MORTADELO Y FILEMÓN: EL TESORERO
Título: Mortadelo y Filemón: El Tesorero.
Autor: Francisco Ibáñez (Barcelona 1936) es un historietista español, perteneciente a la segunda generación del 57 de la Escuela Brugera, junto a autores como Figueras, Gin, Nadal, Raf. Segura o Martz Smitch. Creador de multitud de series humorísticas, entre las que destaca por encima de todas Mortadelo y Filemón, muchas de ellas se perciben en España como un icono esencial de varias generaciones y muchos dibujantes de cómic posteriores reconocen su gran influencia. Ibáñez también es creador de otros personajes como Rompetechos o Pepe Gotera y Otilio entre otros. A lo largo de su dilatada carrera ha recibido numerosos galardones entre los que podemos destacar El Gran Premio del Salón del Cómic de Barcelona en el año 1994 o la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes en el año 2001.
Editorial: Ediciones B.
Idioma: castellano.
Sinopsis: la nueva aventura de Mortadelo y Filemón comienza cuando el responsable de economía del gobierno quiere disponer de dinero para gastos varios y descubre, horrorizado, que alguien ha robado los fondos de la tesorería del Partido Papilar. Se sospecha del tesorero del partido de gobierno, porque no aparece por ningún lado. Mortadelo y Filemón reciben el encargo del Súper de seguir al sospechoso para averiguar a donde ha ido a parar el dinero robado.
Su lectura me ha parecido: divertida, fresca, entretenida, original, desternillante, loca, reveladora, importante, valiente...Queridos lectores y lectoras, hoy es un gran día en Jimena de la Almena, pues, como ya comenté en la entrada especial con motivo de las 100 reseñas, por vez primera, abrimos puertas y acogemos a nuevos géneros y formas de plasmar la literatura. En esta ocasión, nos adentramos, en el no menos interesante y tristemente poco tratado en los ámbitos literarios, mundo del cómic. Y para esta primera toma de contacto, y aprovechando un poco que nos hayamos a pocos días de celebrar unas nuevas elecciones generales, en las cuales, espero por el bien de todos, que el gobierno cambie, he decidido iniciar esta nueva andadura con un libro muy especial. Una historia cuyos personajes son del todo conocidos por todos los que algún día tuvieron infancia, una edición que se agotó nada más salir a la venta, una tira cómica en la que el humor más acertado, la crítica más feroz, el estilo perenne de su autor, las constantes alusiones y la critica social más explícita van unidas de la mano para crear el que es, sin duda, uno de esos libros que debería tenerse muy en cuenta a la hora de apreciar o de recabar en el caso de una investigación sobre, por ejemplo, la crisis económica en España, la corrupción politica, o más concretamente, la crítica a un personaje cuya repercusión en la última legislatura ha sido esencial, estando muy presente incluso en los recientes debates electorales y convirtiéndose en uno de los mayores quebraderos de cabeza para el partido que actualmente ostenta el gobierno. Hablamos por supuesto de Mortadelo y Filemón: El Tesorero: la representación más gamberra de la mediocridad del Partido Papilar (PP) en estado puro.
