ENTREVISTA A JESÚS RUIZ MANTILLA
¡Buenos días lectores/as! Hoy en Jimena de la Almena tenemos el honor, no sólo de retomar nuestra sección de entrevistas, sino también de hacerlo por la puerta grande de la mano de Jesús Ruiz Mantilla, autor de Hotel Transición, novela galardonada con el XVII Premio Unicaja de Novela Fernando Quiñones, libro que próximamente reseñaremos en este espacio. El escritor, periodista y crítico musical cántabro se ha prestado a responder a nuestras preguntas sobre su última novela, además de otras cuestiones relacionadas con temas tan variados como la música, la universalidad de Cervantes o la política actual. Una novela que nos habla de una época trascendental en la historia de España y que, en las circunstancias en las que nos hayamos, resulta un texto de lo más pertinente, pues como dijo una vez el gran George Bernard Saw: "el hombre que escribe sobre si mismo y su tiempo es el único hombre que escribe sobre todas las personas y sobre todo el tiempo."
¿Cómo nace Hotel Transición?
Nace de un
consejo y una provocación de Juan José Millás. De viaje por no sé dónde en que me
preguntó: Y tú, ¿cómo habiendo vivido en un hotel no has escrito ya una novela?
A los pocos días ya se me había ocurrido la estructura y los personajes. Lo
clavó.
¿Cuánto te costó escribirlo?
Lo más duro
fue volver a meterse en los ojos de un niño que tenía mucho que ver conmigo. Lo
escribí más o menos rápido, en 10 meses o así, pero suelo dejar las novelas que
reposen y corregirlas mucho: en total más de dos años dura ese proceso.
Muchos escritores tienen sus
trucos y manías que los acompañan durante el proceso creativo ¿tienes alguna en
especial?
Escribir por
las mañanas y con música si puede ser.
Hotel Transición resultó merecedora
del XVII Premio Unicaja de Novela Fernando Quiñones, por lo que los parámetros
en los que te has tenido que desenvolver han sido limitados. Sin embargo, ¿eres
de los que se pone límites a la hora de escribir, o por el contrario, eres de
los que no les importa el volumen de páginas de su creación?
El único
límite es el respeto o el traje de la estructura que yo mismo decido, pero que
suele ser un proceso muy libre y muy creativo en cuanto a su diseño, en cierto
modo, otro reto a conseguir.
Centrándonos en la novela, me ha
llamado mucho la atención la doble narración, la cual nos hace apreciar mejor
las diferencias entre una época y otra ¿es difícil para un escritor transportarse
de un momento a otro teniendo en cuenta las características de cada época? ¿Con
qué narrador te identificas más?
Depende de los
pasajes, en momentos con el adulto, que es más libre a la hora de dar rienda
suelta a su cabeza, estómago, filias y fobias y en otros, aunque ya digo que
fue lo que más me costó, con ese niño. Pero hay algo de mí en cada personaje,
incluso en los femeninos, mucho.
Es obvio que el elemento
autobiográfico es importante en el libro, sin embargo ¿dónde están los límites
entre la realidad y la ficción en Hotel Transición? ¿Hasta qué punto el
escritor se desnuda ante el lector?
Insisto, hay
partes de mí en cada personaje, probablemente en los que menos imagina la
gente. En cuanto a límites, no hay ninguno, ni en temáticas ni en maneras y
formas de contar, precisamente escribo para romperlos.
Por el Hotel pasan infinidad de
personajes, todos con sus diferentes características e ideologías ¿se trataría
de, a semejanza de lo que Cela hizo en La Colmena, retratar los distintos espectros
de la sociedad de los años 60 y 70? ¿Alguno de estos personajes está inspirado
en alguien real?
La gran
mayoría están inspirados en moldes reales que luego se desmandan y cobran nueva
vida dentro de la ficción. Probablemente esta novela deba mucho a La colmena y
a San Camilo, 1936, dos obras de Cela ante las que me descubro.
En la novela abordas algunos
acontecimientos importantes desde la visión curiosa de Chucho ¿cuál, según tu
opinión, marcó un antes y un después en el devenir de la historia más reciente
de nuestro país?
