieso -  y, sobre todo, esos vecinos a través de los que podemos vislumbrar un despiadado retrato de la sociedad estadounidense de los años 50. Como veis, parte de mi educación sentimental en lo que a literatura actual fantástico-terrorífica con toques cifi se la debo a Blackie, editorial que, más allá de estos tres inamovibles referentes, me ha permitido descubrir a autores como Juarma, Taylor Jenkis Reid, Desireé de Fez, Muriel Spark o la propia Elisa Victoria, cuya novela Vozdevieja se ha convertido en todo un referente de la literatura española actual. Algo que ha venido en parte a repetir en la novela que hoy tengo el placer de reseñaros que, aunque en mi caso no ha sido lo que esperaba, confirmamos la continuidad de una autora interesante y de un genuino estilo narrativo. El Evangelio: los problemas de la generación Millenial (o Z) entre docencia y crucifijos. 



Elisa Victoria, a través de sus escritos, derrocha talento, frescura, seguridad, además de una marcada personalidad literaria que la ha posicionado como una autora de extremos - la manida dualidad del "o la odias o la amas" - así como la asunción del calificativo, por parte de la prensa, de escritora "generacional". Algo que, en el caso de esto segundo, lo considero bastante cierto. Pero más allá de lo que puedan decir de ella los más populares tabloides de este país, lo cierto es que Victoria ha regresado con fuerza, con contundencia y, sobre todo, con una de las mejores ediciones que ha parido Blackie Books desde sus oficinas en Barcelona. Con ese negro sotana, esa tipografía dorada que entronca directamente con esas biblias de bolsillo (sin perder ese plus ceremonioso o solemne que siempre ha caracterizado a la institución desde tiempos inmemoriales) al tiempo que se acerca al público más teen, con ese relieve en forma de cruz, esas tijeras en el centro y, sobre todo, ese canto rosa obispo tan llamativo. Sin duda, Blackie Books ha tirado la casa por la ventana con la segunda novela de una de sus autoras estrella, echando el resto en una de las mejores campañas de marketing editorial con un diseño que - aunque sigo enamorada de la edición de Vozdevieja - no ha dejado indiferente a nadie. Dejando a un lado cuestiones más artísticas y empresariales (de las cuales en esta ocasión era muy difícil escapar) lo cierto es que El evangelio no ha cumplido del todo las expectativas con las que una servidora llegaba a su lectura. Aunque, y esto es importante, es necesario reconocer cierta evolución y asentamiento del universo "victoriano" - precariedad laboral, infancias bajo el paraguas de las abuelas/os, ausencia de la figura paterna, incertidumbre congénita, costumbrismo andaluz, humor escatológico, dramas y desaliento juvenil - en la presente novela. Si bien es cierto que me esperaba, como prometían algunas reseñas, una crítica despiadada al sistema educativo español actual y, muy especialmente, al que se ejerce en los colegios católicos - algo que, sinceramente, se queda en agua de borrajas - me he topado, como cierta compensación la confirmación de que tendremos Elisa Victoria para muchos años, más allá de si el libro sea bueno o malo. Volviendo a lo que comentaba al principio, la autora sevillana lleva con gran orgullo eso de considerarse una escritora del momento, del aquí, del ahora, sin olvidarse de los orígenes - Vozdevieja es un ejemplo - y con una desalentadora mirada hacia un futuro que no parece existir. Ejemplo de esto último es la relación que acaba estableciendo Lali (la pizzera-futura maestra a la que, por culpa de un descuido, acaban asignándole las prácticas en un colegio de monjas) con los niños y niñas a los que da clase. Criaturas educadas bajo la férrea batuta de la religión y un exhaustivo control sobre su comportamiento, trascendiendo más allá de lo puramente educativo. Miradas puras sobre las que Lali - alter ego de la propia Elisa Victoria - vierte una profunda reflexión entorno a su porvenir y las formas de lidiar con él desde una mirada triste, con ciertos momentos para el humor, aunque éste tamiza sobre el gran tema principal de la novela, que no es otro que la ausencia de expectativas. El Evangelio, en última instancia, más allá de su protagonista - con la que puedes empatizar más o menos - sus turnos en la pizzería, la relación con su familia, las prácticas y de las ideas preconcebidas sobre la educación en colegios católicos, de lo que te habla es de la oscuridad, del azabache. No el de la vestimenta de los curas, sino el de la incerteza, aquel al que por desgracia parecen habernos condenado a esa generación (mi generación) que tildan de ninis al tiempo que le exigen lo imposible para acceder, ya no a un trabajo, sino a una vida o a un espejismo de lo que nuestros progenitores consiguieron.

El Evangelio: una historia de conciencia, precariedad, educación justa y crítica, monjas de toda clase y condición, subtextos, alumnos imperfectos, hipocresía, pesadez vital.... El provocador artefacto de una autora cada vez más henchida y convencida de sus interesantes y efectivos recursos literarios. 

Frases o párrafos favoritos: 

"Mundo maldito, llévame a mí si quieres que ya estoy podrida de todas formas pero no me chafes a Alberto, a Alberto déjamelo tranquilo dando saltos en su cada vestido de gato, déjamelo que haga dibujos, que plante árboles, que baile, que le ponga retos crueles, que se escape, que no se haga mayor como un cadáver dentro de un cuerpo grande con el que sea imposible volver a comunicarse, que no se queden sus huesitos arrojados en el interior de un tonto que monte un negocio vinculado con el diablo y se pase las jornadas firmando papeles y hablando con despotismo. No me pudras a este niño, mundo asqueroso, solo te pido eso, asústame a mí, enférmame, tortúrame, échame a una zanja y que nunca me encuentren, hazme daño a mí y a ese niño que nada lo vuelva malo."

¡Un saludo y a seguir leyendo!

Cortesía de Blackie Books

3 comentarios:

  1. No he leído a la autora. Es de esas escritoras que espero que llegue a mí en forma de ejemplar de biblioteca y la que hay en mi pueblo se hace la sueca ya que solo me trae bestsellers de Planeta. Pero le tengo ganas, pero primero -si he de empezar– será echándole el guante a Vozdevieja. Gracias por tan currada reseña.

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  2. Hola Jimena!!
    Esta interesante, gracias por la recomendación.
    Besos💋💋💋

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  3. una fantástica reseña, aunque no me convence la historia de la novela que nos traes. Esta la dejo pasar, pero estaré atento a la autora

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