La historia de cómo Mortadelo y Filemón: El Tesorero guarda actualmente un lugar privilegiado en mi apreciada estantería sucedió hace relativamente poco. Sin embargo, para hacerlo bien, lo justo sería comenzar por el principio, pues los cómics de Mortadelo y Filemón han formado parte de mi infancia desde que tengo uso de razón. Recuerdo mi primer cómic de dichas aventuras, trataba de que por error de uno de los inventos del Profesor Bacterio, la estatua de La Sirena de Copenhague cobraba vida y Mortadelo y Filemón tenían que devolverla a su estado original, todo ello no exento de las situaciones divertidas y los terribles y aparatosos accidentes. Esa fue la primera historieta que leí de esta pareja de chiflados agentes, después, leí algunos más, muchos más. También recuerdo a mi padre leernos a mi hermano y a mi con gran pasión las tiras cómicas de Mortadelo y Filemón junto antes de acostarnos, y de como los dos nos partíamos de risa cada vez que leía los bocadillos en los que se suponía que los cerdos, los rallos, las centellas o las bombas se traducían en insultos y como las imágenes ahí puestas representaban a la perfección ese clima de extraordinario y divertido caos. En el caso de Mortadelo y Filemón: El Tesorero, la cosa fue distinta, yo ya era mayor y había perdido para seros sincera, ese interés por los cómics de Ibáñez, aunque si es cierto que conocía la existencia de este número tan polémico, o eso es lo que decían en los medios de comunicación. Sin embargo, una mañana de verano de este año, mi hermano la adquirió en el quiosco, y fue durante estas vacaciones, estando yo en el pueblo, cuando me decidí darle una oportunidad. Sucedió una tarde, un día en el que habíamos decidido salir a comer al campo, me lo leí en unos minutos, recuerdo que lo hice en voz alta, pues, a mi hermano le interesaba lo que las viñetas expresaban. El resultado: un buen y divertido rato compartido, en el que además, supe por qué Mortadelo y Filemón me gustaban tanto en el pasado.
En lo que respecta a la crítica propiamente dicha, comenzaré diciendo que Mortadelo y Filemón: El Tesorero, presenta la estructura y el estilo en cuanto al dibujo habitual de todas las entregas que Francisco Ibáñez ha ido elaborando y publicando a lo largo de la historia de la serie de cómic. Los personajes principales y tradicionales, siguen siendo así, tradicionales, sin salirse de los gags humorísticos marca de la casa, lo cual en cierto modo esta bien, pues, de lo contrario, se perdería la esencia de unos personajes que se han convertido en iconos para toda una orda de generaciones y generaciones que han crecido con sus aventuras. Sin embargo, lo que he podido apreciar, y que en cierto modo resulta altamente novedoso, por lo menos para mi lo ha sido, aunque es bien sabido que en la tiras de Mortadelo y Filemón son pocos los personajes relevantes y conocidos los que no hayan sido objeto de alguna que otra situación cuanto menos embarazosa, el hecho de ese giro en el humor de Francisco Ibáñez, más próximo a la critica mordaz y la denuncia más explicita de un tema tan grave como es la corrupción política en España. Me ha parecido novedoso, si, y muy acertado en los tiempos que corren, es necesario que la gente del mundo de la cultura saque a la luz creaciones que reflejen lo que está pasando en este país, de forma más dramática o más cómica en este caso, pero que se haga, sólo así aprenderemos a recordar y a salir de esa burbuja del "España va bien" o del "España ha salido de la crisis" que tantas veces nos intentan hacer creer. Por último, y ya como apunte más centrado en los personajes, me ha parecido muy divertido esa extraordinaria habilidad de construir a los personajes de la órbita del Partido Papilar, llevándolos hasta límites tan caricaturescos que nos permiten intuir, por ejemplo, exceptuando el caso de Bárcenas (pues es el más evidente), que el Ministro de Economía es Luís de Guindos (aunque curiosamente se parece en el cómic más a Cristobal Montoro, Ministro de Hacienda), que esa "denuncia en diferido" la pronuncia un personaje femenino con rasgos muy familiares o que el Presidente-plasma aparezca así, como un presidente-plasma.
Editorial: Ediciones B.
Idioma: castellano.
Sinopsis: la nueva aventura de Mortadelo y Filemón comienza cuando el responsable de economía del gobierno quiere disponer de dinero para gastos varios y descubre, horrorizado, que alguien ha robado los fondos de la tesorería del Partido Papilar. Se sospecha del tesorero del partido de gobierno, porque no aparece por ningún lado. Mortadelo y Filemón reciben el encargo del Súper de seguir al sospechoso para averiguar a donde ha ido a parar el dinero robado.