La muerte de
Franco y el Golpe de Estado, sin duda. Pero no he querido limitarme a los
grandes episodios. En mi caso también fueron importantes la llegada de Cruyff,
descubrir la música de The Beatles o Pink Floyd, quitarse los remilgos ante el
sexo, los abusos de la Iglesia, la muerte de Mao, el cine, la ciencia ficción,
el periodismo libre, las series de televisión, todo eso pulula por la novela.
En el libro las mujeres tienen un
papel muy importante, y a través de ellas, podemos observar las dificultades a
las que se tenían que enfrentar en aquella época ¿Crees que se ha avanzado
suficiente en este aspecto?
No es que crea
que se haya avanzado, creo que es otro mundo, en parte gracias a esas pioneras
de los años sesenta y setenta que trabajaban en oficios y profesiones que no
eran corrientes para una mujer y que marcaron el paso a la liberación que vino
después. Mi madre, en eso fue un ejemplo admirable, que reeducó su propio
ambiente de una manera muy igualitaria y enriquecedora.
La música es un elemento
imprescindible que acompaña a la trama y a los personajes. Como escritor, pero
también como cronista musical me gustaría preguntarte ¿cuál ha sido el papel de
ésta en la movilización social?
Absoluto, muy
excitante, a través de la música tragábamos mejor la medicina de la represión o
la falta de libertad, supuso todo un medicamento liberalizador. No sólo en lo
global, también en lo local.
También, en Hotel Transición, las
series de televisión también tienen su presencia, tanto las de antes como las
de ahora. En relación con éste fenómeno ¿crees que éstas reflejan los
comportamientos del ser humano? Con el boom que actualmente vivimos gracias a
series como Mad Men o Breaking Bad, ¿hemos descubierto una nueva cultura
audiovisual, hemos descubierto de alguna manera América?
No es que
hayamos descubierto América, que es lo de menos, nos hemos descubierto mejor
como especie, son un compendio parecido a la novela decimonónica, tratados de
psicología y comportamiento humano profundos y enriquecedores. El gran arma de
entretenimiento y cultura a lo grande del momento.
Hotel Transición al fin y al cabo narra la
evolución de Chucho, que pasa de la infancia a la adolescencia, y de ahí, a la
madurez de quién ingresa en la edad adulta ¿estamos ante una novela de
iniciación en ese sentido? ¿Se produjo en aquella época una especie también de
“transición” en lo que se entendía por ser niño, joven y adulto?
Estamos en una
novela de iniciación y de revisión, de reflexión y duda ante lo que nos viene.
Pero en forma nada apocalíptica, sino más bien esperanzada.
El libro comienza con una muerte,
con la de Carmen, la abuela del protagonista, ¿éste hecho simboliza, de algún
modo, la muerte de una generación importante?
Simboliza la
pérdida de la inocencia y la llegada del dolor, del vacío, algo más íntimo,
creo yo.
Hoy en día existen series como
Cuéntame, en la cual, se nos ilustra la nostalgia de una época ¿crees que
existe una necesidad de recordar? ¿Hotel Transición se insertaría dentro de
esta tendencia?
Creo que tiene
más que ver con Mad Men que con Cuéntame. La nostalgia no se utiliza de manera
amable, sino cruda, satírica, salvaje, más bien.
Con el clima político en el que
nos hayamos inmersos y en el que los símbolos y valores de la transición vuelven
con fuerza ¿cuál es tu opinión? ¿Crees que nos hayamos ante una nueva
transición, o no la hemos abandonado en cierto sentido?
Creo que
vivimos una profunda reforma generacional, pero no una nueva transición. En
cuestión de audacia política, aquellos referentes con todos sus defectos daban
mil vueltas a los presentes. No había tantos límites y se jugaba con sangre. Si
en ese contexto, Carrillo y Suárez pactaron, ¿cómo es posible que Rivera,
Sánchez e Iglesias no lo hayan conseguido? No me jodas…
¿Crees que el consenso y el
diálogo, a todos los niveles, es bueno?