Su lectura me ha parecido: divertida, fresca, entretenida, original, desternillante, loca, reveladora, importante, valiente...Queridos lectores y lectoras, hoy es un gran día en Jimena de la Almena, pues, como ya comenté en la entrada especial con motivo de las 100 reseñas, por vez primera, abrimos puertas y acogemos a nuevos géneros y formas de plasmar la literatura. En esta ocasión, nos adentramos, en el no menos interesante y tristemente poco tratado en los ámbitos literarios, mundo del cómic. Y para esta primera toma de contacto, y aprovechando un poco que nos hayamos a pocos días de celebrar unas nuevas elecciones generales, en las cuales, espero por el bien de todos, que el gobierno cambie, he decidido iniciar esta nueva andadura con un libro muy especial. Una historia cuyos personajes son del todo conocidos por todos los que algún día tuvieron infancia, una edición que se agotó nada más salir a la venta, una tira cómica en la que el humor más acertado, la crítica más feroz, el estilo perenne de su autor, las constantes alusiones y la critica social más explícita van unidas de la mano para crear el que es, sin duda, uno de esos libros que debería tenerse muy en cuenta a la hora de apreciar o de recabar en el caso de una investigación sobre, por ejemplo, la crisis económica en España, la corrupción politica, o más concretamente, la crítica a un personaje cuya repercusión en la última legislatura ha sido esencial, estando muy presente incluso en los recientes debates electorales y convirtiéndose en uno de los mayores quebraderos de cabeza para el partido que actualmente ostenta el gobierno. Hablamos por supuesto de Mortadelo y Filemón: El Tesorero: la representación más gamberra de la mediocridad del Partido Papilar (PP) en estado puro.
La historia de cómo Mortadelo y Filemón: El Tesorero guarda actualmente un lugar privilegiado en mi apreciada estantería sucedió hace relativamente poco. Sin embargo, para hacerlo bien, lo justo sería comenzar por el principio, pues los cómics de Mortadelo y Filemón han formado parte de mi infancia desde que tengo uso de razón. Recuerdo mi primer cómic de dichas aventuras, trataba de que por error de uno de los inventos del Profesor Bacterio, la estatua de La Sirena de Copenhague cobraba vida y Mortadelo y Filemón tenían que devolverla a su estado original, todo ello no exento de las situaciones divertidas y los terribles y aparatosos accidentes. Esa fue la primera historieta que leí de esta pareja de chiflados agentes, después, leí algunos más, muchos más. También recuerdo a mi padre leernos a mi hermano y a mi con gran pasión las tiras cómicas de Mortadelo y Filemón junto antes de acostarnos, y de como los dos nos partíamos de risa cada vez que leía los bocadillos en los que se suponía que los cerdos, los rallos, las centellas o las bombas se traducían en insultos y como las imágenes ahí puestas representaban a la perfección ese clima de extraordinario y divertido caos. En el caso de Mortadelo y Filemón: El Tesorero, la cosa fue distinta, yo ya era mayor y había perdido para seros sincera, ese interés por los cómics de Ibáñez, aunque si es cierto que conocía la existencia de este número tan polémico, o eso es lo que decían en los medios de comunicación. Sin embargo, una mañana de verano de este año, mi hermano la adquirió en el quiosco, y fue durante estas vacaciones, estando yo en el pueblo, cuando me decidí darle una oportunidad. Sucedió una tarde, un día en el que habíamos decidido salir a comer al campo, me lo leí en unos minutos, recuerdo que lo hice en voz alta, pues, a mi hermano le interesaba lo que las viñetas expresaban. El resultado: un buen y divertido rato compartido, en el que además, supe por qué Mortadelo y Filemón me gustaban tanto en el pasado.
En lo que respecta a la crítica propiamente dicha, comenzaré diciendo que Mortadelo y Filemón: El Tesorero, presenta la estructura y el estilo en cuanto al dibujo habitual de todas las entregas que Francisco Ibáñez ha ido elaborando y publicando a lo largo de la historia de la serie de cómic. Los personajes principales y tradicionales, siguen siendo así, tradicionales, sin salirse de los gags humorísticos marca de la casa, lo cual en cierto modo esta bien, pues, de lo contrario, se perdería la esencia de unos personajes que se han convertido en iconos para toda una orda de generaciones y generaciones que han crecido con sus aventuras. Sin embargo, lo que he podido apreciar, y que en cierto modo resulta altamente novedoso, por lo menos para mi lo ha sido, aunque es bien sabido que en la tiras de Mortadelo y Filemón son pocos los personajes relevantes y conocidos los que no hayan sido objeto de alguna que otra situación cuanto menos embarazosa, el hecho de ese giro en el humor de Francisco Ibáñez, más próximo a la critica mordaz y la denuncia más explicita de un tema tan grave como es la corrupción política en España. Me ha parecido novedoso, si, y muy acertado en los tiempos que corren, es necesario que la gente del mundo de la cultura saque a la luz creaciones que reflejen lo que está pasando en este país, de forma más dramática o más cómica en este caso, pero que se haga, sólo así aprenderemos a recordar y a salir de esa burbuja del "España va bien" o del "España ha salido de la crisis" que tantas veces nos intentan hacer creer. Por último, y ya como apunte más centrado en los personajes, me ha parecido muy divertido esa extraordinaria habilidad de construir a los personajes de la órbita del Partido Papilar, llevándolos hasta límites tan caricaturescos que nos permiten intuir, por ejemplo, exceptuando el caso de Bárcenas (pues es el más evidente), que el Ministro de Economía es Luís de Guindos (aunque curiosamente se parece en el cómic más a Cristobal Montoro, Ministro de Hacienda), que esa "denuncia en diferido" la pronuncia un personaje femenino con rasgos muy familiares o que el Presidente-plasma aparezca así, como un presidente-plasma.
Como no podía ser de otra forma y más en los momentos en los que nos encontramos, en los que la agitación política es máxima y en los que los partidos políticos buscan arañar votos para tener representación parlamentaria en el Congreso de los Diputados, era imposible que una servidora no reflexionase al respecto, ahora más que nunca. En un primer momento, pensaba hablar y discutir acerca de la corrupción política, que sin duda es el tema central del cómic que hoy hemos reseñado, sin embargo, he considerado más oportuno dedicar este último párrafo a reflexionar acerca del cambio. ¿De que cambio? os habréis preguntado, muy sencillo, del cambio en la sociedad desde el surgimiento y la irrupción del 15 M en la Historia de España. Sobre el surgimiento de este movimiento ciudadano masivo sin precedentes en la historia democrática de mi país, cabría reflexionar a parte, incluso hacer una buena tesis sobre él. Sin embargo, de lo que me interesa hablar, como he dicho es sobre el cambio en si, en lo que hemos cambiado a raíz de este acontecimiento. En primer lugar, pienso que el 15 M fomentó fundamentalmente un espíritu crítico, aprender a cuestionar, a mirar el mundo desde otra perspectiva, algo que en toda sociedad debería estar presente, no se deber ser siempre conformista, de lo contrario, caeremos en la trampa de la alienación más peligrosa. Y en segundo lugar, el 15 M hizo, como consecuencia de ese desarrollo el espíritu critico, que apreciásemos la política con otros ojos, interesándonos más por las decisiones, por las relaciones internacionales, por las ideologías, por las propuestas de ley; justo en un momento en el que los recortes, sobretodo en ámbitos tan esenciales como la sanidad y la educación, era el pan nuestro de cada día. A raíz de esto y agregando la nefasta gestión del gobierno de turno al que llamaremos el Partido Papilar (PP), fueron el caldo de cultivo para crear una sociedad más activa, crítica, inconformista y exigente. Mortadelo y Filemón: El Tesorero se podría incluir dentro de esa corriente de reacción y cítrica a un gobierno, que en vez de avanzar, ha retrocedido en el tiempo con leyes como la "ley mordaza" o la enésima reforma educativa. Y espero, es más, deseo, que esta literatura se desarrolle, pues no podemos permitir que la situación continúe cuatro años más, queremos un cambio, necesitamos un cambio, podemos lograr ese cambio. Si no es así, si el Partido Papilar (PP) vuelve a ganar las elecciones este domingo, entonces evidenciaremos ante el mundo entero que somos un país alienado, insolidario y clasista; algo que observaré, si las cosas siguen así, de camino a Alemania, con profunda decepción. Mortadelo y Filemón: El Tesorero: una historia de humor, situaciones inverosímiles, corrupción, política, disparates, alusiones... Una caricaturesca crónica del cambio y de la denuncia social.