Absolutamente,
el camino más sano y el más recomendable, sentarse a resolver los problemas y
no levantarse de la mesa hasta firmar un papel.
Sinceramente, ¿crees que la
transición fue modélica?
En muchos
aspectos, sí. En otros que son los que ahora debemos revisar, fue un desastre.
Primero en la connivencia de sus líderes con la corrupción, después con la
deuda pendiente de resarcimiento moral a los perdedores de la guerra. Dio mucho
más el bando vencido que el vencedor y eso, hay que equilibrarlo.
A estas alturas de la entrevista,
me gustaría preguntarte, ya no como escritor, sino como lector ¿con que
lecturas llenas tu tiempo libre? ¿Alguna recomendación en especial?
¿Lectura?
Compulsivamente, con todo lo que cae en mis manos. Ahora ahondo en la relación
Shakespeare / Cervantes. Literaria, se entiende.
¿Qué opinas de que “La princesa
del pueblo” sea una de las que más libros vende en España? ¿Crees que estamos
ante un progresivo empobrecimiento de la cultura intelectual y literaria en
nuestro país?
No son libros, son productos. Todo libro no es literatura, claramente.
No entro ni a considerarlo, pero me preocupa que se relacione, obviamente. Es
sencillamente otra cosa.
Ya que nos hayamos ante el cuarto
centenario de la muerte de Cervantes, me gustaría preguntarte lo siguiente ¿si
Cervantes hubiese vivido en la época de la Transición, que les habría dicho a
los políticos de por aquel entonces? ¿Y a los de ahora?
Si algo define
a Cervantes es una tolerancia humanística de mucho calado, aparte de la
invención novelesca de la ironía o lo paródico. No creo que se mostrara ajeno a
las circunstancias. Fue un hombre adelantado a su tiempo, que lo vivió
intensamente y en compromiso con su presente. Como actitud, resultaría digno de
admiración.
Por último, antes de despedirnos, permíteme que te pregunte lo siguiente, ¿A la hora de escribir, que te ha aportado más, tu profesión como periodista o tu afición por la lectura? ¿Crees
en la distinción entre las profesiones de escritor y periodista?
Para mí no hay distinción: una nutre a la otra. Cada vez que me
preguntan eso digo que soy escritor y periodista, valga la redundancia.
¿Tienes en mente algún proyecto
nuevo?
Terminar mi proyecto musical con Galaxia Gutenberg, que empezó en 2015
con Contar la música, va a publicar mis novelas Yo, Farinelli, el capón y
Preludio y seguirá con un libro sobre ópera y otros géneros titulado Divismo:
de los castratti a Lady Gaga’.
¿Qué les dirías a los lectores
para que lean Hotel Transición?
Que relean
todas las preguntas de arriba…
¡Un saludo y a seguir leyendo!
Agradecimientos a: Laura Demaría y a Alianza Editorial (Grupo Anaya)
¡Un saludo y a seguir leyendo!
Agradecimientos a: Laura Demaría y a Alianza Editorial (Grupo Anaya)
Una entrevista excelente. No he leído a Mantilla, pero le he escuchado muchas veces en la radio, y me parece un hombre de una gran cultura y sensibilidad.
ResponderEliminarme ha gustado mucho esta entrevista y tengo muchas ganas de leer esta novela. Desde que la vi en la web de la editorial estoy con el mono de adentrarme en ella y más hoy día, tal y como está el panorama politico en España.
ResponderEliminarenorabuena por la entrevista y espero con ansias los estudios musicales del autor, ya qe soy un melomano empedernido
Muy interesante, no conocía a esta autor. Gracias por la recomendación, un beso.
ResponderEliminarNo conocía al autor. Muy interesante.
ResponderEliminarUn beso ;)
Pues me ha gustado mucho esta entrevista y me ha gustado mucho lo que ha contado de esta novela. No era un libro que me llamara la atención, pero me ha hecho cambiar de opinión.
ResponderEliminarBesotes!!!
Interesante la entrevista, espero la reseña y leer las impresiones sobre el libro. La portada es sensacional, me transmite cierta añoranza.
ResponderEliminarGracias