Frases o párrafos favoritos:
Mortadelo: "¡Ah;, la prueba que buscábamos! ¡La lista de corruptelas y otras untadas a personajes de la política, el mando y el ordeno! A M.R o sea, Mamerto Rojoy, cuarenta mil euros, A S.R, Serverando Rubacalva, cinuenta mil y a A M.P Ministro del Peculio, más miles, y a la D.C, la Demetria Costipal, y a...¡Todos! ¡Todos están emboñigados!"
Película/Canción: las aventuras de esta desternillante pareja de agentes se ha llevado en numerosas ocasiones a la gran pantalla, incluso en versiones de carne y hueso, la última adaptación se realizó el año pasado en formato 3D y obtuvo una gran acogida en cuanto a critica y premios en España. Sin embargo,hoy os quiero poner el enlace de B, una película basada en un guión teatral inspirado en la investigación del Caso Bárcenas que cuenta con las impecables interpretaciones de Pedro Casablanc (Mar de Plástico) y Manolo Solo (La Isla Mínima) por las que están ambos nominados a los Premios Goya del año que viene:
¡Un saludo y a seguir leyendo!
Bua que recuerdos, Mortadelo y Filemón. Me ha venido a la memoria toda mi infancia.
ResponderEliminarYo tambien quise comprarme esta nueva aventura de los agentes de la TIA pero se agotó en tiempo record. Ibañez es un maestro del humor y eso siempre viene bien, además el humor puede ser una potente arma de critica social, como es aquí un ejemplo la historia que reseñas, pero tambien lo son las fallas, las comedias griegas etc. En definitiva, bien usado, el humor es la critica perfecta, incluso más que los discursos solemnes, como dijo una vez un sabio "el mejor modo de negar las tablas de valores es la risa del niño"
una reseña excelente
Buenas tardes JF!
EliminarMe alegro que esta reseña te haya transportado a tu infancia, la verdad es que Mortadelo y Filemón han marcado la infancia de muchos de nosotros, algo a lo que debemos estarle especialmente agradecidos, sobretodo a su autor.
Por otro lado es cierto, el humor es un arma muy potente de critica social que debe usarse con moderación y en su justa medida, es más, estoy segura que es la crítica que más cala en la gente de a pie, mucho más que los discursos.
Un saludo y gracias por tu interesante comentario! :)
Ibáñez siempre me ha gustado. De adolesçente leí muchas historietas suyas contenidas en los tebeos de kiosko. Y sí, estos detectives de la Tía siempre me divirtieron; igual que "Pepe Gotera y Otilio" y el desternillante "Rompetechos".
ResponderEliminarPor otra parte veo que tu blog no hace màs que crecer con nuevas páginas y secciones. Curiosamente hoy mismo al cumplirse un mes de la publicación en tu blog de la entrevista que me hiciste la he reproducido en el mío destacando el nivel altísimo que tiene "Jimena de la Almena" e invitando a los lectores a que se enriquezcan leyéndolo.
Un beso
Buenas tardes Juan Carlos!
EliminarMe alegro de que te guste esta tira cómica sin duda inmortal para toda una generación de jovenes lectores en potencia.
Por otro lado, sólo puedo darte las GRACIAS, mil gracias. Hago lo que puedo, sacando tiempo de entre donde no lo hay si es necesario, todo con el fin de acercaros la opinión de los libros que una servidora se va leyendo por cualquier motivo. Dejame decirte que el honor ha sido mío, el honor de poder entrevistarte y la paciencia que tuviste superan cualquier otro elogio, en serio, me encanta dar a conocer nuevos espacios y que la gente conozca más a quien está detrás de ellos. El merito es siempre vuestro.
Un saludo y gracias por tu comentario! :)
Hey, mortadelo y filemón siempre me ha entretenido mucho, gracias por la reseña, besos :3
ResponderEliminarBuenas tardes Shiro!
EliminarMe alegro de que Mortadelo y Filemón te sean tan entretenidos, te animo a que te adentres en este ejemplar.
Un saludo y gracias a ti por tu comentario! :)
La de tebeos de Mortadelo y Filemón que he leído en mi infancia. Y este verano he vuelto a picar con algunos, que ahora es mi hija quien se los trae de la biblioteca y no he podido evitar leerlos otra vez. Y cómo nos reímos! Creo que éste no está,pero lo buscaré la próxima vez que vaya, que las risas están aseguradas, con espíritu crítico incluido.
ResponderEliminarBesotes!!!
Buenas tardes Margari!
EliminarEs enternecedor lo que nos cuentas, pues, cuando yo era pequeña era la que disfrutaba junto a mi hermano pequeñ de estos cómics, todo ello con la gracia que mi padre tenía para leernoslos. Sin duda, es uno de esos recuerdos que se te queda en la retina y que evocas de vez en cuando con cierta nostalgia.
Pues en ese caso te animo encarecidamente a que intentes hacerte con un ejemplar de este que reseñado, no tiene desperdicio, no deja titere con cabeza, todo ello regado con un humor que no deja indiferente a nadie.
Un saludo y gracias por tu comentario! :)
Hola! La verdad es que nunca he sido de cómics, desde pequeña me han gustado los libros con mucha letra, los pocos cómics que tenia me los acababa tan rápido que no me gustaba, prefiriera algo que me durara más.
ResponderEliminarUn saludo!
Buenas tardes Beatriz!
EliminarPues la verdad es que, no sólo tu, sino en general, se debería dar una oportunidad a los cómics, y sobretodo en la acualidad, que están saliendo títulos muy interesantes y críticos. Te aconsejo y te animo a que los descubras.
Un saludo y gracias por tu comentario! :)
Estupenda y completísima reseña. Mi enhorabuena por incluir el cómic en tu "repertorio" y nada menos que al gran Ibáñez. No sabía que todavía estaba el genial dibujante tan activo y además dando cera como yo no he visto en mucho, mucho tiempo. Muy valiente y divertido, lo buscaré, no lo dudes. Decirte también que me ha sorprendido al principio; es como dices, parece un estilo algo vetusto, sobre todo si lo comparas con la novela gráfica actual. Pero es que ese choque de nostalgia y crítica demoledora...Espero que las nuevas generaciones (los jóvenes quiero decir) se enganchen y resurja esta forma tan nuestra de hacer cómic.
ResponderEliminarUn saludo.
Buenas tardes Gerardo!
EliminarGracias, la verdad es que ya iba siendo hora de incluir la reseña de un cómic a este espacio, y espero que no sea la última. En mi opinión, creo que el cómic, su mundo, está bastante menospreciado en general, considerándolo reducto de frikis y de raritos. Afortunadamente actualmente las cosas estan cambiando poco a poco, sin embargo, creo que todavía queda mucho por hacer en este sentido.
Por otro lado, es cierto, a mi también me sorprendió que el inmortal Ibañez nos mostrase un humor más crítico de lo habitual, sin duda, producto de unos años la mar de sembrados y difíciles.
Espero que consigas hacerte con un ejemplar, sin duda, merece la pena adentrarse en sus viñetas.
Un saludo y gracias por tu comentario! :)
Muy fan también de estos personajes, me alegro que hicieras la reseña, y la cita del final es un ejemplo perfecto de esa actitud crítica un poco encubierta.
ResponderEliminarBuenas tardes Laura!
EliminarMe alegro de que te gusten los cómics de Mortadelo y Filemón. Cierto, es una critica encubierta pero no tan encubierta, pues, para nuestra desgracia, casos de corrupción como el del famoso tesorero están a la orden del día.
Un saludo y gracias por tu comentario! :)